
Mujeres al mando: avances y retos para la igualdad de género en las empresas en Iberoamérica
La Secretaría General Iberoamericana presentó un estudio sobre la representación de mujeres en los órganos de decisión de 11 países de la región. Las mujeres representan el 25,3% de los miembros de los Consejos de Administración y el 19,1% en los Comités de Dirección.
La Secretaría General Iberoamericana (Segib) presentó el informe “Participación de las Mujeres en los Consejos de Administración de Empresas Iberoamericanas Cotizadas”. En él, analiza la presencia de las mujeres en los consejos de administración y los puestos de dirección de empresas cotizadas en 11 países de la región: Colombia, España, Brasil, Venezuela, Chile, Argentina, México, Perú, Portugal, Uruguay y Ecuador.
Desigualdad persistente y disparidades entre países
Según el texto, firmado por Mónica Chao, Elena Galante y Arturo Jiménez, las mujeres representan el 25,3% de los miembros de los Consejos de Administración (CA) y el 19,1% en los Comités de Dirección (CD), lo que evidencia una brecha notable en la representación de mujeres en estos espacios de decisión. Sin embargo, los datos muestran diferencias marcadas entre los países analizados, especialmente entre los latinoamericanos y los europeos.
Mientras que España lidera la representación femenina con un 33,3% en los CA, Venezuela ocupa el último lugar con solo un 12,8%. El promedio en Europa es de un 37,8% en los Consejos de Administración, muy por encima de Iberoamérica, que no supera el 17,9% en promedio.
Entre los países destacados en términos de representación femenina, España lidera con un 39,5%, impulsada por la legislación de cuotas obligatorias que exige un 40% de mujeres en los CA de empresas cotizadas. Portugal le sigue con un 31,8%, también gracias a políticas públicas orientadas a la igualdad de género.
Por otro lado, países como Perú y Colombia han mostrado avances notables. Perú se destaca como el país con la mayor representación femenina en los Comités de Dirección, con un 32,2%, mientras que Colombia lidera en la región con un 27,3% en los Consejos de Administración.
Como dato positivo, cabe destacar que 10 de los 11 países estudiados cuentan con legislación en materia de igualdad salarial; 8 con sellos oficiales para las empresas que implementan acción por la igualdad y 2 recogen en sus leyes la obligación de implementar cuotas que promuevan el equilibrio.
Durante la presentación, el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, subrayó el alto coste que tiene para la región la subpresentación de las mujeres en los puestos de liderazgo de las empresas y la necesidad de fomentar medidas concretas que las zanjen.
Avances y medidas normativas
El análisis destaca la disparidad en las políticas de igualdad entre Europa e Iberoamérica. Mientras que la Unión Europea lidera con normativas como la Directiva (UE) 2022/2381, que exige un 40% de representación femenina en los consejos de administración para 2026, en Iberoamérica las medidas son en su mayoría voluntarias y limitadas al sector público.
Esto se refleja en los datos: España y Portugal, con normativas más robustas, presentan los niveles más altos de representación femenina en consejos de administración, con cifras cercanas al 40%, mientras que países como Venezuela y Argentina muestran una participación inferior al 15%.
“Cerrar la brecha de género es una de las maneras más eficientes de mejorar la competitividad de nuestras empresas, de impulsar el crecimiento económico y de construir las sociedades más justas e inclusivas. Las ideas no se defienden solas, hacen falta datos y mantener los avances y no permitir ningún retroceso”, sostuvo.
Para Mónica Chao, una de las autoras del informe, “en un mundo donde aún faltan más de 130 años para lograr la igualdad de género, este informe marca un hito en Iberoamérica, al analizar por primera vez se con rigor la presencia de mujeres en los Consejos de Administración y de Dirección en 11 países, combinando revisión bibliográfica y análisis cuantitativo de empresas líderes”.
“La diferencia es significativa: mientras en España y Portugal las mujeres ocupan el 37% de los puestos en los Consejos de administración, en América Latina y el Caribe esa cifra apenas alcanza el 17,9%. Reducir esta brecha es una oportunidad estratégica, pues implicaría un aumento del PIB regional de casi un 8% y un 21% más de rentabilidad empresarial”, agregó.
Retos en la región: disparidades y falta de normativas
En América Latina y el Caribe, persisten desafíos significativos, como la falta de regulaciones efectivas y barreras culturales que dificultan la inclusión de mujeres en cargos directivos. Países como Argentina, Brasil y Venezuela presentan los niveles más bajos de representación femenina, especialmente en los Comités de Dirección. En Argentina, por ejemplo, las mujeres representan solo un 14,5% en los Consejos de Administración, mientras que en los Comités de Dirección este porcentaje baja al 5,9%.
En contraste, las empresas con presencia significativa de capital público (con más del 50% del accionariado en manos del Estado) muestran una mayor representación femenina, con un 30,4% en los CA y un 29,7% en los CD, en comparación con las empresas estrictamente privadas, que registran un 24% y un 21%, respectivamente.
El informe también analiza la representación de mujeres en diferentes sectores económicos, mostrando que la inclusión femenina no es homogénea. Los sectores como servicios financieros, seguros, bienes de consumo y retail están a la vanguardia, con representaciones femeninas superiores al 30% en varios países. Por contra, los sectores tradicionalmente masculinizados, como la minería y la energía, siguen mostrando los peores resultados, con representación femenina por debajo del 20% en muchos casos.
Una realidad que aún tiene que mejorar
El análisis muestra que los países iberoamericanos que forman parte de la Unión Europea lideran en la representación femenina. España y Portugal acreditan con los datos que las políticas públicas han sido clave. En América Latina y el Caribe, si bien países como Perú destacan en los comités de dirección, persisten desafíos importantes, como la falta de regulaciones efectivas y barreras culturales.
También se evidencia patrones comunes y barreras estructurales para la representación femenina en los gobiernos corporativos. Entre los principales obstáculos: falta de regulaciones obligatorias, estereotipos de género persistentes y la baja adopción de medidas inclusivas en sectores tradicionalmente masculinizados.
Factores de impulso como la implementación de cuotas de género en países europeos han demostrado ser efectivas. En relación a ellas, la evidencia indica que su impacto es significativo cuando están acompañadas de mecanismos de supervisión y sanciones claras.
Las empresas que integran la igualdad de género como un eje estratégico han demostrado ser motores del cambio. Estudios recientes muestran que aquellas con una representación femenina superior al 30% en sus órganos directivos logran incrementos significativos en rentabilidad y competitividad.
Además, fomentan una cultura organizacional más inclusiva, adaptable e innovadora, lo que resulta clave en un entorno empresarial global dinámico. Este impacto positivo subraya la importancia de promover prácticas inclusivas no solo como una cuestión ética, sino también como una ventaja estratégica.