El Movilh, Iguales y la OTD expresaron preocupación por el estudio, señalando que vulnera la privacidad de los participantes y cuestionando su diseño y metodología. Además, demandan una mayor rigurosidad en la investigación y aclaración sobre la adjudicación del mismo.
El Ministerio de Salud (Minsal) canceló el estudio etnográfico centrado en las fiestas Chemsex, práctica que combina actos sexuales y consumo de drogas en vivo. Este proyecto, que tenía asignado un presupuesto de $50 millones, según aseveró el medio La Tercera, buscaba comprender el comportamiento de los usuarios con drogas sexualizadas, con un enfoque particular en la comunidad LGBTQ+ y personas no binarias de la Región Metropolitana. El objetivo principal era “desarrollar estrategias de prevención en salud reproductiva”.
Al respecto, el fundador del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Rolando Jiménez, comentó a El Mostrador Braga, a partir de los hechos presentados, que: “Por cierto que un estudio con aquellas características vulnera la privacidad de los participantes de estos encuentros. ¿Existe algún estudio de igual diseño en fiestas sexuales heterosexuales?, ya que en esos encuentros también podrían bajarse las barreras para prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS). La adjudicación de este estudio, con escasa difusión, y la adjudicación de este a un centro de estudios, cuya experticia versa sobre temas medioambientales, despierta sospechas y yo exigiría investigar tráfico de influencias. Mañana tenemos reunión con la ministra de Salud, y por cierto, incorporaremos está situación”.
La investigación, impulsada por la División de Prevención y Control de Enfermedades (Diprece), adoptaba una metodología etnográfica que implicaba la participación activa de los investigadores en eventos asociados al Chemsex. A pesar de que la iniciativa enfrentó obstáculos desde su inicio, generando un intenso debate sobre su adecuación ética, los cuestionamientos se intensificaron tras reportarse incidentes como la agresión a un investigador durante el trabajo de campo. Además, se reveló que el proyecto no contaba con la aprobación ética necesaria, a pesar de las advertencias previas del gabinete de Salud Pública.
En esta misma línea, la directora ejecutiva de Fundación Iguales, María José Cumplido, aseguró que “para nosotros es positivo que se hagan estudios sobre la comunidad LGBTQ+, ya que no tenemos ninguno, lo que resulta vital para la ejecución de políticas públicas adecuadas. Sin embargo, lo que se ha señalado en la prensa es confuso. No tenemos mayor información sobre la metodología. Nos llama la atención que los investigadores tengan que participar en las fiestas, ¿con qué fin?, ¿por qué no solo preguntar? Creo que en cualquier estudio la rigurosidad es lo fundamental y acá nos quedan bastantes dudas”.
Asimismo, desde OTD Chile, “Organizando Trans Diversidaes”, afirmaron que “claramente estamos frente a un problema de salud pública, desde OTD Chile lamentamos el vivir en una sociedad tan conservadora, que no logra abordar estas problemáticas de manera resolutiva. Creemos que a pesar de lo compleja y polémica que es esta medida, el problema que existe en torno a estos espacios y cómo se están llevando a cabo estas prácticas no va a desaparecer haciendo nada, creemos que hay que buscar formas creativas y eficaces para resolver este problema, que se cruza con materias de salud, educación, género, etc., y que afecta a muchas personas, entre ellas personas cis hetero, homosexuales y trans“.
La decisión de suspender y posteriormente terminar el contrato del estudio fue anunciada el 24 de noviembre, y su cancelación definitiva se confirmó en enero. Según fuentes del Centro de Estudios Germina citadas por La Tercera, el estudio “no se llevará a cabo, hoy está en categoría de suspendido”. Esta determinación se produce después de una serie de críticas internas y externas que cuestionaron la metodología y los objetivos éticos del proyecto.