BRAGA
Tras hacerse viral en TikTok con más de un millón de reproducciones, el equipo de robótica Bunki Suru, quienes representarán a Chile en el torneo más importante del mundo en la materia, conversan con El Mostrador Braga sobre su trayectoria en la representación de mujeres en robótica estos años, y la importancia del trabajo en equipo para lograr las más ambiciosas metas. Para la capitana del equipo, Guilliana Bañados, uno de los mayores desafíos que han tenido han sido los recursos. En una reciente competencia “nosotros teníamos la versión más antigua del robot, el V4 y todos tenían el V5, pero a pesar de que teníamos un robot más chiquitito igual tuvimos súper buenos resultados, de hecho, rompimos el récord chileno de la historia del mundial. Hemos sido el equipo que más alto ha llegado en Chile”, cuenta. Para ella y sus compañeras, lo económico nunca ha sido un impedimento que las desmotive a la hora de competir.
“Hablando de fondos, no tenemos fondos, así que ¿cómo llegaremos a la luna? La respuesta es clara, no iremos”. Este fue el audio en tendencia en Tik Tok que hizo virales al equipo de robótica chileno, Bunki Suru, quienes están a un paso de poder competir en el mundial de robótica Vex Robotics World Championship que se realizará este año en Dallas, Estados Unidos, si es que logran los apoyos necesarios para financiar dicha participación.
A la fecha, el video cuenta con más de 1 millón de reproducciones y ha sido compartido por diversas personalidades e instituciones que desean aportar su granito de arena:
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El video viral e increíble talento no son lo único en lo que este equipo destaca, además, son el primer team que tiene mayoría de presencia y representación femenina, de hecho, solo hay un hombre en el equipo, además de su profesor guía.
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Ubicado en el sector de Playa Ancha en Valparaíso, Bunki Suru, que en español se traduce como “yo diverjo”, es una selección del taller de robótica del colegio Patricio Lynch. Su nombre busca difundir el pensamiento divergente, el cual consiste en entender que existen muchos tipos de inteligencia, más allá de las matemáticas y el lenguaje, y que todas ellas son necesarias y valiosas a la hora de hacer equipos más inclusivos. Este punto es muy importante, porque entre los miembros del team, brillan músicos y artistas tanto como aquellas y aquellos apasionados por las ciencias.
Actualmente, son nueve adolescentes quienes forman esta selección, sueñan con ir al mundial y conversaron con El Mostrador Braga: el robot “Venom”; Guilliana Bañados (18) quien es la capitana del equipo desde 2021, pero miembro desde 2016, acaba de egresar de cuarto medio. Ella entró al equipo porque era muy tímida y deseaba desarrollarse tanto como persona como explorar su pasión por las ciencias.
Loreto Miranda (17) es programadora y conductora del robot, entró al equipo cuando estaba en séptimo básico; Konstanza Díaz (17) se inspiró a participar en el mundo de las ciencias por una profesora que tuvo. Tener una referente femenina en el área fue vital; Kimberly Jiménez (15) entró tras ver al equipo en una feria de robótica, la conquistó la vibra y el trabajo en equipo; Camila Valle (17) tuvo la misma experiencia, el ambiente y la oportunidad de explorar algo así fue lo que la atrajo.
Francisca Soto (16) entró por curiosidad cuando estaba séptimo básico, le sorprendió disfrutar tanto una actividad aunque tuviera que levantarse “a las ocho de la mañana”; Ian Menay (17) deseaba aprender programación, pero una vez dentro del equipo, lo que lo cautivó fue la construcción, narra entre risas que en todos estos años nunca aprendió a programar; María Belén Jamett (16) se unió en un inicio obligada por su mamá, quien quería que su hija tuviera la oportunidad de conocer otros países, sin embargo, no aceptó hasta que el profesor guía del equipo la animó al decirle que veía potencial en ella; Valentina Zamorano (17) actualmente está en cuarto medio, y finalmente su profesor guía e impulsor del taller de robótica, Rodrigo Dahmen.
El equipo se formó el 2012 y todo lo que tenían para partir era una pequeña caja de legos, actualmente, su robot “Venom” ya va por su 30va versión, lo han construido, reconstruido y actualizado en su diseño, programación y funcionalidad muchas veces durante este trayecto, según comenta el profesor Rodrigo, hacer una nueva versión del robot toma aproximadamente nueve meses de intenso trabajo en equipo, ya que deben diseñarlo según un objetivo, conseguir las piezas, construirlo, programar, etc. En este proceso, sentir olor a quemado es uno de sus principales miedos.
El taller en sí agrupa estudiantes desde 7mo a 4to medio y si bien para todas/os es normal que haya muchas mujeres, no fue hasta las competencias internacionales que notaron que en el resto de los equipos las mujeres eran minoría. “Cuando fuimos a competir a Colombia fue choqueante ver realidades mucho más diferentes a las de nosotras. Tres de mis compañeras fueron a practicar con el robot, ellas estaban al centro de la pista y se hizo una ronda de hombres mirando cómo ellas manejaban. El saber que había una cultura distinta fue como wow esto sigue pasando, por eso debemos seguir motivando a las niñas”, comenta Guilliana.
A pesar de ello nunca se han sentido discriminadas por su género, tampoco Ian por ser el único hombre. De hecho, todas consideran que el género “no es tema, porque lo que importa es lo que está aquí (señala su cabeza), no acá (señala su pelvis)”, dice María Belén.
Loreto comenta que cuando entró al equipo primero lo miró “a huevo”, no creía poder aprender tanto, por eso ahora, al ser un grupo compuesto mayoritariamente por mujeres esperan poder inspirar y motivar a chicas más pequeñas, “la idea es pasarlo bien y aprender, de hecho, aprender es muy entretenido. Para nosotras es un orgullo poder representar un porcentaje más femenino”.
Una anécdota que Loreto destacada como curiosa o “dato freak” fue que el 2018 ganaron un diploma como la “mejor barra” por su energía, ya que “nos gusta inspirar y contagiar a otras personas de alegría, nos gritamos a nosotros, en el buen sentido, también a otros. Tratamos de animar a otros equipos porque estamos compitiendo, pero uno se bajonea y nosotros decimos ¡no, ánimo, tú puedes!”, narra.
Ser el equipo que destaca por ser “gritones, alegres y entusiastas” como ellas mismas definen, no es su único logro: en estos años de trayectoria ya han ido a dos mundiales, uno de ellos fue el 2016 con una generación más antigua, y el año 2019 no solo lograron ir al mundial, sino que fueron campeonas en el panamericano.
En 2017 ganaron el premio al mejor diseño de robot en la First Lego League, en 2018 fueron campeones en el torneo Vex EDR y primer lugar en el Regional Valparaíso de First Lego League. Durante 2021 participaron en un sinnúmero de competencias, que por la pandemia tuvieron que ser de forma remota, pero gracias a sus buenos resultados lograron el pase a este mundial 2022.
Bunki Suru compite en tres tipos de competencias, se forman selecciones dependiendo de las edades y los requisitos de cada una, por ejemplo, en las ligas de Lego, pueden participar estudiantes únicamente hasta segundo medio.
Vex, que es en la cual participarán en el mundial, se trata del diseño, construcción y programación de un robot que logre demostrar distintas habilidades, como la precisión, fuerza, equilibrio. De esta manera, poder sortear desafíos como equilibrarse en una plataforma, poder en circuitos agrupar aros, traslado de elementos, todo esto en un tiempo límite.
En Lego First League hay un tapete o escenario en donde también el robot debe sortear desafíos, allí deben construir uno que pueda sobrepasar la mayor cantidad de ellos. También se evalúan los valores del team, como el descubrimiento, trabajo en equipo, diversión, etc.
El tercer tipo de competencia es la de descubrimiento científico, donde deben hacer una investigación casi profesional, muy compleja, cada año hay una temática distinta. En la última en que participaron la temática fue el espacio, por lo que hicieron un huevo madre para reducir el estrés de los astronautas cuando están en el espacio, “era una simulación de estar en el vientre materno, con luces infrarrojas, latidos del corazón, etc.”, explican.
En este contexto, para Guilliana uno de sus mayores desafíos ha sido el tema material, en otras palabras, los recursos. En una reciente competencia “nosotros teníamos la versión más antigua del robot, el V4 y todos tenían el V5, pero a pesar de que teníamos un robot más chiquitito igual tuvimos súper buenos resultados, de hecho, rompimos el récord chileno de la historia del mundial. Hemos sido el equipo que más alto ha llegado en Chile”, cuenta.
A pesar de que con los recursos siempre están al debe, nunca han dejado que sea un impedimento, “trabajamos con lo que tenemos porque sabemos que podemos lograr grandes cosas”, destaca la capitana.
@bunkisuru Locura 🤪 #robotics #robotica #chile #fypシ #valparaiso #vexrobotics #robot #parati #vexrobotics #humor ♬ original sound – Esiah marz
Otro desafío muy grande que destaca el profesor Rodrigo, es que Vex Robotics Chile ha estado en pausa más o menos desde 2019, no saben si volverán a reactivarse y, por tanto, a realizar torneos en Chile, por lo que han tenido que asistir a competencias remotas, por ejemplo en Colombia, para poder optar a tener puntajes que les permitan entrar en clasificatorias.
Normalmente, las selecciones en Chile eligen jóvenes de distintos colegios, van eligiendo “con pinzas” a quienes consideran talentosos, pero en Bunki Suru son todos del mismo centro educativo, “lo que hacemos es formarlos para que alcancen su máximo potencial”, asegura el profesor Rodrigo.
Esto los ha llevado a ser un team conocido dentro de lo que es el mundo de la robótica a nivel país, de hecho, un mensaje que les impresionó mucho de otro equipo nacional fue que les dijeron que “ustedes son el equipo que siempre quisimos ser”. El profesor siente humildemente que su mayor habilidad ha sido poder ver en los y las jóvenes ciertas cualidades que las hacen ser grandes, “algunos tienen una gran cantidad de desconfianza, pero después se dan cuenta de que pueden hacer grandes cosas con sus propias habilidades”.
En este sentido, destaca el compromiso de estos nueve estudiantes, quienes durante el 2021 no se detuvieron, “estaban desde las 14 hrs hasta las 18 hrs trabajando en el taller, tienen un compromiso que no siempre es fácil de ver en otros estudiantes”, dice con orgullo.
Respecto del pensamiento divergente que es tan importante para el equipo, recuerda con gracia que siempre se pelea con el profesor de música por tres alumnas a quien le pide el otro docente “que suelte un rato porque tienen concierto”. Otros alumnos del equipo son artistas, personas en canto y en distintas disciplinas. “No importa la habilidad específica, muchos/as llegaron sin saber nada”, cuenta. Por eso, su política no es esperar algo de ellas y ellos, sino que “descubrir a los chiquillos y chiquillas y que ellas se descubran a sí mismas”.
Tras llegar a más de 1 millón de reproducciones en TikTok, Bunki Suru recibió el amor de cientos de personas tanto en esa red social como en su Instagram, en la primera red gracias al video llegaron a los 12mil seguidores y en Instagram están cerca de los 4mil.
“Nosotros queríamos ser súper responsables explicando para qué se van a usar los recursos. Ese día yo salí a andar en bici, en plan súper deportista -ríe-, y a las 10 de la noche ya teníamos miles de seguidores más, mucha gente preguntando cómo ayudar. TikTok nos borraba los mensajes con los datos de la cuenta a la que podían donar, pero empezamos todos a ayudar, hasta mi mamá se puso a reenviar el mensaje para que la gente supiera dónde depositar, mucha gente ha confiado en nosotros y nos han dado su corazón, no todos donan plata, sino que donan cariño, y es bacán recibir tanto amor, gente que no es ni de Chile nos ha escrito, cuentas grandes y pequeñas nos han difundido”, cuenta Konstanza.
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Finalmente, Bunki Suru seguirá compartiendo en sus redes cómo van avanzando en este camino al mundial, desean construir una plataforma que acerque más la robótica a las personas, especialmente a aquellas niñas que no han tenido la oportunidad de tener una aproximación de este tipo al mundo de las ciencias.
