BRAGA
En sus más de 11 años de existencia, la Ley Zamudio ha registrado solo 597 demandas, lo que, según organizaciones LGBTIQ+, revela la escasa eficacia de la normativa actual en la persecución de delitos discriminatorios.
Ante este panorama, el presidente Boric ha decidido acelerar la tramitación de la reforma, reconociendo la necesidad de una legislación más robusta y efectiva. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) expresó su satisfacción por la medida y resaltó la urgente necesidad de contar con una ley antidiscriminatoria sólida.
El dirigente del Movilh, Rolando Jiménez afirmó que la Ley Zamudio actual es “un león sin dientes”, ya que, en más de una década, sólo un reducido 5,9% de los casos presentados han obtenido sentencias favorables para las víctimas.
Jiménez subrayó que, de no reformarse, la impunidad en delitos relacionados con la discriminación persistirá en el país. En ese sentido, la organización espera que la suma urgencia se mantenga hasta la aprobación definitiva del proyecto de ley.
La organización que trabaja en pos de los derechos LGTBQ+ en Chile, especificó las modificaciones esperadas. Entre ellas, se destaca la creación de una institucionalidad anti-discriminatoria, la eliminación de disposiciones que desincentivan denuncias y la inclusión de un artículo que obligue a indemnizar daños morales y materiales causados por discriminación.
Además proponen que sea el denunciado quien compruebe que no discriminó y no la víctima la encargada de demostrar que sufrió algún tipo de discriminación arbitraria.
La propuesta de reforma también aborda aspectos legales, como la posibilidad de impugnar leyes o sentencias discriminatorias, y elimina disposiciones que permiten la discriminación arbitraria en ciertos casos. En el marco de estas transformaciones, se propone la creación de un reglamento específico para la Ley Zamudio, dotando a la legislación de una herramienta adicional para combatir la discriminación en Chile.
