BRAGA
En Estados Unidos las opiniones están divididas en torno al aborto. La demócrata Kamala Harris hizo del derecho al aborto uno de sus principales temas de campaña.
Pocos temas tienen en Estados Unidos tanta carga emocional como la interrupción del embarazo. Junto con la economía, el aumento del costo de vida, la inmigración y la sanidad, el aborto es uno de los temas que más preocupan a los votantes estadounidenses.
Las elecciones del 5 de noviembre son las primeras presidenciales desde que, en junio de 2022, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anulara un veredicto que dictaminó la libertad de las mujeres de abortar hasta las 24 semanas de gestación. En aquel momento, una mayoría conservadora de los nueve miembros del Tribunal Supremo votó a favor de anular dicha sentencia.
Según la histórica sentencia del caso “Roe vs. Wade”, de 1973, toda mujer en Estados Unidos tenía derecho a decidir por sí misma si continuar o interrumpir su embarazo.
Desde la decisión del Tribunal Supremo, cada estado ha establecido sus propias normas sobre el aborto, algunas de ellas muy estrictas. En algunos estados gobernados por los republicanos, como Kentucky o Luisiana, el aborto está totalmente prohibido, incluso si fue consecuencia de una violación.
En otros estados, el aborto sólo está permitido al principio del embarazo, es decir, en una fase tan temprana que muchas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que están embarazadas.
Donald Trump, expresidente y actual candidato presidencial republicano, nombró en su primer mandato, de 2017 a 2021, a tres jueces conservadores del Tribunal Supremo, todos los cuales votaron a favor de anular el derecho al aborto en todo el país. Trump está muy orgulloso de ello.
“Fue un gran acto de mi parte”, dijo Trump a principios de septiembre durante el duelo televisivo contra su rival Kamala Harris sobre el fin de la ley del aborto en todo el país. “Hizo falta coraje, y el Tribunal Supremo mostró un gran coraje”.
Harris, actual vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, quiere garantizar que todas las mujeres estadounidenses vuelvan a tener acceso libre al aborto, independientemente del estado en el que vivan.
“Lucharé para devolver lo que Donald Trump y sus jueces especialmente seleccionados del Tribunal Supremo han arrebatado a las mujeres en Estados Unidos”, dijo Harris durante un discurso de campaña en Washington el pasado martes.
En una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew entre finales de agosto y principios de septiembre de este año, los votantes demócratas citaban el aborto como la tercera cuestión más importante en su decisión de voto.
Las dos únicas cuestiones que eran más importantes: la sanidad y las vacantes del Tribunal Supremo, que, en última instancia, tiene que ver con el aborto.
La cuestión del aborto también está muy cerca del corazón de Catherine Romanos. Romanos es ginecóloga en una clínica abortista del estado de Ohio, donde el aborto es legal hasta el momento en que el feto es viable fuera del útero, es decir, hasta la semana 23 o 24 de embarazo.
En la clínica de Dayton, Romanos también atiende a mujeres que no tienen acceso al aborto en su propio estado.
“Las pacientes de aquí vienen de Georgia, Alabama, Arkansas, Texas”, explica Romanos a DW.
“El aborto es una decisión solitaria. Y además, algunas mujeres vienen solas porque sienten que están haciendo algo malo si van a otro estado [a abortar]”.
Le preocupa que, si Trump gana las elecciones, los republicanos puedan introducir más restricciones que dificulten aún más el acceso al aborto.
“Creo que serían malas noticias para cualquiera que tenga útero y para cualquiera que quiera tomar decisiones sobre su propio cuerpo si gana Donald Trump”, afirma Romanos.
Según la encuesta Pew, la economía, la inmigración y la lucha contra la delincuencia violenta son los tres temas más importantes para los votantes republicanos en su decisión electoral. El aborto ocupa el antepenúltimo lugar.
“El aborto es un factor influyente a la hora de llevar a la gente a las urnas, pero especialmente para los demócratas”, afirma Kelly Dittmar, directora de investigación del Centro para la Mujer y la Política Estadounidense de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey.
Los votantes republicanos están actualmente satisfechos con que los Estados decidan sobre el aborto, razón por la cual el tema no encabeza la lista para muchos de ellos, dijo Dittmar a DW.
