Tras cuatro años de proceso constituyente y casi tres años de “gobierno feminista”, el auge y/o fortalecimiento de liderazgos políticos femeninos se palpita de izquierda a ultraderecha, con figuras claras bien posicionadas y proyección en todos los espacios, también la carrera presidencial.
A tres meses de cumplirse tres años de “gobierno feminista” -enmarcado en el compromiso del presidente Gabriel Boric– se implementaron diversas medidas en el camino hacia la erradicación de todo tipo de violencias contra las mujeres, y en pos de la igualdad de género.
El ministerio de las Mujer y Equidad de Género, liderado por Antonia Orellana, obtuvo también un lugar especial al ser incorporado en el Comité Político. Y paralelamente, los procesos constituyentes permitieron el aterrizaje de temas en el debate político (como la paridad ) que reconocen la desigualdad de género estructural del sistema político chileno.
Y quizá la suma de estos factores, sumado a las trayectorias y protagonismos dentro de sus partidos y en espacios de toma de decisiones -como la Bancada Julieta Kirkwood– hayan contribuido a que hoy, luego de dos procesos constituyentes y cuatro años de debate, emerjan con más fuerza o se hayan fortalecido con más notoriedad los liderazgos políticos femeninos en todo el arco político: de izquierda a ultraderecha.
“Hay un surgimiento o hay una emergencia de liderazgos políticos femeninos que desde el 2019 han sido muy relevantes, no solamente en campañas políticas sino también en la toma de decisiones”, destaca la académica del Bachillerato en Ciencias Sociales y Humanidades y la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), Nerea Palma, tema que incluso rastrea previo a la asunción del presidente Gabriel Boric, donde la figura de Izkia Siches, pese a no estar presente en el gobierno en la actualidad “jugó un rol fundamental en la campaña”.
Si bien no es que hasta este periodo no hayan existido liderazgos políticos femeninos, la académica destaca que su rol tomó un lugar preponderante y valorado en sus mismos conglomerados y fuera de ellos, y esto sucede de manera transversal.
“Me parece que de a poco se les ha ido dando oportunidad a estos liderazgos femeninos para que puedan no solamente tener mayor visibilidad sino además tener parte de un lugar importante de la discusión política diaria”, destaca Palma.
En la ultraderecha, la figura de Beatriz Hevia (Republicanos) a la cabeza del proceso constituyente mostró su capacidad de liderazgo y de mediación, y pese a lograr el apoyo de Chile Vamos en normas propias de su sector -referidas, por ejemplo, a los derechos sexuales y reproductivos- no logró ni ser mencionada en encuestas, situación que podría haber sido distinta de haberse aprobado el texto constitucional redactado mayoritariamente por su partido.
Otra de las figuras, en el caso de la derecha tradicional es el de la histórica referente Evelyn Matthei (UDI), quien pese a las llamadas “volteretas políticas” (donde la última fue en el segundo proceso constituyente, primero demostrando su desaprobación por posibles consecuencias sobre el derecho al aborto, y luego votando A favor) ha sostenido su nombre en todas las encuestas políticas, liderando intención de voto espontáneo (Cadem/Agosto 2023) y valoración positiva (46% en CEP/ noviembre 2023). La última encuesta CADEM -publicada este 24 de diciembre- bajó en cinco puntos su porcentaje de apoyo presidencial, y José Antonio Kast tres puntos, lo que muestra los efectos del triunfo mayoritario del voto En contra.
Dentro del socialismo democrático, destaca otra figura histórica de la política chilena: Carolina Tohá (PPD). Luego de la vuelta de su pausa política volvió una exconcertacionista para hacer frente a una cartera que el gobierno de Gabriel Boric necesitaba fortalecer debido a la crisis de inseguridad -el Ministerio del Interior y Seguridad Pública- razón por la que la mirada de la oposición focalizó sobre su trabajo y no ha estado exenta de críticas.
“Me parece bien evidente el liderazgo de Carolina Tohá que ha cumplido un doble rol, también de vocería en algunas temáticas importantes, pero desde el punto de vista de segunda fuerza política al mando dentro del gobierno al ser ministra y me parece a mí que aprueba con nota positiva lo que ha sido su gestión”, aprecia Palma.
La figura de Tohá tuvo el visto bueno en un principio, pero de acuerdo a la encuesta Cadem publicada el 17 de diciembre de este año, su aprobación sostiene una baja y llega al 46%.
Otra de las figuras que suena, y tomó mayor protagonismo luego del triunfo del rechazo a la segunda propuesta constitucional, es la de Paulina Vodanovic (PS), liderazgo que pese a ocupar mayor espacio en la prensa tradicional no aparece en las encuestas. Cercana a ella, la académica reconoce también la carrera desarrollada por Ximena Rincón (Demócratas), aunque parece quedarse más con las ganas que otra cosa: en noviembre de 2022 tuvo que explicar la edición que hizo de una encuesta para tergiversar los datos y posicionarse como figura líder en aprobación ciudadana.
En la izquierda tradicional, el nombre de la ministra Camila Vallejo suena fuerte desde el inicio de su cargo como vocera. Según datos de CADEM, la exlíder estudiantil y diputada, acumulaba ya en abril de 2022 (luego de su nombramiento) un 55% de aprobación. Un año y medio más tarde la encuesta CEP le daba un 51% (noviembre de 2023) pese a la baja en la evaluación que en mayo de 2023 la posicionó junto al ministro Grau como una de las peores evaluadas del gobierno.
“El rol de Camila Vallejo ha sido muy destacado como vocera de gobierno. Por supuesto, como todo el gobierno en general no está exenta, no solamente críticas, sino de traspiés comunicacionales, pero en general si hacemos una suma y resta de su labor me parece que aprueba con nota importante desde ese punto de vista y me parece a mí que es un liderazgo innato que tiene el PC y en general el conglomerado Apruebo Dignidad”, evalúa Palma.
Dentro de su mismo partido, Jeanette Jara ocupa un lugar en el podio de los liderazgos políticos femeninos. La encuesta Criteria de marzo de 2023 la posiciona como una de las tres integrantes del ministerio -junto con Marcel y Tohá- con mejor evaluación. En abril, CADEM confirmó su posición tras sacar adelante la ley de reducción de la jornada laboral (conocida como ley 40 horas) y su rol clave en la búsqueda de acuerdos para una nueva reforma de pensiones.
A juicio de la cientista política de la UDP, la mayor representación de mujeres en el ámbito político no se traduce necesariamente en un mayor posicionamiento de temas relativos a mujeres, género y diversidad, razón por que muestra la diferencia entre la representación descriptiva de la sustantiva.
“Por ejemplo, pongamos por el caso el típico ejemplo de una mujer conservadora -si lo hablamos en términos de caricatura- en el poder; ella no va a tener en consideración, temáticas de aborto, por ejemplo, solo por ser mujer”, ilustró al mostrar que la representación descriptiva refiere a que efectivamente existan más mujeres en espacios de poder. La representación sustantiva, en tanto, se relaciona en este caso con la defensa efectiva de las demandas de los derechos de mujeres y diversidades.
“En términos generales, me parece que el discurso sobre todo de Camila Vallejo, más que incluso de Carolina Tohá, y Paulina Modanoich, podría estar estructurado en una agenda feminista, mientras que Vodanovic y Jara me parece que no. Con Evelyn Matthei -por ejemplo- podríamos pensar en una agenda pro-mujer, pero más relacionada con temáticas laborales y de mercado, con derechos y sobre todo con temáticas culturales”, puntualiza.
Los liderazgos políticos femeninos mencionados no son los únicos ya que de cara a la carrera municipal, y tras el término del proceso constituyente, los partidos políticos se encuentran en reorganización interna para definir los rostros que disputarán las administraciones locales de un país que, de acuerdo a diferentes estudios, no se inclina por las polarizaciones sino por los acuerdos.