Las mujeres lloran y también facturan

La segunda noche del Festival de Viña del Mar 2025 consagró a Myriam Hernández como la “Reina de Chile”. Tal como lo dijeron los hermanos Peralta, la cantante nacional se lució con una batería de éxitos que dejó incluso boquiabiertas a las integrantes del grupo de K-pop NMIXX que estaba entre el público.

Los más de treinta años de carrera de Myriam se notaron sobre el escenario y era imposible no tararear las canciones que son parte del cancionero popular, seas o no fans de la intérprete chilena más reconocida internacionalmente.

Sus últimos meses no han sido fáciles, luego de que se hiciera pública su separación matrimonial, con rumores de infidelidad de por medio y una deuda millonaria que le habría dejado su ex marido y quien fuera su manager por tantos años. Ese cargo hoy lo ocupa su hijo, que estaba emocionado hasta las lagrimas al ver a su madre brillar.

El público la acogió y disfrutó con su repertorio y oficio. En el escenario se veía a una Myriam fuerte, luchadora, que no ocultaba sus emociones pero que quería desplegar todo su talento, independiente de las fallas de sonido en su retorno de audio.

Y Myriam se consagró. La entrega de la Gaviota de Platino -la primera que recibe una mujer- fue un acto de justicia, de resiliencia, de contención y de reconocimiento para la cantante que la hizo llorar a ella, a la Quinta, al público en sus casas y que hubiera sido más emotivo si no hubiera sido excesivamente alargado por una transmisión de “la reuniones del comité organizador” absolutamente innecesario.

Myriam salió fortalecida y anunció su primer Estadio Nacional para mayo, la primera mujer chilena en dar un concierto sola en el recinto deportivo más grande de nuestro país. Porque Myriam está imparable y se está dejando querer por miles de personas que sí la respetan y valoran.

Vuelve el humor a la Quinta Vergara

Luego del fracaso del humor de la primera noche, la comediante chilena Chiqui Aguayo se presentó exitosamente en la segunda noche del Festival de Viña del Mar. Con una rutina de casi una hora, logró conquistar al público de la Quinta Vergara.

Más madura, pero fiel a su estilo, usó el lenguaje que la caracteriza e incluso se rió de tanto cuestionamiento y recalcó que le daba rabia que “a las mujeres se nos obligue a hacer reír sin garabatos“. Su presentación se centró en experiencias personales, especialmente en su rol como madre primeriza, abordando temas cotidianos con humor y autenticidad.

Así, obtuvo las Gaviotas de Plata y Oro por segunda vez en su carrera, convirtiéndose en una de las comediantes más destacadas de nuestro país.

La llamada “noche femenina” termino con toda la potencia dedl dúo Ha*Ash que, a pesar de subir al escenario pasadas las dos de la madrugada, las hermanas Hanna Nicole y Ashley Grace lograron mantener al público de la Quinta Vergara entusiasmado y participativo. con sus canciones de amor, desamor, superación y empoderamiento