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Las mujeres masonas de hoy Yo opino

Las mujeres masonas de hoy

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Soledad Torres Castro
Por : Soledad Torres Castro Gran Maestra de la GLFCH.
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En el Aniversario 214 de nuestra Patria manifestamos nuestra preocupación por la falta de voluntad de los actores políticos para avanzar en acuerdos que permitan mayor equidad para los chilenos y chilenas.


En una era en que las mujeres están ganando protagonismo en todos los ámbitos de la sociedad, es crucial destacar el rol que pueden desempeñar las mujeres masonas en la construcción de un Chile más justo, inclusivo y equitativo, donde todas y todos tengan las mismas oportunidades.  

Ad portas de un nuevo aniversario de la República, señalamos enfáticas que la Patria debe acoger a todos y todas con amor, incluidos los representantes de las naciones originarias y los migrantes que llegan a Chile por razones humanitarias, buscando paz, tranquilidad y mejores perspectivas económicas. Al mismo tiempo, con igual fuerza rechazamos cualquier manifestación de violencia, especialmente contra las mujeres. No dudamos en señalar que la convivencia en paz, con diálogo y armonía debe ser nuestro norte. 

La Gran Logia Femenina de Chile es una institución de mujeres presente en todo el país. Desde una mirada laica y librepensadora, buscamos crecer intelectual y espiritualmente. Nacimos en 1983, pero es en este siglo que hemos logrado crecer en Santiago, expandirnos a las capitales regionales y esperamos estar pronto en otras ciudades del territorio. En estos 41 años también hemos llevado luz masónica a mujeres de Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú y Panamá. La masonería femenina también existe en otros países del continente y en Europa, Turquía y Camerún. Mantenemos lazos fraternos y nos reunimos presencial y telemáticamente en ocasiones relevantes para nosotras. 

Las masonas, igual que los masones varones, representamos una gran diversidad de posiciones políticas y religiosas, siempre movidas por los principios de libertad, igualdad y fraternidad; de respeto, tolerancia y empatía por las ideas de los demás. Sabemos que los seres humanos somos distintos y únicos y que ante todo debe prevalecer su dignidad como personas. 

Junto con lo anterior, nos unen ideas como la necesidad de alcanzar consensos en materias de protección social mínima. En el Aniversario 214 de nuestra Patria manifestamos nuestra preocupación por la falta de voluntad de los actores políticos para avanzar en acuerdos que permitan mayor equidad para los chilenos y chilenas. Estamos convencidas que, para que exista paz duradera, es necesario resolver conflictos que se arrastran por décadas en materia de salud, educación y pensiones, entre otros muchos sin resolver.   

En el largo plazo, la masonería hace énfasis en la necesidad de impulsar la educación laica y librepensadora como motor de movilidad social y de apertura de conciencia. Especialmente en esta era de cambios vertiginosos y en que las fronteras de la inteligencia humana y la inteligencia artificial son cada vez más difusas, la educación nos permite discernir entre lo verdadero y lo falso, nos abre el camino a la libertad, para ser mujeres reflexivas, empoderadas y plenas. La libertad ha sido especialmente esquiva para las mujeres y a ella aspiramos porque es el único camino para que el principio de igualdad sea real entre los seres humanos.  

Por último, queremos recalcar los avances que se han producido este año para acortar las brechas de género. En primer lugar, la recién aprobada Ley 21.643, también llamada Ley Karin, que modifica el Código del Trabajo y otros cuerpos legales en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral sexual y de violencia en los espacios laborales. 

En segundo lugar, la promulgación en junio de la Ley 21.675, que estatuye medidas para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en razón de su género, la cual por primera vez abarca todas las fases y expresiones de la violencia hacia las mujeres en los distintos espacios de la sociedad. 

Ambos cuerpos legales ponen en el centro la dignidad de las personas con perspectiva de género, lo que nos brinda una luz de esperanza en cuanto a que todas y todos podemos aspirar a una real equidad como seres humanos.  

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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