Según el documento, “con una tasa de logro de educación superior del 45 % para las mujeres y del 37 % para los hombres, la brecha es mucho más estrecha en Chile que el promedio de la OCDE”.
Las mujeres jóvenes en Chile tienen un mejor nivel educativo pero su acceso al mercado laboral es menor y más dificultoso que para los hombres de la misma edad, advirtió Organización para al Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su informe ‘Un vistazo a la Educación 2024’.
Según el documento, “con una tasa de logro de educación superior del 45 % para las mujeres y del 37 % para los hombres, la brecha es mucho más estrecha en Chile que el promedio de la OCDE”.
Pero “aunque las niñas y las mujeres superan claramente a los niños y los hombres en educación, el panorama se invierte cuando ingresan al mercado laboral. Las mujeres de 25 a 34 años tienen menos probabilidades de estar empleadas que los hombres, siendo típicamente la brecha más amplia para aquellas con un nivel educativo inferior al segundo ciclo de secundaria y más estrecha para aquellas con un nivel educativo superior”.
“En Chile, solo el 46 % de las mujeres jóvenes con un nivel educativo inferior al segundo ciclo de secundaria están empleadas, mientras que la proporción correspondiente para los hombres jóvenes es del 77 % (los promedios correspondientes de la OCDE son 47 % y 72 %)”, asegura el informe.
“En contraste, el 81 % de las mujeres jóvenes con un título universitario en Chile están empleadas, mientras que la proporción correspondiente para los hombres jóvenes es del 91 % (los promedios correspondientes de la OCDE son 84 % y 90 %, respectivamente)”, detalla.
A este respecto, “en Chile, sólo el 10 % de las mujeres que ingresan a la educación superior estudian áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, mientras que el 3 % de los hombres ingresaban a áreas relacionadas con la educación”.
En este contexto, el informe advierte que parte de estas cifras están vinculadas a “una brecha en el cuidado infantil de 3 años entre el final de la licencia parental remunerada y el inicio de la educación gratuita de la primera infancia”.
Una brecha que apenas existe en ocho países donde “la educación gratuita de la primera infancia o la educación obligatoria comienza inmediatamente después del final de la licencia parental remunerada”.
A este respecto, el informe aplaude que “con el fin de aumentar la matrícula en los primeros años o entre los jóvenes, doce países miembros y en proceso de adhesión a la OCDE han aumentado la duración de la educación obligatoria durante la última década”.
“Chile no pertenece a este grupo. La educación obligatoria en Chile dura desde los 6 a los 18 años, con un total de 12 años, lo que supera el promedio de la OCDE de 11 años”, resalta.
El informe también constata en Chile una tendencia mundial, que es el crecimiento y la pujanza de la educación superior privada frente a la pública.
“En Chile, la proporción de graduados de licenciatura de instituciones privadas aumentó del 79 % al 82 %”, señala antes de abordar la inversión y los recursos, donde Chile está a la baja respecto a su pares en la OCDE.
“El gasto anual promedio por estudiante desde la educación primaria hasta la terciaria en Chile es de 7.544,dólares en comparación con un promedio de 14.209 dólares en países OCDE. En la mayoría de los países, el gasto aumenta según el nivel de educación.
En Chile, el gasto por estudiante es de USD 6.347 dólares en educación primaria, 6.143 dólares en educación secundaria y 10.718 en educación terciaria”.
“Chile gasta el 5,9 % de su producto interno bruto (PIB) en instituciones educativas en los niveles primario a terciario. Esto es más que el promedio de la OCDE (4,9 % del PIB)” señala antes de subrayar que al contrario que la mayoría de los países de la OCDE, donde la proporción del PIB dedicada a instituciones educativas se ha mantenido en general estable, en Chile aumentó 7 décimas entre 2015 y 2022.
Sin embargo, la inversión pública en educación de la primera infancia en relación con el PIB disminuyó un 12 % entre 2015 y 2021, también al contrario que el resto de la OCDE, donde creció “en promedio un 9 % durante este período”.
Por último, en cuanto a la proporción de alumnos por docente, Chile está por encima de la media de la OCDE con 18 estudiantes por profesor en educación primaria (14 de media en la OCDE), y 19 tanto en el primer ciclo de educación secundaria como en el segundo ciclo de educación secundaria (13 en ambos ciclos de la OCDE).
Respecto a los salarios, entre 2015 y 2023, “y en términos reales (es decir, ajustados por inflación), la nómina de los docentes aumentó un 32 %, en comparación con un aumento promedio del 4 % en los países de la OCDE con datos disponibles”.