
Queratopigmentación: la arriesgada intervención para cambiar el color de ojos
Lo que comenzó como una técnica médica para tratar problemas oculares, hoy es una tendencia estética en alza. La queratopigmentación, una cirugía que cambia el color de los ojos de manera permanente, ha ganado popularidad en redes sociales. Sin embargo, podría tener efectos negativos a largo plazo.
En un contexto donde la búsqueda de la imagen perfecta impulsa a muchos a someterse a procedimientos estéticos invasivos, el cambio de color de ojos es una tendencia que ha crecido entre figuras públicas y en redes sociales.
En 2024, la cantante urbana Yailin “La Más Viral” optó por esta intervención estética y compartió el resultado con sus seguidores, mostrando unos ojos grises que, según explicó, se seguirán aclarando con el tiempo.
Un procedimiento que también se realizó la periodista y participante del reality “Palabra de Honor” Daniela Requena para cambiar el color de sus ojos café a azul. En su momento, defendió su decisión y compartió su satisfacción con los resultados. Sin embargo, recientemente, a través de su cuenta de Instagram, expresó su arrepentimiento respecto a esta cirugía.
Esta intervención es la llamada queratopigmentación, un procedimiento que consiste en modificar de manera permanente el color de los ojos a través de la pigmentación de la córnea.
Una intervención polémica
La queratopigmentación es de por vida. Se realiza mediante un pigmento que tiñe la córnea a través de un láser de femtosegundo para lograr el color deseado. El oftalmólogo Manuel Álvarez explica que, a pesar de que hoy se utilice para fines estéticos, durante años esta intervención se realizaba para pacientes con daño al iris o a la córnea.
“Esta cirugía está diseñada para hacerlo en pacientes que tienen problemas oculares, como por ejemplo, que la córnea está opaca o que está blanquecina por alguna patología”, detalla.

¿Qué riesgos tiene esta cirugía?
Aunque la queratopigmentación puede ofrecer los resultados estéticos deseados, es fundamental considerar los posibles riesgos asociados. Según Álvarez, entre las complicaciones se incluyen infecciones, sensibilidad a la luz, inflamaciones, visión borrosa y, en casos extremos, el desarrollo de un glaucoma, esto es “la pérdida del campo periférico de los ojos y que a futuro puede causar hasta ceguera”.
Además, al ser una técnica relativamente nueva en el ámbito estético, no existen estudios a largo plazo sobre sus efectos. Por ello, el especialista recomienda evaluar detenidamente los beneficios y riesgos antes de someterse a este procedimiento.
Existen otras opciones para el cambio de color de los ojos. Una de ellas es el uso de implantes de iris, una intervención que utiliza prótesis que se implantan en la cámara anterior, en el plano donde habitualmente está el iris.
Sin embargo, esto también puede generar complicaciones graves, como pérdida de visión, cataratas, daño en la córnea e inflamación ocular y está contraindicado a personas que tengan alergia al material de la prótesis.