Sin perjuicio de que aún falta mucho camino por recorrer en el ámbito de la igualdad entre hombres y mujeres, el hito que marca el 4 de septiembre de 1952 en Chile, merecerá siempre un especial reconocimiento.
El sitio web de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, destacó al 4 de septiembre de 1952 como la efeméride que conmemora la elección presidencial en que se ejerció el primer derecho femenino al sufragio, de acuerdo con la Ley N°9.292. Esta normativa fue promulgada el 8 de enero de 1949, publicándose en el Diario Oficial el 14 de enero del mismo año, bajo la presidencia de Gabriel González Videla.
El texto mencionado “Modifica la Ley General sobre Inscripciones Electorales en su texto refundido en la forma que señala” y en su articulado estableció el derecho a voto para las mujeres en elecciones parlamentarias y presidenciales, así como el derecho a ser elegidas en esos cargos.
La norma concretó definitivamente la implementación del sufragio universal e igualitario, incorporándose plenamente la mujer al sistema político nacional, sin perjuicio que, solamente el 29,7% de las mujeres capacitadas para votar se encontraban inscritas para sufragar.
Cabe agregar que en virtud de lo prescrito por la Ley N°5.357 promulgada el 15 de enero de 1934 y publicada en el Diario Oficial el 18 de enero del mismo año, se estableció la posibilidad de que las mujeres votasen en las elecciones municipales, quienes podían ser electas como regidoras.
A setenta y dos años de la plena incorporación de la mujer a la vida política de Chile, parece oportuno reflexionar en torno a situaciones que hoy se develan como absolutamente obvias e indiscutibles, pero que hace menos de cien años constituían toda una novedad, puesto que, en el primer cuarto del siglo XX en toda América Latina, las mujeres no eran sujetos de derechos políticos.
Se debe recordar también que, en el ámbito del Derecho Privado, recién en el año 1989 entró en vigencia la Ley N°18.802 que por definición le concedió, entre otras cosas, plena capacidad a la mujer casada en sociedad conyugal, la que hasta ese momento era considerada como incapaz relativa e innovó en derechos y obligaciones entre cónyuges.
Sin perjuicio de que aún falta mucho camino por recorrer en el ámbito de la igualdad entre hombres y mujeres, el hito que marca el 4 de septiembre de 1952 en Chile, merecerá siempre un especial reconocimiento.