Antes de volver con un ex, es clave entender por qué rompieron, evaluar si ambos han cambiado y evitar idealizar la relación por soledad. Asegúrate de que haya crecimiento personal y establece formas de medir si la relación mejora esta vez. Esto te ayudará a tomar una decisión más consciente.
Lo primero, un aviso: «Volver con un ex puede parecer tentador: los recuerdos de los buenos momentos pesan más que los conflictos que llevaron a la ruptura –advierte una psicóloga–. Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas veces las razones que llevaron a la quiebra original resurgen con el tiempo». Es decir, la tentación de resucitar una época bonita es muy poderosa. Por eso, cuando se nos plantee la idea de volver con un ex, lo primero que tenemos que hacer es obligarnos a recordar los malos momentos. Sí, obligarnos, porque el cerebro tiende a ‘olvidar’ lo que nos ha hecho daño, ya que está programado para buscar ”momentos de bienestar’ (como la inyección de hormonas ‘buenas’ que obtenemos cuando estamos enamorados). De lo contrario, estaremos elaborando una visión distorsionada de aquella historia.
“Ciertamente he visto a personas que mantienen relaciones felices desde hace mucho tiempo y que han vuelto a estar juntas después de haber roto”, dijo Elizabeth Earnshaw, a The New York Times quien es terapeuta matrimonial y familiar licenciada en Filadelfia.
Muchos consejeros matrimoniales dijeron en el artículo del NY Times que recomendaban adoptar un enfoque casi clínico a la hora de reencontrarse con un ex, incluso (o especialmente) si uno se deja llevar por la emoción de redescubrir viejas pasiones. Estas son cuatro preguntas que los terapeutas recomiendan hacerse.
1. ¿Los dos entendemos por qué rompimos?
Es una pregunta “ridículamente obvia” para empezar, admitió Lisa Marie Bobby, terapeuta matrimonial y familiar licenciada en Denver y fundadora de Growing Self, un servicio de consejería y coaching. Pero si tú y tu pareja no pueden articular una respuesta clara sin ponerse a la defensiva o sentir tensión, es una señal de alarma, dijo.
¿Qué patrones han dañado tu relación? ¿Qué problemas más profundos hicieron que uno, o los dos, la considerara insostenible?
“Puede ser muy difícil vislumbrar el verdadero ‘porqué’”, dijo Bobby. A menudo recomienda acudir a terapia individualmente o en pareja para entender mejor las cosas.
2. ¿Es que me siento solo? ¿Y tú?
La soledad puede provocar sentimientos de nostalgia y melancolía, dijo Anthony Chambers, psicólogo familiar y de parejas certificado y director académico del Instituto de la Familia de la Universidad Northwestern. También puede hacer que las personas vean relaciones anteriores a través de un cristal de color de rosa, dijo.
Si reconoces que tu deseo de reconectar tiene su origen en la soledad, quizá te convenga salir con alguien. O tal vez quieras pensar en estrategias para encontrar una conexión que no tengan nada que ver con el amor romántico, tal vez centrándote en reforzar tus lazos con los amigos, la familia y la comunidad.
Y si te dejas llevar por la nostalgia de un antiguo amor, dijo Chambers, toma un trozo de papel y anota algunos de los retos a los que te enfrentaste en la relación. No se trata de mortificarse por ellos, sino de tener las ideas claras sobre el pasado. Piensa en ello como una debida diligencia, dijo, señalando que también puede ayudar a fomentar las conversaciones con tu ex mientras intentas decidir si deberías darle otra oportunidad a la relación.
3. ¿Qué ha cambiado esta vez?
Empieza por preguntarte si esta vez harías las cosas de otra manera, dijo Earnshaw. Podrías hacerte preguntas como: “¿He cambiado lo que espero de una relación?”, dijo. “¿He cambiado mi forma de comunicarme? ¿He cambiado la forma de regular mis emociones?”.
Luego, plantéate: ¿Qué ha cambiado en tu pareja? La mayoría de las parejas que Earnshaw conoce y que se han reunido con éxito tienen respuestas claras a esas preguntas.
“Son capaces de decir: ‘Bueno, hemos crecido. Hemos conseguido trabajos. Hemos madurado. Hemos ido a terapia. Hemos reflexionado y hemos tenido otras relaciones’”, dijo Earnshaw.
Incluso si las circunstancias de tu vida, o las de tu pareja, siguen siendo prácticamente las mismas, es posible que cada uno de ustedes haya crecido emocionalmente, dijo Bobby. Por ejemplo, tu pareja puede haber ido a terapia o haber reflexionado mucho sobre sí misma, indicó. Y esa nueva información puede haber ayudado a la pareja a comprender la toma de decisiones problemáticas en relaciones pasadas.
4. ¿Cómo sabremos si funciona?
Bobby recomienda que, antes de volver a empezar, se fijen unos puntos de referencia que te ayuden a ti, o a los dos, a saber si las cosas van mejor esta vez. Uno de ellos podría ser algo tan sencillo como una evaluación periódica de que no están cayendo en viejos patrones.
“Demasiadas personas pierden años en estas relaciones, yendo por el mismo camino una y otra vez”, dijo Bobby. “Es fácil quedarse atascado”.
Earnshaw dijo que podría ser útil hacerse preguntas como: ¿Confío en que, si vuelven a surgir los mismos problemas, los afrontaré de forma diferente? ¿Hablaré de manera más firme esta vez y pondré límites más claros? ¿Me iré pronto en lugar de alargar las cosas?
Chambers ha trabajado con algunas parejas a quienes les ha resultado útil fijar un calendario para el reencuentro, aunque admite que este enfoque no es adecuado para todo el mundo.
Lo “ven como un contrato de alquiler”, explicó. “Vamos a intentarlo durante seis meses. Y a los seis meses veremos si queremos renovar’”. A veces lo hacen. Y a veces, dijo, se dan cuenta de que “incluso con nuestros mejores esfuerzos, parece que volvemos a encontrarnos con los mismos problemas”.