
Mujeres en la pesca artesanal: avances y desafíos pendientes
En Chile, miles de mujeres dependen de la pesca artesanal para su sustento y el de sus familias. En las últimas décadas, el rol de las mujeres ha aumentado de manera importante. Ellas representan aproximadamente el 25% del sector, desempeñándose no solo como pescadoras, armadoras y buzas, sino también en actividades conexas y que son esenciales para el sector, como el armado de redes, la selección, el procesamiento y la comercialización de productos del mar. También se ha fortalecido, de manera lenta pero progresiva, su presencia en espacios de toma de decisiones, aumentando su participación en cargos directivos en un 11% en los últimos años, demostrando así su rol clave en la gobernanza del sector.
Dos hitos muy relevantes preceden estos logros: la promulgación de la Ley de Equidad de Género en Pesca y Acuicultura y la promulgación de la Ley 21.370 en 2021, que visibilizó formalmente su contribución e impulsó la creación del Registro de Actividades Conexas, así como también las bases legales para avanzar en la conformación paritaria de los espacios de gobernanza establecidos en la Ley General de Pesca y Acuicultura. A la fecha, más de 10.000 personas se han inscrito en este registro, de las cuales un 72% son mujeres. Este avance no ha sido casual, sino el fruto de un trabajo sostenido por parte de muchas de ellas, quienes han luchado por el reconocimiento de sus derechos y por una mayor equidad en la pesca artesanal.
A pesar de los avances que ha logrado este Gobierno chileno para reducir las brechas de género, como la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer; el Copago Cero en el sistema de Salud Pública o la ley de pensión de alimentos; aún persisten desafíos estructurales que dificultan el pleno desarrollo y autonomía económica de las mujeres. Para avanzar en esta materia, es crucial abordar tres ejes fundamentales: acceso equitativo a financiamiento y protección social, capacitación con enfoque de género y acceso a tecnología.
Aunque existen mecanismos, muchas mujeres enfrentan dificultades para acceder a créditos y programas de inversión debido, principalmente, a la falta de garantías o trabas que tienen un origen obsoleto, como estar legalmente casadas. Es urgente transformar estos instrumentos para que respondan a sus necesidades actuales y fomenten su autonomía económica.
Asimismo, debido a la alta informalidad del sector pesquero artesanal, la vulnerabilidad de las mujeres es muy alta. Por eso, es importante continuar profundizando en mecanismos que garanticen la protección social de las mujeres de la pesca artesanal, promoviendo el cumplimiento de las responsabilidades y derechos laborales.
Por otra parte, impulsar instancias de capacitación con pertinencia territorial resulta fundamental para reducir las brechas de género. Al fortalecer sus conocimientos en gestión empresarial, comercialización y normativas sanitarias, se puede incrementar su participación en mercados más competitivos.
Hoy el acceso a formación sigue siendo desigual, especialmente en zonas alejadas donde la oferta de programas especializados es limitada.
Asimismo, la incorporación de tecnología en la pesca artesanal no sólo optimiza los procesos productivos o es parte del cumplimiento normativo, sino que puede marcar la diferencia en la rentabilidad de los emprendimientos liderados por mujeres. Herramientas digitales para la venta directa, equipamiento adecuado para la manipulación de productos y tecnologías que optimicen el uso de los recursos marinos son clave para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de sus actividades. Reducir la brecha tecnológica es una tarea pendiente para fortalecer su participación en un sector en constante transformación.
En esta línea, iniciativas como el Proyecto Humboldt II, impulsado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), buscan abordar estos desafíos de manera integral e intersectorial, promoviendo la capacitación, el fortalecimiento de emprendimientos y la consolidación del rol de las mujeres en el sector pesquero. Cuando se avanza en la plena participación de las mujeres en los distintos sectores productivos, no sólo se avanza en justicia social, sino también es una estrategia clave para el desarrollo sostenible de las comunidades costeras.
La equidad de género en la pesca artesanal no es solo un desafío; es una necesidad impostergable para el futuro de Chile.
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