Una investigación analizó cómo ha evolucionado la representación de mujeres en los distintos ámbitos electorales chilenos, y reveló avances graduales pero desafíos persistentes en la búsqueda de la equidad de género en la política.
La presencia de mujeres en la política chilena ha experimentado cambios graduales pero notables en las últimas décadas, según una investigación detallada sobre la participación femenina en los espacios electorales de Chile. A pesar de ciertos avances impulsados por reformas institucionales, persisten desafíos en cuanto a la visibilidad y representación equitativa de las mujeres en la esfera política.
Una investigación impulsada por C22, una iniciativa enfocada en el estudio del proceso constitucional, del Centro de Estudios Públicos (CEP), reveló que, desde el retorno de la democracia, el porcentaje de mujeres en posiciones políticas ha sido históricamente bajo. Aunque se ha observado un aumento gradual en las últimas décadas, este incremento ha sido más evidente en ciertos ámbitos electorales que en otros.
“Si bien las normas sí contribuyen, no necesariamente se traduce en mujeres electas. Lo que vemos es que los partidos usan esas leyes a su conveniencia y claramente sitúan sus candidaturas dependiendo de dónde están más fuertes, en distritos. Es por esto que nosotros argumentamos que hay una inercia del comportamiento de los partidos en la candidatura de las personas que las normas sí la afectan, pero que los partidos igualmente vienen hace tiempo con un comportamiento de dejar de lado a las mujeres”, mencionó la investigadora asistente CEP, Ariadna Chuaqui.
Las reformas institucionales implementadas en 2017 y 2021, como las reglas de equidad de entrada en la Cámara y el Senado, han tenido un impacto positivo en los porcentajes de candidatas y primeras mayorías, así como en los porcentajes de voto por mujeres. Sin embargo, su influencia ha sido limitada en elecciones no sujetas a mecanismos de corrección de la representación, como las de alcaldes y concejales, donde el progreso ha sido menos notable.
La investigación también sugiere que no existe un sesgo cultural en contra de las mujeres en la política, sino más bien un desafío en la visibilidad de su participación. El aumento de mujeres elegidas como concejalas en 2021 podría atribuirse al efecto de entorno generado por la implementación de normas de paridad y cambios en las preferencias del electorado influenciados por las elecciones parlamentarias.
“Nosotros quisimos entender la evolución de la participación de las mujeres en cargos de representación popular (…) lo que nosotros entendimos de este análisis, principalmente, es que las normas afectan en cómo la ciudadanía responde electoralmente y al voto hacia las mujeres. La norma sí importa y acá lo vemos comparado en elecciones que sí tienen norma, que es la de diputados y diputadas, y el Senado, versus la de alcaldes y concejales locales municipales que no han tenido ningún tipo de regla electoral que trate de incentivar la participación de mujeres”, agregó la investigadora.
Se destaca que las reglas temporales de equidad de entrada pueden influir positivamente en la participación de las mujeres al modificar las prácticas arraigadas en los partidos políticos. Sin embargo, persiste la necesidad de reglas más sólidas para garantizar una representación equitativa en los órganos de gobierno.
Si bien es evidente la preferencia por las candidatas femeninas en el porcentaje de votos, es también clara la persistencia de barreras para su elección efectiva, lo que destaca la importancia de continuar implementando medidas que promuevan la igualdad de género en la esfera política chilena.
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