Desde 1974, fecha en que se entrega el premio, sólo una mujer lo ha ganado, Sol Serrano, en el año 2018. Desde la Red de Historiadoras Feministas emitieron una declaración por la falta de representación de mujeres en el importante reconocimiento que da el Estado cada dos años.
Hace algunas semanas semanas se conocieron los nombres de los candidatos oficiales al Premio Nacional de Historia año 2024, cuyos nombres: César Ross (candidato por la USACH), Joaquín Fermandois (candidato por la UC y USS), José Bengoa (candidato por la UAHC) y Marcial Sánchez (candidato por la Sociedad de Historia de la Iglesia de Chile). Si bien los cuatro candidatos cuentan con una amplia trayectoria, publicaciones, llama la atención la falta de mujeres en la lista de candidatos.
Desde 1974, fecha en que se entrega el premio, sólo una mujer lo ha ganado, Sol Serrano, en el año 2018. Desde la Red de Historiadoras Feministas emitieron una declaración por la falta de representación de mujeres en el importante reconocimiento que da el Estado cada dos años.
“Parece que sólo una historiadora reconocida por el Estado y sus pares será suficiente para los 50 años de este premio, que confiere prestigio en nuestro medio, como también un premio de más de 10 millones de pesos y una pensión vitalicia”, señala el documento.
“Como Red de Historiadoras Feministas la noticia de que una vez más no habrá una mujer candidata y, mucho menos ganadora del Premio Nacional de Historia, nos llena de desazón y frustración” agrega.
“En el presente año 2024, ¿qué mensaje estamos dando desde nuestra disciplina cuando ni siquiera hay una sola candidatura de una mujer al Premio Nacional de Historia? ¿Acaso las historiadoras no investigamos, no enseñamos, no publicamos, no formamos parte de universidades y centros de estudio, no contribuimos a la Historia en Chile? ¿Las historiadoras no hacemos Historia? Sabemos que no es así, hay muchas mujeres historiadoras de reconocida trayectoria y aporte que no son ni han sido consideradas para este premio”, expresa la declaración.
Un antecedente relevante es que para poder ser candidato a un premio nacional se debe presentar una candidatura, en el caso de Historia, al Ministerio del Educación.
Si bien en años anteriores si han habido candidatas, la falta de representación de historiadoras en el premio es un hecho que se ve en las candidaturas de este año.
La historiadora y académica del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Sol Serrano recuerda que en 2010 “fue presentada Isabel Cruz y por primera vez el tema fue discutido en la prensa. Osea la posibilidad ya estaba y lo merecía. Y ha habido varias después, recuerdo a Victoria Castro, Luz Maria Mendez, Ana Maria Stuven, Angelica Illanes en los años recientes”.
“Las mujeres entramos tarde a la academia en todas las disciplinas, es un rezago histórico. Demoro que pudiéramos hacer doctorados porque en mi generación los roles no habían cambiado como ahora y era un desafío duro que en general coincidia con la maternidad. Eso ha ido cambiando notablemente en los últimos años lo cual permitirá que muchas mas mujeres tengan una producción relevante y la marcada diferencia de genero va a disminuir. Hoy las mujeres historiadoras son muchas y brillantes”, agrega la académica del Instituto de Historia de la UC.
Desde Red de Historiadoras Feministas impulsaron, por ejemplo, en 2022 la candidatura a María Angélica Illanes. Sin embargo, relatan que apoyaron “con mucha energía, trabajo y convicción la postulación de la historiadora, Dra. María Angélica Illanes, de amplia trayectoria y con méritos del todo conocidos”.
“A pesar de contar con apoyos públicos transversales de historiadores/as, activistas y redes, campañas mediáticas y el impulso de una universidad, que, además, era de región, la Universidad Austral de Chile (nótese además que este año no hay ninguna candidatura regional), Illanes perdió”, afirma la declaración.
Además mencionan que la candidatura de Illanes no fue elegida “falta de calidad, sino más bien, por la forma en que se organiza y se decide este premio, cuyo origen se remonta a las lógicas conservadoras, endogámicas, androcéntricas y cerradas de la dictadura de Pinochet”.
Aunque Serrano sostiene que “un año no marca tendencia. Pero , como señale antes, hay rezago histórico evidente en vias de superación. No es casualidad que sean mujeres de mi generación las que nos hemos presentado en la ultima década. Van a ir en claro aumento”.
En ese sentido, la doctora en Historia de la Universidad de Chile; Profesora Asociada, Departamento de Trabajo Social, Universidad de Chile; Coordinadora (zona centro), Red de Historiadoras Feministas, a Hillary Hiner explica que “las mujeres de repente incluso se autorrestan del proceso”.
“Está este otro lado que es un problema institucional respecto a cómo se hace el premio, cómo se decide el premio, quiénes son las personas que deciden el premio, etc. Entonces, yo creo que este es un problema con múltiples aristas”, indica la historiadora.
“Si tú miras los premios nacionales de diversos tipos, ciencias sociales, derechos humanos, etc., la composición del jurado y la forma en que se decide cambia entre ellos, entonces este es un caso en que yo diría que podemos observar que hay una sola mujer en 50 años del premio, porque la primera vez fue en 74, estamos en 2024 ahora, solamente hombres menos un solo caso, yo diría que eso es un problema de diseño, donde se debería inserir muy fuertemente para cambiar la forma en que se otorga ese premio para que a futuro haya más diversidad”, reflexiona Hiner.