La importancia de que las mujeres se empoderen en su genitalidad y tengan presente sus necesidades sin importar la edad.
La idea de que la plenitud sexual femenina se disfruta más durante la juventud ha sido desafiada por diversas investigaciones. Según estudios, muchas mujeres alcanzan su plenitud sexual mucho después de su primera relación sexual, cuando tienen más experiencia para procurar por sí mismas su placer, ya sea a solas o con pareja y conocen mejor su cuerpo.
El conocimiento del propio cuerpo y la capacidad de comunicarse con la pareja también son factores cruciales que influyen en la calidad de la vida sexual de las mujeres, permitiéndoles disfrutar plenamente en distintas etapas de su vida.
Según la proveedora de juguetes sexuales Love Honey, las mujeres que llegan a su plenitud sexual y disfrutan más de su sexualidad a partir de los 55 años. ¿La razón? A esta edad se dan encuentros mucho más conscientes de lo que significa el cuidado personal y el de la pareja.
Una vez que las mujeres superan los treinta años, su mayor experiencia les permite liberarse, ser más audaces y estar abiertas a nuevas experiencias sin comprometer su seguridad, priorizando su propio placer por encima del de los hombres.
La cumbre sexual se alcanza en la década de los 20, la física en los 30, la mental en los 40 y 50 y en la de los 60, se es más feliz. Aunque, por supuesto, siempre influyen las circunstancias personales.
Pero es más importante el reconocimiento de que la edad llega con sus altos y bajos, por lo que no se puede hablar de un momento cumbre en la vida.
El ejercicio, en particular, no solo prolonga la capacidad física y ayuda a combatir enfermedades relacionadas con la edad, como la diabetes y el cáncer, sino que también fortalece la memoria.
Quienes gozan de buena salud también puede disfrutar de unos cinco años más de actividad sexual al final de sus vidas.
Los psicólogos también apuntan que la actitud mental puede jugar un papel más importante del que se piensa, por lo que algunas limitaciones podrían deberse más bien a ese aspecto y no al desgaste del cuerpo.
Nada puede revertir el envejecimiento. Pero al saber qué nos espera, podemos hacer que el recorrido sea más agradable.
¿cómo podemos redefinir la sexualidad a medida que envejecemos?
“Cuando se Pero, trata de mejorar sexualmente a lo largo de los años, hay muchas opciones que pueden ayudar. La opción más adecuada dependerá de las necesidades, deseos y preferencias específicas”, nos dice Megwyn White, sexóloga certificada y directora de educación de Satisfyer. La experta nos da algunos consejos para que la edad no sea un freno tampoco a la hora de mantener relaciones sexuales satisfactorias y divertidas:
• Aprovecha al máximo que te afecten menos las presiones sociales y disfruta del cambio de la función procreadora al placer y la intimidad. Envejecer cambia el enfoque del sexo de la procreación al placer y las conexiones íntimas, abrazando experiencias y cualidades únicas que nos definen, incluida nuestra sexualidad.
• Centrarse en actividades sexuales más allá del sexo con penetración. Con los hijos fuera de casa (quienes los tengan), hay más libertad para disfrutar y experimentar con una gama más amplia de actividades sexuales, explorando distintas formas de placer más allá del sexo con penetración.
• A menudo se dispone de más tiempo para la autocomplacencia y la exploración sexual. Abrazar la exploración sexual no es solo una cuestión romántica; es un camino hacia un mayor bienestar, una cognición más viva y una vida más plena, especialmente a medida que envejecemos.
• Respeta tus limitaciones en lugar de verlas como un obstáculo.
• Crea una comunicación abierta con la pareja sobre los cambios en los deseos.
• Consulta a profesionales para que te ayuden a mantener tu vida sexual y no tengas miedo de hablar sobre cualquier preocupación o inquietud que surja.
• Sé creativa. Mezcla las cosas con mindfulness, edging o tantra para aumentar la conciencia, la sensibilidad y la excitación sostenida o introduce accesorios como juguetes sexuales que pueden aumentar la sensibilidad o vendas en los ojos para aumentar el placer.
• Utiliza lubricante generosamente para reducir las molestias durante la penetración.
• Practicar con juguetes que mejoren la función muscular del suelo pélvico. Estos ejercicios consisten en contraer y relajar los músculos que se utilizan para controlar la micción, lo que puede dar lugar a orgasmos más intensos, un mayor control de la vejiga y una mejora general del bienestar sexual.
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