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Radiografía de las maternidades en Chile: una mirada desde los feminismos BRAGA

Radiografía de las maternidades en Chile: una mirada desde los feminismos

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Antonia Sepúlveda
Por : Antonia Sepúlveda Periodista en El Mostrador Braga.
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La organización Resistencia Materna y la psicóloga clínica especialista en maternidades, Leslie Power, respaldan la necesidad de leyes que protejan a madres e hijos/as con la urgencia de avances legislativos, como el proyecto de ley para abordar el abandono parental y la violencia intrafamiliar.


Las maternidades, así como las sociedades, van evolucionando y cambiando de perspectivas. La diversidad de feminismos ha permitido que las madres y personas gestantes hoy puedan hablar desde distintos puntos de vista, visibilizando temas antes considerados tabúes. Asimismo, la lucha por el aborto legal y el acceso a métodos de anticoncepción, han contribuido a maternidades más responsables y deseadas, traducido en una baja histórica en la tasa de natalidad de país.

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se revela una tasa de fecundidad promedio de 1,3 hijos por mujer en Chile, significativamente inferior al umbral de reemplazo generacional, fijado en 2,1 hijos por mujer. Esta baja en la tasa de fecundidad ha llevado al país a registrar la cifra más baja de nacimientos en una década en el año 2023, con 173.920 nacimientos, según datos del Registro Civil.

En relación con lo anterior, según cifras del INE, se destaca una baja significativa en los índices de embarazo adolescente en Chile durante el período de 2017 a 2023. En 2017, se registraron 472 embarazos en menores de 15 años y 16.823 en el grupo de 15 a 19 años. Estas cifras han experimentado una disminución gradual en los años siguientes. Para 2021, se reportaron solo 158 embarazos en menores de 15 años y 7.040 en el grupo de 15 a 19 años. Pese a que hubo un ligero repunte en 2022, con 202 embarazos en jóvenes de 15 años y 7.161 embarazos en niñas de 19 años, la tendencia general hacia la reducción de los embarazos adolescentes se mantuvo en 2023, con 164 y 6.428 embarazos respectivamente.

Esta disminución en la tasa de embarazos adolescentes, se puede evidenciar en el uso de métodos anticonceptivos y de preservativos. Según la Encuesta Nacional de Juventudes 2022 del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), el uso del condón en la primera relación sexual aumentó significativamente de 2015 a 2022, pasando del 59,9% al 73,8%. Además, el porcentaje de jóvenes que han utilizado algún método anticonceptivo en su primera experiencia sexual aumentó del 77,5% en 2018 al 86,6% en 2022.

Los jóvenes de 15 a 19 años muestran una mayor inclinación a utilizar métodos anticonceptivos en su primera relación sexual en comparación con otros grupos de edad, como aquellos de 20 a 24 años y de 25 a 29 años.

Por otro lado, existe una tendencia al alza al aplazamiento de la maternidad, impulsada principalmente por motivos como la realización personal, la estabilidad laboral y los avances en la igualdad de acceso a la educación y la carrera profesional. Esto se traduce en un aumento en la cantidad de mujeres que tienen su primer hijo a edades más avanzadas.

La educación sexual y la información existente en los centros de salud y programas escolares ha tenido efectos positivos en cuanto a concientización de embarazos adolescentes y no deseados. No obstante, la hiperinformación en redes sociales sobre maternidades, así como formas de maternar, también puede traer consecuencias negativas. 

Desde la red Resistencia Materna, afirman que en un mundo saturado de información, el concepto de maternidad se ve distorsionado y alejado de la realidad. Históricamente, las mujeres han sido relegadas al ámbito doméstico, vistas como las únicas responsables de la crianza, sin acceso a un trabajo remunerado ni a una vida privada. Sin embargo, el feminismo ha desafiado esta visión, destacando que la maternidad implica una gran responsabilidad en todos los aspectos, desde lo económico hasta lo emocional. “Más del 84% de los hogares son monomarentales (informe de ONU Mujeres ‘El progreso de las mujeres en el mundo 2019–2020: Familias en un mundo cambiante’), por tanto, el desgaste emocional es evidente en ausencia de redes de apoyo y políticas sociales efectivas”, comentan.

Para la psicóloga clínica, facilitadora de Círculos de Mujeres y especialista en maternidades, Leslie Power, el feminismo ha venido a aportar sobre cómo percibimos actualmente las diversas formas de maternidades. “Se ha repletado de influencers, que sin ser especialistas en salud mental y/o maternidad, entregan instructivos tipo tutorial de YouTube para un electrodoméstico en falla, de cómo ser una mamá que no falle, sin caos, siempre buena, amorosa hiperrespetuosa (…). Por otro lado, el feminismo visibiliza a través de observaciones en la clínica y tras investigaciones de los conflictos, dolores y necesidades de las madres”. 

En esta misma línea, muchas activistas hablan de un “feminismo materno”, como otra rama del movimiento. “El feminismo materno ha logrado abrir una puerta oculta mostrando la cruda realidad de la maternidad y eso ha dado voz a miles de mujeres que han sentido por siglos que estaban solas haciéndolas sentir locas, histéricas, despechadas y alharacas por expresar sus violencias y/o exigir derechos básicos para una maternidad digna y en paz junto a sus niños, niñas y adolescentes (NNA)”, afirman desde Resistencia Materna.

Desafíos pendientes

Dentro de las principales demandas que exigen, principalmente madres, es la de una efectiva conciliación de la vida laboral y familiar que permita una co-crianza real. Al respecto, desde Resistencia Materna, destacan que: “Para ello debe existir un reconocimiento a nivel de políticas públicas sobre el rol y trabajo de las mujeres madres en los cuidados y la crianza. Junto a ello entender el concepto de maternidad desde un enfoque y perspectiva de género, esto para poder proteger la díada materno filial cuando existe violencia de género, intrafamiliar y violencia hacia los NNA”.

“Avanzar hacia una co-crianza efectiva requiere de un cambio de leyes, por ejemplo aprobar el proyecto de ley de Abandono Parenatal (Boletín 15138-18) que suspende el Régimen de Relación directa y regular (RDR) con padres o madres agresores, donde el foco son los NNA y su salud mental. Sin leyes que protejan a las o los cuidadores y sus NNA es difícil avanzar en co-crianza efectiva, porque para ello se requiere eliminar todo atisbo de violencia hacia las infancias y quienes están a cargo de sus cuidados”, agregan.

Destacan que es sumamente importante la educación, especialmente no sexista, para eliminar los roles de género y erradicar todo tipo de violencias. “La educación sexual y afectiva, cobra preponderancia, debido a que sin esta educación, se hace imposible lograr un real cambio cultural”, afirman.

Avances legislativos en materia de crianza y violencia de género

Para Leslie Power, dentro de las leyes más relevantes en las que se deben avanzar en cuanto a crianza y maternidades, son el postnatal de 12 meses corresponsable y la salud díada madre e hijo(a)

Mientras que para la organización de madres, afirman que: “Existe desde el 5 de septiembre del año 2023 en la Comisión de Familia, Infancia y Adolescencia del Senado, un proyecto de ley que Modifica la ley N°14.908, sobre abandono de familia y pago de pensiones alimenticias, para regular los efectos del incumplimiento del régimen de relación directa y regular establecido (Boletín 15138-18)”. 

Según explican desde la red, este proyecto de ley introduce varias modificaciones en las disposiciones legales relacionadas con la custodia y el cuidado de los hijos después de la separación de los padres, así como en las normativas sobre la tutela y curaduría legítima. Estas modificaciones tienen como objetivo principal garantizar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes (NNA) involucrados en estas situaciones, así como fortalecer la protección de sus derechos.

Una de las principales novedades es la inclusión de un nuevo factor a considerar al determinar la custodia de los hijos después de una separación parental, centrándose en la relación continua entre el progenitor no custodio y el hijo, con la posibilidad de suspender esta relación en casos específicos, como condenas por violencia doméstica o delitos sexuales contra el NNA. También se establecen condiciones claras para la reanudación gradual de esta relación, con la revocación definitiva del derecho en caso de incumplimiento reiterado.

“Si una persona utiliza a otra persona, especialmente a menores, para ejercer maltrato hacia alguien con quien tenga una relación cercana, esta acción también sería considerada como violencia intrafamiliar bajo esta propuesta de ley. Este cambio busca abordar la posibilidad de que el maltrato ocurra de manera indirecta, a través de terceros, y asegurar que estas situaciones también sean tratadas como violencia intrafamiliar, protegiendo así a los más vulnerables en estas circunstancias”, concluyen.

En este Día de las Madres, se destaca la necesidad de repensar las nuevas y diversas formas de maternar, así como los obstáculos y desafíos latentes para construir maternidades e infancias saludables y seguras.

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