BRAGA
Casi el 80% de niñas y niños víctimas de abuso identificaron y denunciaron la situación a raíz de las clases de Educación Sexual Integral (ESI), según la Cámara de Gesell del Ministerio Público Tutelar: Argentina celebra los 17 años de la sanción de la Ley 26.150, que reconoce el derecho de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país, de todos los niveles, modalidades y tipos de gestión. La norma contempla la capacitación de docentes y la enseñanza de contenidos especializados para cada rango etario, incluyendo tópicos como el conocimiento del cuerpo y cuestiones ligadas a emociones, el consentimiento y reconocimiento de diversidades.
Este 4 de octubre se cumplen 17 años de la sanción de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) en Argentina, materializada luego de un acalorado debate con sectores religiosos, organizaciones de madres y padres -como Con mis hijos no te metas- y referentes políticos de partidos conservadores que aún siendo ley se resisten a implementar la ESI en escuelas. Quienes se oponen a ella insisten en que las clases consisten en enseñar a los niños a masturbarse, o bien ver pornografía, y en la práctica este discurso es totalmente falso.
De hecho, según consigna la página del Gobierno Nacional, la propuesta pedagógica de la ESI incluye “el desarrollo de saberes y habilidades sobre los cinco ejes conceptuales en los que se trabaja: el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el reconocimiento de la perspectiva de género; el respeto de la diversidad; y el ejercicio de los derechos concernientes a la sexualidad. Además, promueve el trabajo articulado con centros de salud, organizaciones sociales y familias”.
La aplicación se ha dado considerando diferentes líneas de trabajo, en las cuales se han involucrado los ministerios de Educación y de Mujeres, Géneros y Diversidad en ejes transversales ligados a la concientización de la violencia de género, la prevención del embarazo y de infecciones de transmisión sexual, gestión menstrual, relaciones sexuales y afectivas respetuosas y sin violencia, entre otros.
Gracias a su aplicación, casi el 80% de niñas y niños víctimas de abuso identificaron y denunciaron la situación a raíz de las clases de Educación Sexual Integral (ESI), según la Cámara de Gesell del Ministerio Público Tutelar; el 50,3% de las y los encuestados pudo identificar situaciones de violencia entre sus amistades gracias a la ley de acuerdo con la Organización FUSA y los embarazos adolescentes bajaron un 55% entre 2015 y 2020 según CIPPEC.
La implementación de la ESI implicó la producción de libros, podcast, series, cápsulas, juegos y diferentes materiales diseñados por especialistas para aprender de manera lúdica sobre el tema. Se hicieron parte de la difusión de estos contenidos escuelas, instituciones públicas y privadas, organizaciones, medios de comunicación públicos y privados, entre otros.
Un estudio de la Fundación Huésped, reveló en 2015 que solo el 20% de estudiantes y graduados/as de Argentina consideran que se aplica de forma adecuada en sus escuelas. La investigación permitió conocer que las principales inquietudes de las y los entrevistados -que viven en distintos puntos del país- se relacionan con las disparidades en la implementación efectiva de la ley en términos geográficos (se aplica mejor, por ejemplo, en la capital que en regiones del norte); la falta de conexión con inquietudes reales de las y los estudiantes, resistencias familiares y las y los detractores de la ley, que obstaculizan su ejercicio.
Entre ellos, se encuentra la iglesia católica, organizaciones y políticos conservadores, entre los cuales está el candidato presidencial Javier Milei (Libertad Avanza), quien indicó en mayo de este año que la ESI “es parte de la agenda postmarxista, y es parte de esa agenda que tiene que ver con la destrucción del núcleo social más importante dentro de la sociedad, que es la familiar”.
En una entrevista con el medio TN, Milei sostuvo que esta política tiene como objetivo principal “exterminar a la población” en función de cuidar al planeta, al punto tal de “eliminar a los seres humanos”.
