Publicidad
Mujeres que cuidan a mujeres: ¿Hablemos de revictimización? Yo opino

Mujeres que cuidan a mujeres: ¿Hablemos de revictimización?

Publicidad

Desarticular como sociedad a la cultura de la violación, no solo supone aprender el valor del consentimiento, sino también dejar atrás prácticas revictimizadoras. Devolver a las víctimas la dignidad saqueada es urgente.


A raíz de los últimos sucesos mediáticos en nuestro país, como asociación nos gustaría reflexionar y profundizar en el tema de la revictimización.

La palabra consentimiento, al parecer, llegó para quedarse en nuestro vocabulario; hoy todo el mundo la menciona y parece que como sociedad hemos aprendido que este concepto que implica libertad, información clara, aceptación específica, posibilidad de reversarlo y entusiasmo al entregarlo, es la base de toda relación sana, equilibrada y respetuosa.

Pero la cultura de la violación encierra otros conceptos semánticos sobre los cuales aún no hemos hecho una reflexión necesaria y urgente.

¿De qué hablamos cuando hablamos de revictimización?

Nosotras, profesionales de la salud y específicamente de la salud sexual y reproductiva de mujeres de todas las edades, somos testigos de un sin número de historias que encierran vivencias de todo tipo en relación al maltrato, el abuso de poder, el chantaje económico, la coerción psicológica y el abuso sexual. Curamos enfermedades, pero al mismo tiempo, escuchamos, sin preguntar ni menos juzgar, contenemos y, a veces, cuando se nos permite, opinamos y aconsejamos de manera respetuosa.

Lo que se conversa en la privacidad de una consulta y lo que se explicita en la ficha médica se mantiene en reserva, tanto por ética profesional como por respeto, precisamente para no revictimizar. 

Esto que para l@s profesionales de salud parece algo sencillo de entender pareciera no ser vislumbrado con claridad en otros espacios y por otr@s profesionales.

Es así que por estos días nuestra sociedad observa impávida cómo de manera sensacionalista, se desconfía, se expone, se cuestiona e incluso se obtiene rédito de las víctimas y sus historias. 

Creemos que es urgente, a propósito de casos mediáticos en que vemos violencia en contra de la mujer, conversar de estas temáticas e insistir que estos temas deben ser tratados con el mayor cuidado, evitando toda revictimización y que cada cual en el espacio privado y sobre todo público se haga responsable y sea garante de estos principios. 

Reconocemos como un gran avance la implementación de leyes como la ley Antonia (21523), que tiene por objeto mejorar las garantías procesales de las víctimas de delitos sexuales, proteger sus derechos y evitar su revictimización, pero invitamos a una reflexión…. ¿y si fuera yo, mi hermana, mi hija o alguna de las mujeres que quiero?, ¿Me gustaría que en todos los espacios se hablara en detalle del robo de mi voluntad o la de ellas?. Seguro que a esa simple pregunta diríamos que NO.

Lo que debería ser enfocado de manera cuidadosa, con cautela, sigilo y respeto no puede convertirse en un evento mediático.

Desarticular como sociedad a la cultura de la violación, no solo supone aprender el valor del consentimiento, sino también dejar atrás prácticas revictimizadoras. Devolver a las víctimas la dignidad saqueada es urgente, porque es parte esencial para iniciar el proceso de sanación y detener la cultura de la violación en todas sus expresiones.

Ginecólogas chile es un grupo de ginecobstetras autoconvocadas, con el interés en común de integrar el enfoque de género en el estudio y ejercicio de la especialidad. Queremos mejorar la atención de salud de la mujer en todos los ámbitos, con énfasis en el buen trato y las buenas prácticas. Nos mueve el respeto irrestricto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las diversidades sexo genéricas y pretendemos ocupar todos los espacios posibles por salvaguardarlos. Promovemos el enfoque de género, la autonomía de los cuerpos y la justicia de género en las atenciones de salud de la mujer y entendemos que el género es un determinante de salud.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias