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Mujeres jóvenes se transforman en uno de los principales grupos de riesgo de ataque cerebrovascular BRAGA

Mujeres jóvenes se transforman en uno de los principales grupos de riesgo de ataque cerebrovascular

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Los cambios en los estilos de vida, así como factores biológicos exponen a las mujeres a más riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular. En, Chile el ACV es la segunda causa de muerte y el riesgo ha aumentado en población joven.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
La presión arterial no controlada, el sedentarismo, una alimentación poco saludable y ciertas condiciones del embarazo están situando a las mujeres jóvenes en mayor riesgo de sufrir un ataque cerebrovascular (ACV). Factores como la preeclampsia y el uso de anticonceptivos con estrógenos aumentan esta vulnerabilidad. En Chile, 40.000 personas fueron diagnosticadas con ACV en 2023, y más de 8.000 fallecieron. En este contexto, octubre se dedica a la prevención del ACV, destacando la importancia de la rehabilitación temprana y la acción conjunta para frenar el aumento de casos.
Desarrollado por El Mostrador

Presión arterial no controlada, sedentarismo, alimentación poco saludable y ciertas condiciones del embarazo son parte de los factores de riesgo que se están conjugando para situar a las mujeres jóvenes dentro de los grupos de mayor riesgo de sufrir un ataque cerebro vascular (ACV).

El Dr. Víctor Hugo Navia, presidente de Aceve y neurólogo de la Clínica Alemana, explica que “por ejemplo, las mujeres embarazadas tienen alrededor de tres veces más probabilidades de sufrir un ACV. Las mujeres con preeclampsia (presión arterial alta) también están en mayor riesgo. Un resultado reciente es que los anticonceptivos con altas dosis de estrógeno pueden aumentar la probabilidad de sufrir un ACV por lo cual recomendamos conversar con el ginecólogo o la matrona, al respecto. Cuando todos estos factores se juntan con un estilo de vida que, además, no considera actividad física ni cuida de la alimentación, nos enfrentamos a un escenario de mayor vulnerabilidad frente a un ataque cerebrovascular”.

Hasta hace poco tiempo, hablar de ataque cerebrovascular era circunscribirse a personas mayores porque efectivamente era el grupo de mayor riesgo. Hoy, sin embargo, las mujeres son el principal grupo en riesgo de sufrir un ACV. Un estudio reciente muestra un aumento en los casos de ACV en población menor de 55 años, principalmente mujeres en las últimas 2 décadas.

De hecho, en Estados Unidos se estima que una de cada cinco mujeres sufrirá un ACV y que morirán alrededor de 90.000 mujeres al año por esta causa. Así mismo, se estima que los fallecimientos por ACV se incrementarán en un 46% entre 2020 y 2050.

Un ataque cerebrovascular es una afección potencialmente mortal. 40.000 personas fueron diagnosticadas con un ACV en Chile en el año 2023. De ellas, más de 8.000 perdieron la vida. En el mundo, el ACV es la segunda causa de muerte y la cuarta causa de discapacidad. Cuando sumamos muertes por causas cardio y cerebrovascular se convierte en la primera causa de muerte en el mundo, superando a las muertes por COVID en pandemia y las muertes por cáncer sumadas las causadas por enfermedades respiratorias.

“La muerte es el peor desenlace de un ACV, pero también nos preocupa la alta prevalencia de la discapacidad moderada a severa que afecta a los sobrevivientes de un ACV. En esta línea, el acceso oportuno y frecuente a rehabilitación es clave para evitar esos daños. La rehabilitación debe empezar lo antes posible y si bien la recuperación puede seguir en el tiempo, actuar en los 6 primeros meses posteriores al ACV permite mejorar el pronóstico de estos pacientes”, explica el doctor Rodrigo Guerrero, presidente del Mes del ACV de Sonepsyn y neurólogo de la Clínica Santa María.

Octubre es el mes destinado a la sensibilización y prevención del ACV. En este marco, la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn) y la Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (ACEVE), subrayan la importancia de alertar a los grupos en riesgo. Por ello, los doctores Navia y Guerrero destacan la necesidad de actuar unidos -las sociedades médicas, el Ministerio de Salud, las asociaciones de pacientes y el sector privado- para aumentar el conocimiento sobre el ACV. “No debemos resignarnos al aumento de casos, debemos actuar juntos para prevenir, detectar y actuar a tiempo”, puntualiza el doctor Guerrero.

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