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Nutricionista advierte sobre los riesgos de las dietas restrictivas e idealización del cuerpo BRAGA

Nutricionista advierte sobre los riesgos de las dietas restrictivas e idealización del cuerpo

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Lorena Martínez
Por : Lorena Martínez Estudiante de periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez, colaboradora en El Mostrador Braga
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En un mundo cada vez más influenciado por las redes sociales, la presión de alcanzar estándares de belleza genera consecuencias para la salud física y mental de las personas. La nutricionista experta en trastornos de la conducta alimentaria, Valeria Rueda conversó con El Mostrador Braga al respecto.


Al llegar la temporada de verano también aparece la promoción de estereotipos corporales y la difusión de dietas restrictivas. “Un cuerpo saludable se ve de distintas maneras, no podemos saber sobre la salud de alguien solo por una foto o un plato de comida” manifestó la nutricionista y diplomada en trastornos de conducta alimentaria, Valeria Rueda.

Según la Organización Mundial de la Salud los trastornos de la conducta alimentaria o TCA corresponden a “comportamientos alimentarios anormales, acompañados por una distorsión en la percepción de la imagen corporal, una preocupación excesiva por el peso y por la comida”. Entre ellos se encuentran los más conocidos son la anorexia y bulimia.

“Se muestra el cuerpo de verano como al que todas deberíamos aspirar para poder ser bellas, para poder ser aceptadas y queridas o para tener salud, siendo que no es así”, manifestó Rueda. “Todos estos mensajes que se muestran en redes promocionan una idealización corporal y de la delgadez, que son factores de riesgo para desarrollar TCA”, agregó.

Respecto a las dietas restrictivas, la experta advirtió que pueden llevar a una serie de riesgos para la salud física, como la pérdida de masa muscular, deficiencias nutricionales y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y metabólicas a largo plazo.

Alimentación Consciente

En este sentido Rueda trabaja con un enfoque innovador: la “Alimentación consciente”. “Una forma consciente no restrictiva de que tú empieces a tomar decisiones sobre tu alimentación. Es llenarte de información verídica sobre las propiedades de los alimentos pero también llevarlo a tu contexto”, explicó.

Lo que busca la metodología, también llamada “Mindful eating”, es neutralizar los alimentos y quitar el estigma. Si bien, hay distintos aportes nutricionales en los diferentes grupos de alimentos, no significa que debamos clasificarlos como buenos o malos.

“Nace de la necesidad de que las pautas de alimentación estrictas al final tienen un tiempo de caducidad. Tú no aprendes a comer, alguien te lo impone y no se puede sostener en el tiempo. Esta categorización genera un sentimiento de culpa o vergüenza y termina en una mala relación con la comida”, agregó.

Red Flags de la conducta alimentaria

“Qué comemos es igual de importante que el cómo lo comemos, los TCA no aparecen de un día para otro”, expresó la nutricionista al explicar los factores a los que debemos prestarles atención para reconocer patrones riesgosos en nuestras rutinas de alimentación.

Pasar de la preocupación a la obsesión. Tener la sensación constante de que tienes que equilibrar lo que comes, usar el ejercicio como método de compensación o mantener una estructura rígida en torno a la alimentación son algunas de las señales de alerta al hablar de trastornos de la conducta alimentaria.

“Una cosa es ocuparte de tu salud, es normal que pensemos en lo que queremos comer y cómo alimentarnos más nutritivamente, pero cuando pasa a ser una obsesión o te limita en otras áreas de tu vida deja de ser saludable”, expresó la experta.

También hizo un llamado a los y las creadoras de contenido a hacerse responsables y educarse respecto a la información que difunden. “El problema de estos mensajes es que llegan a todas las personas entonces es importante reconocer qué tipo de contenido estoy consumiendo o promoviendo en redes sociales. Si yo estoy fomentando que adquieran mi programa para alcanzar “un peso ideal”, no sabemos quién está detrás de la pantalla”, expresó.

La información riesgosa en los medios de comunicación es latente. Las llamadas “operación bikini” no son más que factores de riesgo para personas que tienen o podrían tener un TCA. “No podemos exigir que todo el mundo, que no ha tenido las mismas posibilidades de aprender sobre alimentación o salud, tenga una buena alimentación o una relación positiva con la comida”, expresó la experta junto con un llamado a la acción y la creación de políticas públicas.

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