BRAGA
El emprendimiento en Chile ha crecido, pero persisten los desafíos para las mujeres y las limitaciones para su participación. Para abordar estas brechas, IncubaUdeC busca cambiar percepciones y enfrentar barreras a través de iniciativas que fomentan la diversidad.
El emprendimiento en Chile ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, convirtiéndose en una fuerza transformadora que impulsa el progreso económico y social del país. Sin embargo, a pesar de los avances, persisten desafíos importantes, especialmente en lo que respecta a la participación y el éxito de las mujeres en el mundo empresarial.
El buen resultado de los emprendimientos puede apalancarse a través de unidades especializadas. En este contexto se encuentra la incubadora de negocios de la Universidad de Concepción, IncubaUdeC, dedicada a fomentar y apoyar el emprendimiento innovador brindando recursos, conocimientos especializados y redes de colaboración para impulsar el desarrollo de startups y proyectos empresariales.
La Directora Ejecutiva de IncubaUdeC, Beatriz Millán Jara, señaló que existe un cambio de percepción en la actividad del emprendimiento. En este marco, señaló que según los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Chile 2023, “hoy más del 70% de los chilenos ve como una carrera profesional deseable el emprendimiento. Por lo tanto, ya no se asocia solo a un estilo de vida, sino que se asocia a una vocación y lo que yo quiero hacer con mi vida profesional”.
Además, agregó, la misma medición apunta a que cerca del 27% de la población adulta está dispuesta a emprender, lo que refleja un creciente interés por iniciar nuevos negocios en el país.
Sin embargo, a pesar de este entusiasmo generalizado por el emprendimiento, las mujeres enfrentan barreras significativas para ingresar y tener éxito en este ámbito. “Sabemos que cerca del 12% de empresas de base tecnológica son lideradas por mujeres en Chile, según el último informe que hizo el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. Y además, en el mundo no es muy distinto, es cerca de un 14%. Estamos hablando de un porcentaje bastante bajo”, agregó la Directora Ejecutiva de IncubaUdeC.
El combate de este problema tiene distintos frentes, debido a los numerosos factores implicados que han restringido que las mujeres puedan desenvolverse en completa libertad en el ecosistema emprendedor: “Hay factores orientados a temas socioculturales, habilidades. Eso también incluye temas de educación y también recursos. No estoy solo hablando de los recursos tangibles, como el recurso financiero, sino que también, por ejemplo, otros tan relevantes como la capacidad para hacer redes, redes de contacto, redes con otras emprendedoras, etc”.
Beatriz Millán recalcó que la participación de las mujeres es importante para impactar en la forma en la que crecen los emprendimientos, contribuyendo desde la diversidad con efectos positivos en este entorno e impactando al resto de la sociedad.
“Yo creo que la diversidad permite lograr un crecimiento empresarial mucho más integrado, donde no solamente están los resultados en métricas de performance o desempeño, sino que también está asociado al crecimiento personal, a sentirse muy a gusto con lo que voy haciendo”, expresó.
En respuesta a estos desafíos, IncubaUdeC junto a la Red Alumni han desarrollado “Conectadas TechEmpower”, programa que cuenta con financiamiento del Comité de Desarrollo Productivo Regional, Corfo Biobío, y que busca empoderar a las mujeres emprendedoras a través de un completo plan de
formación, networking y redes, con el objetivo de desarrollar su potencial y apoyar el crecimiento de sus proyectos empresariales.
“Visibilizar lo que se hace, establecer redes de acción conjunta, redes de colaboración con otras instituciones o con otras áreas, nos permite buscar un empoderamiento donde es necesario y que se pueda mostrar que efectivamente es posible. Es posible emprender, que las mujeres puedan desarrollar emprendimiento tecnológico de alto impacto, sostenible y que sigan también con todo el rol que muchas veces como mujer tenemos que desarrollar”, explicó Beatriz Millán.
Cerrar la brecha de género en el emprendimiento es una tarea colectiva que requiere el compromiso y colaboración de toda la sociedad, a través de una mirada colaborativa que permita abrir las oportunidades de desarrollo de potencial y contribución a todas las personas y fomentar la diversidad.
