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Ivonne Toro, autora del libro “La niña Ámbar”: “¿Qué pasa cuando el Estado le falla a personas?” BRAGA

Ivonne Toro, autora del libro “La niña Ámbar”: “¿Qué pasa cuando el Estado le falla a personas?”

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Emilia Aparicio
Por : Emilia Aparicio Periodista El Mostrador
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Tras cuatro años de trabajo y más de cien entrevistas, la periodista Ivonne Toro reconstruye con rigor y minuciosidad la corta y trágica vida de Ámbar Cornejo para intentar responder a una pregunta estremecedora: ¿era posible evitar este crimen?


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Ivonne Toro publica “La niña Ámbar”, un libro que detalla el caso de Ámbar Cornejo, asesinada y violada por su padrastro Hugo Bustamante. La obra expone las graves fallas del Estado chileno en proteger a la menor a pesar de las claras señales de vulnerabilidad y abuso. Toro, mediante entrevistas y análisis, cuestiona si el crimen podría haberse evitado y critica las decisiones judiciales y la falta de acciones efectivas para proteger a Ámbar. El libro resalta la impunidad estatal frente a errores críticos en la protección infantil.
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¿Qué pasa cuándo el Estado no protege a una menor que desde muy temprana edad pidió ayuda? El asesinato y violación de Ámbar Cornejo en manos de Hugo Bustamante, su padrastro causó conmoción a nivel nacional. Tras cuatro años de trabajo y más de cien entrevistas, Ivonne Toro publica La niña Ámbar. Crónica del horror de un psicópata y las fallas del Estado. Durante la investigación la periodista consigue que Hugo Bustamante –condenado a presidio perpetuo, manipulador y pragmático– revele su participación en un antiguo crimen hasta ahora desconocido. Pero por sobre todo reconstruye con rigor y minuciosidad la corta y trágica vida de Ámbar para intentar responder a una pregunta estremecedora: ¿era posible evitar este crimen?

–¿Por qué te interesó el caso de Ámbar Cornejo? ¿Qué fue lo que te llamó la atención del caso y te impulsó a seguir investigando?

–Me llamó la atención profundamente no solo las circunstancias de su muerte, que ya eran muy terribles, sino las circunstancias de su vida, que también estaban en un rumbo de mucho horror. Cuando sale la noticia de la muerte de Ámbar, se entraba en el tema de Hugo Bustamante, este psicópata que estaba libre cuando no debía estar, cuando debía estar cumpliendo una pena de 27 años y a los 11 años queda libertad. Pero posteriormente empiezan a surgir detalles que hablan de una vulneración sistemática a los derechos de Ámbar y de un Estado que siempre supo que la niña era vulnerada y que la niña era abusada y que no logra protegerla. Entonces lo que me hace decidir escribir el libro es el abandono y las fallas estructurales del Estado en protección en el caso de Ámbar y en justicia en el caso de Bustamante que permite que esté libre y facilita que su camino.

–Algo que me llamó mucho la atención es el título del libro que se llama La niña Ámbar, crónica del horror de un psicópata y las fallas del Estado, ¿Por qué decidiste agregar las fallas del Estado en el título y partir de la tesis el Estado que no supo cuidar a esta niña?

–Porque las responsabilidades penales de una persona pueden ser cobradas. Él tiene una sentencia, no hay reparación posible cuando hay una muerte como es el caso de Ámbar, pero sí hay un sistema de justicia que establece una condena para quien ejecuta un crimen, en este caso es Bustamante y para quien colabora en este crimen, que en este caso es de Denisse Llanos. Contra las personas individuales existen sanciones pero qué pasa cuando es el Estado que falla y qué pasa cuando el Estado le falla a personas que lo necesitan de una manera tan urgente y de una manera tan importante como lo necesitaba Ámbar ¿Quiénes asumen esas responsabilidades? Y vemos en la historia de Ámbar que muchas veces el Estado toma decisiones a través de los tribunales de justicia que son equivocas. El Estado cuando debe entregar protección a Ámbar, que es en este hogar de menores, donde ella queda la primera vez, cuando es muy pequeña, cuando el primer aviso de vulneración, de abandono, negligencia de Ámbar es a los tres años, a los cuatro, ella ingresa a un centro del Senado en Limache, y esa promesa de protección que debería tener este centro, que por algo la apartan de su mamá, se transforma en una pesadilla, se transforma en una pesadilla tal que cualquier escenario, por más doloroso, por más cruel que fuera, era preferible a retornar al Senamen. Entonces tu ves responsabilidades en el sistema de protección, en los tribunales de familia y finalmente qué pasa con esas responsabilidades que permiten que esta niña tan vulnerable esté con su mamá, que le entregue la custodia a su mamá y te das cuenta que mientras los asesinos sí reciben de alguna manera justicia con todo lo demás hay absoluta impunidad, no hay un sumario, nadie asume nada.

Yo pregunté por transparencia de qué había ocurrido tras la muerte de Ámbar en el sistema de protección, me dijeron que no había absolutamente nada. Pedí también que desde tribunales de familia pudieran entregarme una versión de por qué esta desidia a la hora de establecer fallos con ella, 12 jueces que toman decisiones en algunos casos desastrosas en su vida y tampoco quisieron hablar del tema, y ahí tú ves que este aparataje estatal que tiene rostro en muchas de las decisiones, puede quedar en la absoluta impunidad y yo creo que como sociedad nosotros podemos exigirle al Estado y a los gobiernos que sean distintos y que tengan un tratamiento diferente respecto de la infancia.

–¿Por qué crees que tu libro es importante? 

Hay decisiones que cambian la vida de las personas, la relevancia que tiene, por ejemplo, entregar la custodia de una niña a una persona puede tener consecuencias fatales. Entonces, considero que es más relevante que esos funcionarios que cumplen un rol, que pueden estar sobreexigidos, que pueden no tener todos los recursos o no pueden tener  todas las capacidades necesariamente, entiendan el rol que están jugando y cómo puede eso tener consecuencias en la vida de un menor. Y por el otro lado, las personas que toman las decisiones políticas también entiendan cuál es su responsabilidad en que ocurran este tipo de hechos. Cuando a Hugo Bustamante se lo deja libre en el año 2016, toda la responsabilidad se le atribuye a la Sala de la Corte de Apelaciones que actuó con un criterio que por supuesto yo no comparto, pero que actuó de acuerdoa la ley. Entonces, cuando tú dices actuó de acuerdo a la ley, ¿qué pasa con los legisladores? Y los legisladores permitieron que esa ley existiera, el Poder Ejecutivo. Finalmente, hay un montón de decisiones que se toman día a día en trabajos que son vitales y considero que es importante que entiendan lo que eso significa, cómo puede repercutir en la vida de una niña tan desamparada como Ámbar.

–No es una historia fácil, entrevistaste a muchas personas dentro de ellas a Hugo Bustamante, ¿Cómo fue tener que enfrentarte a un trabajo como el que hiciste?

–Fue súper difícil, fue complejo, yo creo que no dimensioné al iniciar la investigación todo lo que traía, o sea, yo sabía que estaba enfrentando un caso súper duro, estábamos hablando de la muerte de una niña de 16 años a manos de un psicópata que era pareja de su mamá eso te da una primera entrada y dices, esto va a ser durísimo. Pero no logré dimensionar el nivel de horror que había tras cada puerta que iba abriendo, el dolor que le generaba también a las personas cuando las hacía revivir ciertas cosas, cuando investigo la muerte de Verónica y de Benito y hablo con las amigas de Verónica, es volver a sentir para ellas esa pérdida, esa impotencia de una mujer que era alegre, que era maravillosa con un niño de nueve años que era un sol y que este hombre les arrebata y logro percibir ese dolor profundo. Entrevistar a gente como Bustamante y Denisse implica también que me tuve que preparar porque como periodista no me sentía con las capacidades de hacerlo porque no es el rol que uno juega habitualmente leí mucho, estudié, le pregunté a psiquiatras pero aún así cuando tú logras tener al frente a gente que tiene un nivel de frialdad impresionante, que no se conmueve, que cada vez que tú crees que podría existir algo de humanidad, te das cuenta que solo les interesa lo que a ellos les pasa o cómo a ellos les afecta determinado hecho, quedas muy desolado, quedas con la sensación que existe una maldad que no tiene causa alguna, que no tiene razón alguna, que no se explica por la historia de las personas, ni por el sufrimiento que pudieron haber pasado, que es existe la maldad en el mundo en estado puro y Ámbar lo tuvo que enfrentar es bien fuerte y es bien complejo abordarlo.

– ¿Hiciste una lectura de género durante la investigación?

–Efectivamente, el que exista además violencia sexual contra Ámbar, es un tema de un femicidio con violación, hay un tema de género, hay un tema de desprotección absoluta de la infancia en general, el hermano de Ámbar también estaba desprotegido, también estaba a merced de estas dos personas. Pero también hay un tema también de clase social, voy al caso del año 1996, en 1996 desaparecieron dos personas y no se realizó la investigación como correspondía, y eran personas de clase social baja. ¿Qué hubiera pasado si desaparecieran dos personas de clase social alta? ¿Habría sido distinta la investigación? Yo creo que sí. Si nos enteramos de una vulneración sexual y una historia como la de Ámbar en otra clase social, habría sido distinta la actuación de la justicia. Entonces tienes también el tema de la pobreza como un factor muy determinante y muy clave.

–En los últimos días, se ha hablado del tema de la sentencia a Eduardo Macaya y creo que el caso también hace un llamado a la reflexión en torno a la protección de la niñez y al rol de la justicia en ello. ¿Crees que la justicia chilena está protegiendo a las infancias?

–Hay todo un tema con las infancias, que he hablado con expertos, que se centra mucho en el secreto de los casos que está muy bien. Pero ese secreto muchas veces impide que los jueces, por ejemplo, tengan a la mano todos los antecedentes en el minuto en que va a aparecer el fallo. Hay también una mirada respecto de las vulneraciones sexuales que tal vez debemos evolucionar como sociedad y entender la gravedad que tiene. Y respecto al testimonio de los menores, tú tienes que investigar y tienes que corroborar pero partir de la base de que el niño por algo está diciendo lo que está diciendo y en vez de llegar con ese criterio y con esa búsqueda de verdad y de protección. Entonces, finalmente, me pasó y me impresionó muchísimo, Ámbar, por ejemplo, tenía una curadora ad litem durante toda su vida, cuyo único rol es proteger los derechos de la menor frente a la justicia y frente incluso a sus padres si es necesario. Y la única intervención activa que yo veo de un curador es cuando la niña estaba muerta para impedir que se informara respecto del hecho, pero con todo el resto del tiempo, cuando se le entrega la custodia a la mamá, no hay ningún acción del curador. Entonces tú dices, hay un tema formal, hay un tema declarativo respecto de protección de la infancia, pero en la práctica, en la realidad, eso no se aplica hay un tema donde tú dices los niños están primero pero los niños están primero que implican presupuesto para las organizaciones de protección y cómo se fiscaliza ese presupuesto.

 

 

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