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Del calor al frío: los efectos del cambio de estación en la piel y cómo prevenir daños BRAGA Créditos: Cedida

Del calor al frío: los efectos del cambio de estación en la piel y cómo prevenir daños

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Con la llegada del frío, la piel enfrenta deshidratación, mayor sensibilidad y brotes de acné. Expertos advierten sobre la importancia de mantener la hidratación, proteger la barrera cutánea y no descuidar el uso de protector solar, incluso en días nublados.


La piel es muy sensible a los cambios de estación, ya que las variaciones de temperatura, humedad y exposición solar afectan su estado. Con la llegada del otoño y la transición hacia temperaturas más frías, la piel enfrenta nuevos desafíos. 

Después de pasar meses expuestos al sol, el mar y la piscina, muchas personas notan que la piel luce más seca, deshidratada, opaca e incluso, más sensible.

Para mantenerla saludable y protegida, es clave ajustar la rutina de cuidado a las nuevas condiciones, pero ¿cómo lograrlo?

Del calor al frío: los problemas cutáneos más frecuentes

Katherine Barría, dermatóloga y directora médica de la Clínica Dermatológica KB, explica que con la llegada del frio, la disminución de la humedad ambiental y la exposición a la calefacción se altera la barrera cutánea provocando deshidratación y pérdida de luminosidad.

El frío reduce la producción natural de grasa en la piel, lo que la vuelve más seca, tirante y propensa a la aparición de arrugas finas, especialmente alrededor de los ojos”, agrega.

Además, el cambio de estación no solo afecta a las pieles secas, sino que también a las pieles con tendencia acneica o piel mixta, ya que al existir una menor exposición al sol, las modificaciones en la rutina pueden desencadenar brotes de impurezas.

La especialista explica que “es fundamental evitar automedicarse o manipular las lesiones, ya que esto puede generar inflamación y dejar marcas permanentes.

¿Qué pieles son más vulnerables al cambio de estación?

las pieles secas y sensibles suelen ser las más afectadas por los cambios de temperatura y de estación, ya que la disminución de humedad y el uso de calefactores pueden agravar la deshidratación provocando descamación, enrojecimiento e incluso, sensación de tirantez.

Esto debido a que, al transicionar hacia el otoño, la humedad en el aire comienza a disminuir. “El frío y el viento alteran la barrera cutánea, lo que puede generar mayor sensibilidad y reactividad en algunas personas”, explica la experta.

Por otro lado, quienes tienen tendencia a padecer de manchas pueden comenzar a notar que la hiperpigmentación se vuelve más visible con los cambios de estación y temperaturas. Barría comenta que “melasma y otras manchas pueden acentuarse con la transición al otoño si no se mantiene una rutina adecuada de fotoprotección y cuidado”.

Uno de los errores más frecuentes que cometen las personas es dejar de utilizar protector solar de manera rigurosa durante el cambio de temporada. Muchas personas creen que este producto es solo necesario en verano, pero la fotoprotección es fundamental y debe mantenerse durante todo el año. 

Aunque los rayos UVB disminuyen en invierno, los rayos UVA (responsables del envejecimiento prematuro y las manchas) siguen presentes.

Otro de los descuidos más comunes es la falta de hidratación en el cuerpo. La especialista explica que “no solo el rostro necesita crema; la piel del cuerpo también puede resecarse y descamarse, especialmente si hubo exposición solar intensa en el verano, mantener una hidratación adecuada con cremas específicas y evitar duchas con agua muy caliente puede ayudar a prevenir la resequedad y la descamación durante esta época con menores temperaturas”.

¿El protector solar sigue siendo imprescindible en otoño e invierno?

Comúnmente, las personas creen que con la llegada del frío, las bajas temperaturas y la menor exposición directa al sol, el protector solar deja de ser necesario. Sin embargo, esta idea es errónea ya que, la radiación sigue presente incluso en días nublados o lluviosos.

“Aunque no lo percibamos con la misma intensidad que en verano, los rayos UV continúan afectando la piel”, advierte la especialista. Bajo este contexto, recomienda aplicarlo tres veces al día en el rostro y no descuidar áreas expuestas como el escote y el dorso de las manos.

Además, explica que quienes practican deportes o realizan al aire libre deben continuar protegiendo la piel del cuerpo debido a que la radiación solar puede reflejarse en superficies. “El protector solar debe complementarse con sombrero, lentes y ropa outdoor adecuada para maximizar la protección”, agrega.

Consejos para una piel saludable en cualquier época del año

Para mantener una piel sana, saludable y luminosa sin importar la estación del año, la especialista destaca la importancia de un estilo de vida saludable. “La epigenética demuestra que nuestra genética se expresa según nuestros hábitos. Una alimentación equilibrada, un buen descanso, ejercicio regular y estrategias para manejar el estrés son claves para la salud de la piel”, explica.

Asimismo, recomienda seguir una rutina de cuidado adecuada para cada tipo de piel y complementarse con tratamientos médicos, según las necesidades de cada persona. “Por eso es fundamental contar con la guía de un dermatólogo especialista, quien puede recomendar los productos y procedimientos adecuados para cada persona”, concluye la experta.

El cuidado de la piel no debe ser estacional, sino un compromiso constante. Adaptar la rutina a los cambios de clima, mantener la hidratación y no descuidar la fotoprotección son claves para una piel saludable y luminosa en cualquier época del año.

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