El entrenamiento de fuerza en mujeres posee múltiples beneficios como mejoras en salud mental, metabolismo y físico. Pese a esto, muchas mujeres aún no se atreven a incluirlo en sus rutinas de ejercicios por desconocimiento o por algunos mitos. El más común, el miedo a aumentar el volumen corporal.
Existen diversos cambios en el cuerpo de la mujer a lo largo de la vida, desde la pubertad hasta la menopausia. En estas etapas los cambios hormonales afectan el metabolismo, músculos y tejidos. Para esto los ejercicios de fuerza son una buena forma de combatir estos cambios, ya que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y lesiones, que a la larga pueden ser perjudiciales para nuestra salud.
Los ejercicios de fuerza toman protagonismo cada día más en las mujeres. Desde el crossfit, running y hasta pilates, las chilenas cada vez más dejan los prejuicios y miedos atrás, prefiriendo los deportes de mayor impacto, que entregan considerables beneficios tanto físicos como mentales.
Estos beneficios van más allá de ganar fuerza y musculatura, algunos de estos son los siguientes:
Alimentarse bien es fundamental cuado hacemos ejercicio ya que nos proporciona la energía necesaria para realizar la actividad física y acelerar la recuperación. Una dieta equilibrada en carbohidratos, proteínas y grasas saludables ayuda a mantener los niveles de energía, promoviendo la reparación muscular. Además, los nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, son cruciales para el funcionamiento del cuerpo durante el ejercicio y para fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Todos estos beneficios del entrenamiento de fuerza en mujeres pueden incrementar la calidad de vida, sobre todo a medida que pasan los años. Por esto mismo, profesionales recomiendan ejercitarse al menos 2 veces por semana.