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Biblioteca Nacional inaugura exposición “Mujeres, Música y Libertad. Álbumes de partituras en Chile” BRAGA

Biblioteca Nacional inaugura exposición “Mujeres, Música y Libertad. Álbumes de partituras en Chile”

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La muestra, que abrió el 24 de julio, en la Sala Premios Nobel de la Biblioteca Nacional, explica cómo estos álbumes son la prueba material de la experiencia musical de mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX y las dos primeras décadas del siglo XX.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La exposición de álbumes musicales de mujeres chilenas del siglo XIX y principios del XX muestra cómo la música de salón influía en la sociabilidad de la élite. Con más de 400 empastes revisados, la muestra destaca 13 álbumes que contienen partituras manuscritas e impresas, evidenciando prácticas musicales domésticas entre la burguesía y clases medias, extendiéndose geográfica y socialmente en Chile. Estos volúmenes no solo reflejan gustos musicales de la época sino también la vida y emociones de sus propietarias.
Desarrollado por El Mostrador

Estos objetos, cuya data es casi de 200 años y de los cuales se conservan más de 400 en nuestros país, son empastes artesanales confeccionados a mano con materiales importados y lujosos que generalmente presentan portadas y lomos personalizados con los nombres de sus propietarias. Cada uno de ellos compila partituras de música, tanto impresas como manuscritas, importadas y de edición local, con cuidadas iconografías, algunos de ellos con un tema o periodo específico, otros con músicas misceláneas. Todas estas partituras se pueden clasificar como música “de salón”. En general, eran piezas para formatos instrumentales reducidos como piano solo, canto y piano, dos pianos o piano a cuatro manos. A principios del siglo XX ya se encuentra una gran cantidad de partituras para guitarra, mandolina y cítara.

La exposición busca difundir en la sociedad chilena cómo estas prácticas musicales, propias de los sectores altos y medios de la sociedad chilena eran una forma de ser mujer en sociedad. Estas mujeres se formaban desde la infancia y sus habilidades musicales eran especialmente orientadas a entretener a sus familiares y conocidos en tertulias y salones e incluía la utilización de instrumentos como el piano, el arpa y la guitarra, además del canto. Fue en este contexto, doméstico y privado, que se utilizaron álbumes musicales.

De un universo de más de 400 empastes revisados, esta muestra expone 13 de ellos con una temporalidad  que va desde 1839 hasta 1920. Algunos de ellos fueron de uso de mujeres conocidas en la historia de la música como Isidora Zegers (1803-1869), o su hija Laura Huneeus. Sin embargo, la mayoría de ellos es la prueba de la práctica musical de mujeres aficionadas, absolutamente desconocidas para la historia de la música en Chile.

Los álbumes de partituras muestran cómo la música de salón acompañó las formas de sociabilidad de la élite en el tránsito de lo público y lo privado. Si bien la exposición está enfocada en difundir álbumes utilizados en Chile, fueron de uso común en Latinoamérica pues la música de salón fue la banda sonora del siglo XIX en toda la región. Esto afirmó el carácter cosmopolita de la burguesía y su admiración por las formas culturales de Europa. Los repertorios contenidos en ellos eran del gusto de toda la sociedad en un período en el que aún no existían los aparatos de reproducción sonora, por esto se hacía tan importante la interpretación para disfrutar de la música. Contienen principalmente danzas y reducciones de ópera, los dos grandes géneros más apreciados por la sociedad de la época.

Así, estos volúmenes acompañaron tertulias, fiestas y los grandes bailes de salón en las casas de las familias adineradas. A principios del siglo XX, aparecen nuevos espacios hacia los cuales se desplaza la música de salón tales como salones profesionales, de colegios y clubes. Su utilización, tal como se apreciará en la exposición, se puede asimilar a lo que hoy llamamos “Lista de reproducción”, es decir, una selección personal del gusto de la propietaria del álbum y que respondía a la moda de la época.

Los álbumes que estarán expuestos muestran cómo en provincia también había una gran afición por este tipo de objeto y su utilización. Hay partituras editadas en Vallenar, Caldera, La Serena, Huasco, Santiago, Valparaíso, Valdivia, por mencionar las más relevantes. Así como su uso se extendió geográficamente, su posesión y utilización se extendió también hacia los sectores medios profesionales que se estaban formando y asentando en las ciudades. Son los mismos álbumes los que reflejan entonces diversidad social, geográfica y cultural.

Sobre los modos específicos de utilización y organización de estos álbumes podemos tener ideas e impresiones, pero no certezas. Para acercarnos a conocer las formas en que se emplearon estos objetos analizamos las marcas de uso, los índices y las anotaciones que quedaron sobre las páginas de estos objetos. A través de estas huellas, nos asomamos a la vida musical de las mujeres burguesas y de clases medias en Chile durante la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Así, rescatamos una parte de la historia de la música y de las mujeres que casi no aparece en los relatos del periodo y reconocemos sus experiencias de vida, sus filiaciones, afinidades y, también, la expresión de sus afectos y emociones.

 

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