Estudió gastronomía en el colegio y pedagogía en inglés en la universidad y se dedica a dar clases particulares y otros trabajos. Pero antes de eso, vivió todo tipo de violencias durante 14 años en hogares de menores y por eso lucha por la dignidad y los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Belén Medel no sabe muy bien cuántos años tiene. Aproximadamente a sus cuatro años, Carabineros de Chile la sacó de la forma más “cruel”, sin asistentes sociales ni psicólogas de su casa: lo mismo pasó con cada uno de sus catorce hermanas y hermanos. Hija de un hogar donde primaba el alcohol, las drogas y la violencia, las y los menores fueron arrancados de su casa luego de que una vecina denunciara que eran mandadas y mandados a pedir.
“Me inventaron el día, mes y año (de nacimiento), no solamente a mí, también a mi hermana mayor con la cual me llevo por 3 meses, algo bastante improbable porque somos hijas de la misma madre y padre. A ambas nos inventaron el mismo año, a ella en septiembre y a mi en diciembre, debo tener entre unos 30 o 31, no más ni menos debido a que tengo hermanas mayores y menores”, cuenta a El Mostrador Braga.
Desde 1996 vivió 14 años en el Sename, hoy llamado Mejor Niñez, lugar al que ingresó a eso de sus cuatro años. Y desde siempre quiso “que la sociedad se enterara de lo que yo vivía dentro de los hogares, sus irregularidades, ilegalidades además de todas las vulneraciones y abusos”.
“Pensaba que una buena opción de mostrarlo era siendo actriz o escribiendo un libro (que está en proceso), así tendría la mirada de la prensa, pero luego llegaron las redes sociales”, cuenta.
En 2020, un video subido a su instagram llamado “Hija del Sename” la hizo viral en las redes sociales, lo que le permitió dar a conocer su historia en medios de comunicación y sumar apoyos de personas que atendieron su relato como un llamado de emergencia por la dignidad de niñas, niños y adolescentes que crecen en estos espacios.
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Cómo adoptar, ser familia de acogida o familia significativa, qué agrupaciones y cómo sumarse a ellas son algunas de las informaciones que comparte a diario a través de sus redes, donde también invita a participar de talleres, hacer donaciones y otras actividades.
Por esto y más, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas del pasado y el presente, visibilizamos el impacto del activismo de Belén Medel Gaete.
Belén se define como “un puente” que conecta y guía las necesidades de niñas, niños y adolescentes y personas que quieran contribuir, considerando sus posibilidades.
A diario le llegan numerosos mensajes para consultar dudas y también denunciar vulneraciones, que también expone y gestiona para buscar soluciones: la última de ellas corresponde a una menor que, tras la pérdida de acreditación del hogar en que vive, le dieron 20 días “para pensar dónde irse”, a solo días de rendir las Pruebas de Acceso a la Educación Superior (PAES).
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“Todas las semanas me llegan historias de personas que trabajan para el sistema contándome las falencias, las mentiras y las vulneraciones que ven”, asegura.
¿Qué deudas tiene el Estado chileno con sus niñas, niños y adolescentes? Para la profesora y activista, “reconocer públicamente los abusos sistemáticos y las muertes que han ocurrido bajo el sistema de protección” así como “pedir las disculpas públicas” a quienes viven y vivieron esas vulneraciones son un primer paso para avanzar en esta línea.
“Por otro lado, asegurar la salud, educación y vivienda posterior al egreso”, añade. Una de las problemáticas más complejas que observa desde que ella vivió hasta hoy es la escasa preparación para “la vida independiente” de quienes nunca son adoptadas y adoptados, que egresan del espacio a los 18 años y muchas veces no tienen dónde vivir, quedando relegadas y relegados a la calle.
“Además, falta mucha fiscalización dentro de los Hogares, por ejemplo hay una Ley de Inseparabilidad de Hermanos y yo conozco varios Hogares (el día de hoy) donde los y las hermanas siguen separadas y esto es un quiebre más para sus vidas”, subraya y también ve con preocupación la “mínima difusión” de cifras, como que existen 4500 NNA viviendo institucionalizados y más de 500 susceptibles a la adopción, según el censo de 2017.
Adopta, sé Familia de Acogida (AFD), haz talleres, apadrina y ocúpate es el llamado que hace a la sociedad.
“Todos y todas podemos involucrarnos para que un niño o niña no viva lo que yo viví y es verdad… a veces la gente no sabe a dónde ir ni cómo partir. ¿Te imaginas sacar a los niños a un restaurante a comer? ¿Llevarlos a patinar en hielo? ¿Llevarlos a fantasilandia? ¿O a los autitos chocadores? Todo esto se puede hacer y si el problema es la plata puedes motivar a tus colegas e ir como empresa, organizarte, sensibilizate y contactarme (si no sabes a donde ir) para regalarles al menos un día de alegría que creeme quedará inmortalizado en su memoria”, invita.