
Día Internacional de la Visibilidad Trans: “Hasta la IA está dispuesta a aprender”
Este 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Trans, una fecha instaurada en 2009 por la activista trans, Rachel Crandall, con el propósito de visibilizar las experiencias, luchas y derechos de quienes históricamente han sido silenciades.
En redes sociales, diversas organizaciones han convocado a una jornada de encuentro, reflexión y resistencia, en un contexto donde las violencias hacia las personas trans y disidentes no solo persisten, sino que se intensifican.
Hoy más que nunca, esta fecha cobra fuerza. Las personas trans enfrentan discriminación, exclusión y violencia a nivel familiar, educativo, sanitario y político. Según la ONU, corren un riesgo significativamente mayor de sufrir acoso, agresiones y asesinatos, especialmente en contextos donde proliferan discursos de odio y leyes regresivas.
Un ejemplo de este retroceso es el ataque a lo que ciertos sectores denominan la “agenda woke”. Es importante recordar que woke —una palabra de origen afroamericano— significa estar consciente de las injusticias sociales. Esta “agenda” incluye la defensa de los derechos LGBTQ+, el feminismo, la lucha antirracista y la inclusión de grupos históricamente oprimidos. Lejos de ser una imposición, representa una respuesta urgente frente a siglos de exclusión.
Este año, además, las organizaciones han puesto el foco en la tecnología y el papel de la inteligencia artificial en la reproducción de sesgos. En su declaración, señalaron: “En un mundo donde la inteligencia artificial refleja las mismas exclusiones de siempre, exigimos que nuestras identidades sean parte de los datos, de los algoritmos y de la historia digital”.
A raíz de esto, decidí preguntarle directamente a una IA: ¿tienes exclusiones y sesgos frente a las personas trans?
Su respuesta fue clara: aunque no tiene intenciones propias, puede replicar los prejuicios con los que fue entrenada. Sin embargo, también dijo algo que me hizo reflexionar profundamente: puede aprender a no excluir.
Y entonces, como formadora de matronería, como profesional comprometida con los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, me sentí interpelada. Si incluso una inteligencia artificial puede aprender a no discriminar, ¿por qué como sociedad seguimos desconociendo e invisibilizando la trans diversidad?
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