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Conoce los 6 hábitos que se deben evitar para conseguir un abdomen tonificado y plano según expertos BRAGA

Conoce los 6 hábitos que se deben evitar para conseguir un abdomen tonificado y plano según expertos

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Si no se consigue tener un abdomen tonificado quizás es porque se está consumiendo alimentos que no están favoreciendo a ello. Además, se debe tener en cuenta evitar ciertos hábitos, así lo han explicado expertos en nutrición.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
Para conseguir un abdomen tonificado, es importante evitar ciertos hábitos que afectan negativamente la digestión y el metabolismo. Entre ellos, destacan: 1) evitar alimentos con azúcares refinados que inflaman el organismo, 2) reducir el consumo de comidas grasas no saludables, como las grasas trans y procesadas, 3) limitar la ingesta de sal que favorece la retención de líquidos, 4) no beber demasiados líquidos durante las comidas para no diluir los jugos gástricos, 5) evitar comer rápidamente y en grandes cantidades, ya que dificulta la digestión, y 6) controlar el estrés.
Desarrollado por El Mostrador

Sabemos que tener una dieta equilibrada es fundamental para estar en forma, pero a veces cuesta definir los músculos, en concreto la zona del vientre. Esto se puede deber a ciertas comidas que dificultan las digestiones o incrementan los gases produciendo hinchazón. Asimismo, los malos hábitos como el consumo de alcohol o el café puede que no estén favoreciendo a que tu abdomen esté más plano.

Para saber qué aspectos debemos tener en cuenta en nuestra alimentación 20minutos.es se contactó con Mónica Herrero, especialista en Nutrición y Dietética en el Centro Médico Multiconsulta y el Centro Médico de Cruz Roja en Zaragoza y, miembro de Grupo Top Doctors. La experta enumera seis cosas que debemos evitar si queremos tener un abdomen tonificado y plano.

Hábitos q hay que evitar para conseguir un abdomen tonificado y plano

1. Alimentos con azúcares refinados
La alimentación es fundamental para mantener una buena digestión y una microbiota saludable, pero cada vez añadimos más alimentos procesados con más azúcar, sal, grasas saturadas y trans, que “nos hacen más difícil esa digestión, aparte que no son nada saludables”, añade.
En este sentido, los alimentos que contengan azúcares refinados deben evitarse, ya que son pro-inflamación y alteran la microbiota.

2. Evita el consumo en exceso de comidas grasas
La doctora declara que estas grasas necesitan un aumento de cantidad de enzimas y demás sustancias que se necesitan para hacer la digestión. Esto provoca que se ralentice la digestión. Recomienda sobre todo, no tomar grasas saturadas y trans. “El aceite de oliva, los pescados, frutos secos, palta, tienen aceites saludables que se pueden incorporar sin problema”.

Desde la web oficial de Top Doctors España afirman que hay grasas saludables y no saludables. Las que se deben evitar, o reducir el consumo son las grasas de alimentos procesados o grasas trans. Esto significa que son alimentos tratados por la industria alimentaria.
Algunos ejemplos son las margarinas, y repostería, las galletas, las papas fritas de bolsa… Por otro lado, las grasas más saludables son las de origen vegetal y sin procesar (semillas, aceite de oliva, frutos secos…), porque son ricas en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (omega 3 y omega 6).
Además, son bajas en grasas saturadas, a excepción de la grasa del coco. No obstante, apuntan que las grasas insaturadas o grasas buenas también se encuentran en algunos alimentos de origen animal.

3. ¿Qué pasa si tomo demasiada sal?
El exceso de sal altera nuestras digestiones. Destaca también los alimentos con mucha sal como son los embutidos o precocinados.
Además, “el exceso en el consumo de sal puede provocar retención de líquidos, enfermedades gástricas e incluso ictus o accidentes cardiovasculares“, expresan desde Top Doctors. De esta manera, aconsejan comprar alimentos envasados y preparados cuidadosamente, por eso debes mirar bien las etiquetas, ya que estas revelan la cantidad de sodio que contiene el producto.
También recomiendan comprar aves de corral frescas y congeladas y tener cuidado con los condimentos, en general, las salsas envasadas acostumbran a tener un alto contenido en sodio. Por otra parte, se pueden comprar verduras en las que se especifique que no se ha añadido sal y congeladas sin salsas saladas.

4. No bebas tanto líquido
Aunque te parezca extraño, beber demasiado líquido no ayuda a tener un abdomen tonificado. En concreto, la experta habla de no beber tanto líquido en comidas. ¿Por qué?
Lo cierto es que los líquidos pueden hacer que se diluyan los jugos gástricos y sea peor la digestión. En la dieta general sí que recomienda beber agua y por supuesto “evitar el café, el alcohol y las bebidas excitantes”, básicamente.

5. ¿Qué pasa si como mucha comida muy rápido?
Cuando vamos apuradas de tiempo, porque se nos ha acumulado el trabajo, tienes que recoger a los hijos del colegio, o simplemente has quedado con alguien, puede que aceleres tu comida. Como resultado acabas tu plato en tres bocados y eso no es nada ventajoso para tu salud, según la doctora Herrero.
Debes evitar tomar cantidades grandes de comida, “es mejor comer a lo largo del día pequeñas cantidades que nos sacien y reducir la cantidad de la comida. Sobre todo de la cena, que son más difíciles de digerir”.
Asimismo, la nutricionista aconseja comer más despacio, “la digestión es más pesada y se ingieren más aire y al final más alimentos”. En este aspecto, considera que lo ideal es comer con un horario para todas las tomas, de esta manera nos acostumbramos y nuestro cuerpo tendrá también rutinas digestivas.

Reduce el estrés
Es recomendable reducir el estrés, porque provoca una mayor cantidad de jugos gástricos y con ello también gases. El estrés puede influir mucho en nuestra salud y en el peso, ejemplos de ello son:
• Peores digestiones.
• Te hinchas con más gases.
• Comes peor: no respetas los horarios de comidas y cena.
• No haces ejercicio de una forma rutinaria.
• No duermes correctamente.

Cuando padeces de estrés, se suelen comer alimentos más calóricos, con más sal, grasas, azúcares y sin un control y por ello se puede ganar peso. La comida en ocasiones es un escape a los problemas, estrés o ansiedad, pero que al final se vuelve un círculo vicioso en el cual se repiten las conductas y “no arregla todo aquello que da vueltas en la cabeza, ya sabemos que no es la solución”.

Así es que es fundamental implantar horarios para comer, hacer ejercicio y dormir y respetar estas horas, así como las horas de ocio que nos distraigan, leer un libro, pasear, ver una película…

En definitiva, para tener un abdomen plano, la especialista aconseja llevar una alimentación variada y equilibrada, con un predominio de alimentos vegetales, fruta, verdura, hortalizas, legumbres, cereales con fibra, carne, pescado, huevo fresco, cocinados con aceite de oliva y acompañados de agua. Grasas saludables, como aceite de oliva.

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