Las mujeres lesbianas, al enfrentarse a la discriminación de género y orientación sexual, a menudo encuentran obstáculos significativos para acceder a servicios de atención médica. Esta dificultad puede tener consecuencias negativas tanto físicas como emocionales en su bienestar. La intersección de su género y orientación sexual las coloca en una situación de doble vulnerabilidad, expuestas a la invisibilización, la discriminación y manifestaciones de odio y homofobia.
Además, la falta de información sobre la salud sexual lésbica agrava estas problemáticas. La percepción y manejo de la salud propia están estrechamente ligados a cómo las personas experimentan su identidad no heterosexual. La escasez de recursos y la percepción limitada en torno a las necesidades específicas de salud de las mujeres lesbianas contribuyen a esta situación. Por tanto, es fundamental abordar estas barreras para garantizar un acceso equitativo a la atención médica y promover un bienestar integral para todas las mujeres, independientemente de su orientación sexual.