BRAGA
Aproximadamente la mitad de las mujeres han pausado sus actividades laborales por más de seis meses y enfrentan una constante carga mental, emocional y física por lo que el autocuidado sería la clave para prevenirlo. Los estereotipos de género y presiones sociales son algunas de las causas.
La brecha de género laboral es un fenómeno más que presente en la actualidad. Un informe reveló la preocupante interrupción en las carreras profesionales de las mujeres, que se atribuye a factores como la carga de trabajo doméstico no remunerado y expectativas sociales.
La psicóloga experta en liderazgo femenino, Francisca Vargas, señaló respecto a la doble jornada laboral que las mujeres frecuentemente deben cumplir, su carrera profesional y el cuidado del hogar: “Esto significa una constante carga mental, emocional y física, de hecho muchas mujeres sienten culpa al avanzar con sus carreras profesionales, por creer que esa expansión es excluyente de ser buenas madres, esposas, parejas, hijas, etc. llegando a no permitirse ese desarrollo laboral por la carga al ideal social que sienten como mujeres”.
El informe “Mujeres al trabajo 2023” de OCEC-UDP y ChileMujeres indica una disminución en la tasa de participación laboral femenina, resaltando la necesidad de reestructurar los roles sociales y promover un enfoque comunitario en el cuidado en lugar de cargar exclusivamente a las mujeres con dicha responsabilidad.
Además, la experta destacó la importancia del autoconocimiento para identificar fortalezas y debilidades, impulsando decisiones alineadas con metas y valores personales. “Mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida, así como cuidar del bienestar físico y emocional, es esencial para garantizar una participación laboral sostenible y satisfactoria”, agregó.
En entornos laborales con mayor presencia masculina, las mujeres se enfrentan a desafíos adicionales como la presión de la perfección, estereotipos limitantes al rol maternal o en otro extremo tomar una posición más “agresiva” o “masculina” para ganar respeto o destacar en entornos dominados por hombres. Estos patrones culturales restringen el pleno desarrollo de habilidades y talentos femeninos en el ámbito profesional.
