
¿Es posible mantener una relación de pareja tras la muerte de un hijo?
La muerte de un hijo es una de las pruebas más duras que puede enfrentar una pareja. Sin embargo, con apoyo adecuado, es posible mantener y fortalecer la relación. La experiencia compartida por la actriz Leonor Varela pueden ayudar a visibilizar la importancia de buscar apoyo en momentos de crisis.
Hace solo unos meses la destacada actriz nacional Leonor Varela y el actor argentino Lucas Akoskin confirmaron su separación matrimonial, y recientemente ella contó cuánto les afectó la muerte de su hijo mayor, Matteo.
Sobre su quiebre matrimonial tras 13 años, la actriz contó que este, “No fue abrupto, ni repentino, ni violento, ni dramático sino al contrario, hay una conciencia de que esto ya no funciona como nosotros necesitamos que funcione. Por lo cual hay una liberación del otro con mucha calidez, con mucho cariño”.
Mientras que sobre la muerte de su hijo Matteo y cómo este crudo episodio golpeó a su matrimonio, Leonor Varela fue enfática en señalar, “El 95% de las parejas se separan después de la muerte de un hijo, es una realidad estadística…”.
Hay pocas crisis que pueden impactar tanto la vida de una pareja como la muerte de un hijo. El proceso de duelo varía de persona a persona, y cada individuo encuentra la forma de sobrellevar este tipo de situaciones. Pero, en ocasiones, esto puede causar problemas en el entendimiento de la pareja y llevar a una crisis o un divorcio.
La muerte de un hijo es, sin duda, un episodio que no se espera en la vida familiar. “Es algo que reta nuestra percepción de lo natural. Generalmente somos los hijos quienes sufrimos la pérdida o la muerte de un padre o una madre, y no al revés. Esta ruptura causa un choque interno y es muy difícil de procesar”, explican los expertos. En ocasiones las pérdidas son repentinas, como ocurre en accidentes. Pero también puede darse el caso de una enfermedad larga, en la que los padres ven el deterioro de sus pequeños y eso también les causa un impacto muy grande.
En cualquier circunstancia, papá y mamá pueden tener problemas para entender por qué ocurrió, por qué le tuvo que pasar a su hijo e incluso si ellos mismos pudieron cambiar algo para que el desenlace fuera distinto
Para evitar que la muerte de un hijo resulte también en la ruptura del resto de la familia, es importante contar con espacios de asesoría con personas capacitadas. Los psicólogos y psicoterapeutas ayudan a las personas a atravesar períodos difíciles y les ayudan a obtener herramientas para sobrellevar mejor las situaciones de dolor.
Por ello es importante que tanto los padres como hermanos de la persona fallecida acudan a terapia, en conjunto y por separado. Así podrán expresar libremente sus sentimientos y emociones y juntos podrán encontrar un cierre a este episodio doloroso de su vida.
Cómo enfrenta la pareja la muerte de un hijo
Diferentes procesos de duelo: cada individuo maneja el duelo de manera diferente. Algunas personas necesitan hablar sobre su dolor, mientras que otras prefieren no mencionar el tema. Estas diferencias pueden llevar a malentendidos y sentimientos de desconexión.
Culpa y responsabilidad: es común que los padres se culpen a sí mismos o a su pareja por la muerte de un hijo. Esta culpa puede erosionar la confianza y la comunicación, creando un ambiente de tensión y resentimiento.
Desatención de la relación: durante el proceso de duelo, la relación de pareja puede ser desatendida, ya que la atención y energía se centran en el dolor y la muerte. Esto puede llevar a un distanciamiento emocional.
Diferentes ritmos de recuperación: si uno de los padres comienza a estabilizarse emocionalmente antes que el otro, puede surgir un sentimiento de abandono o incomprensión, aumentando el riesgo de separación.
Consejos para mantener la relación de pareja tras la muerte de un hijo
Comunicación abierta y honesta: es vital que ambas partes se sientan escuchadas y comprendidas. Hablar abiertamente sobre los sentimientos y preocupaciones puede ayudar a aliviar el dolor y fortalecer la conexión emocional.
Asesoría y terapia: buscar ayuda profesional es crucial. Psicólogos y psicoterapeutas especializados en duelo pueden proporcionar herramientas y estrategias para manejar el dolor y reconstruir la relación. La terapia puede ser tanto individual como en pareja.
Apoyo mutuo: reconocer y respetar las diferentes formas en que cada uno procesa el duelo. Ofrecer apoyo mutuo, incluso cuando los enfoques para manejar el dolor sean diferentes, es fundamental.
Tiempo y paciencia: entender que el proceso de duelo es largo y no tiene un tiempo definido. Dar espacio y tiempo para sanar es esencial.
Actividades conmemorativas: realizar acciones en memoria del hijo fallecido puede ayudar a encontrar un sentido de propósito y conexión. Estas actividades pueden ser una forma de honrar la memoria y encontrar consuelo.
Cuidado personal: no descuidar el bienestar personal. Mantener una buena salud física y emocional puede ayudar a manejar mejor el duelo y las tensiones en la relación.