BRAGA
www.freepik.es
Una investigación de una prestigiosa universidad estadounidense muestra cuándo la mujer debe prestar atención a un determinado paso del tiempo para mitigar sus efectos y conseguir una vida más larga.
Si hay algo de lo que no podemos escapar es del paso del tiempo y con él de los signos de la edad. Aunque cada vez es mayor esperanza de vida, la clave para alcanzar esa longevidad no ha sido, o al menos hasta ahora, del todo clara.
El trabajo pone la lupa sobre la diferencia entre la edad cronológica y la edad biológica. La primera es la que acumula el organismo con el paso de los años y la segunda alude a la serie de factores de una persona que pueden acelerar o incluso revertir en parte el proceso de envejecimiento.
Un estudio de Harvard muestra que las mujeres expuestas a estos tres importantes factores aceleran su reloj biológico cuando no adoptan una rutina que parece revertir todos los efectos del paso del tiempo que antes no se creían posibles.
El envejecimiento es un proceso esencial en el que nuestro organismo acumula daños, lo que lleva a la pérdida de funcionalidad, lo que conlleva al deterioro de nuestro organismo. Este es el llamado “ciclo de vida” y para saber en qué punto de ese ciclo nos encontramos utilizamos algunos marcadores biológicos que determinan nuestra edad real (más allá de la edad cronológica), situándonos por delante de la media. Contemporáneos cronológicos para apreciar el agotamiento físico que presentamos.
El envejecimiento nos afecta más de lo que podríamos pensar en un principio, ya que investigaciones recientes han demostrado que hay formas en que podemos agregar años a nuestras vidas, rompiendo la creencia de que el paso del tiempo es irreversible.
Los cuerpos de las mujeres experimentan periódicamente épocas de estrés asociados con cambios hormonales, agravados por factores sociales externos como la presión laboral o familiar para “triunfar”, así como por enfermedades. Todas estas experiencias mantienen el cuerpo alerta, lo que promueve la oxidación y degradación del sistema. ¿Cuáles son los tres motivos que más nos hacen envejecer? ¿Podemos detener este efecto y disfrutar de una vida más larga? Eso es lo que dicen en Harvard.
Un estudio sobre el envejecimiento de la Universidad de Harvard publicado en The Harvard Gazette identifica tres momentos que aceleran el envejecimiento en la vida de una mujer, todos ellos relacionados con la salud y cuyos efectos pueden revertirse con una acción oportuna.
En primer lugar, se ha estudiado y confirmado que el embarazo es un factor que acelera el envejecimiento biológico de la mujer. El efecto del embarazo sobre el aumento de la edad biológica es mayor cerca del parto y termina después del nacimiento.
En segundo lugar, la exposición a una cirugía mayor o de emergencia. El estrés al que sometemos al organismo en tales condiciones provoca el envejecimiento biológico, que se revierte cuando finaliza la intervención.
Y en tercer lugar, el factor envejecimiento desencadenado en los últimos tres años se está viendo muy afectado por la Covid-19. Se observó una mejora parcial de la edad biológica en los pacientes hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos por esta afección, lo que no ocurrió en los hombres.
Histórica y popularmente se ha pensado que el envejecimiento biológico es un proceso que no podemos detener ni revertir, pero los expertos en el tema y estudios recientes como este de Harvard demuestran lo contrario.
Cuando el cuerpo ya no está expuesto al estrés que le hace envejecer prematuramente, es capaz de sanar y regenerarse. Hay algunas formas recomendadas que podemos seguir para promover este cambio y promover los efectos antienvejecimiento.
Una dieta basada en frutas y verduras con mucha hidratación es recomendada por expertos antienvejecimiento, quienes dicen que una dieta basada en plantas es óptima para la recuperación, incluso si una dieta mediterránea que excluye las carnes rojas no lo es.
Practica ser minimalista y reduce en todo lo que puedas tu consumo, especialmente aquellas sustancias químicas que dañan nuestro organismo, como el tabaco, la exposición al plástico, etc.
Establecer buenos hábitos de sueño y descanso para una adecuada regeneración celular.
