Según estudios: ¿Cuántas parejas sexuales debería tener una mujer antes de casarse?

Algunos estudios y encuestas han intentado determinar un promedio o un número “socialmente aceptable”, pero los resultados varían considerablemente según el contexto cultural y social. Para algunas personas, tener varias parejas sexuales antes del matrimonio es visto como una oportunidad para explorar y conocer mejor sus propias necesidades y preferencias, mientras que para otras, puede ser importante mantener relaciones sexuales solo en un contexto de compromiso serio o matrimonio.

En última instancia, la decisión de cuántas parejas sexuales tener antes del matrimonio es personal y debe basarse en lo que cada mujer considere adecuado para su bienestar y felicidad, sin que se vea presionada por normas sociales o expectativas externas. Lo más importante es que cualquier decisión se tome con responsabilidad, consensuada y en un marco de respeto mutuo.

Si bien la experiencia íntima es distinta para cada persona, estudios dan conocer cuál es el número ideal de parejas sexuales que es “socialmente” aceptable tanto para hombres como para mujeres. Se trata de una cifra no muy alta, pero tampoco muy baja, que mantenga el equilibrio y que “no encienda las alarmas” al ser revelado, la cifra ideal de parejas sexuales es 12, pues la persona llega a ser considerada “sexualmente aventurera y liberal” y no “demasiado conservadora” y sin experiencia en la intimidad.

Varios estudios hechos por instituciones especializadas tienen diversos datos sobre el número de parejas sexuales debe tener una mujer antes de comprometerse con alguien. Por ejemplo, el sitio de citas británico Illicit Encounters y el periódico The Telegraph consideran que 10 es el número clave, la Universidad de Glasgow dice que deberían ser 12, y la Universidad de Utah concluyó que no hay un número fijo.

Si bien no se puede generalizar una cifra para todas las mujeres del mundo sin importar su edad, ocupación o cualquier otro aspecto demográfico, los datos duros son el resultado de análisis estadísticos basados en entrevistas a un cierto número de personas quienes dieron con el amor de su vida después de determinadas parejas sexuales. O sea, es un promedio.

Entonces, conocer las conclusiones de estas investigaciones no se supone que deba servir para aferrarse a la idea de que justo la onceava o décimotercera persona con la que se tiene sexo debe ser el futuro marido o esposa. Más bien, la idea es que se considere como un aproximado del número de experiencias a la mayoría de la gente le ha funcionado vivir para estar seguras de lo que buscan en un matrimonio, pues solamente teniendo relaciones amorosas se puede descubrir gustos y disgutos.

Así que, hay que evitar agobiarse demasiado con marcar un cierto número de casillas en la lista de parejas sexuales para saber si se está lista para dar el “sí, quiero”. Y tampoco hay que creer que solo se puede casar una vez en la vida.