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Prisioneros piratas

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El lunes sale al mercado "El caset pirata", registro en vivo de las distintas épocas de Los Prisioneros. La selección de los temas así como el arte de carátula estuvo a cargo de los propios músicos, que de paso jugaron a estrellas: los cien primeros discos vienen autografiados.


Cuando la EMI decidió publicar el primer trabajo en vivo de la banda más importante de los 80 tuvo que enfrentarse a dos dilemas: el primero, optar por mejorar el sonido de las grabaciones o sólo remasterizarlas respetando la sonoridad original; el segundo, cómo obtener la anuencia de los músicos que durante años han protagonizado peleas y encontrones varios.



El primer inconveniente fue fácil de resolver. La opción de mantener el agreste sonido de estas canciones registradas entre 1986 y 1991 era un punto a favor, ya que colaboraría con el objetivo del álbum: ser el testimonio de una época. Lo segundo fue mucho más complicado: volver a reunir a los tres sanmiguelinos que determinaron la historia del rock chileno no era tarea fácil.



Pero la misión se logró. Con bastante recelo al principio y de manera bastante paulatina, Claudio Narea, Jorge González y Miguel Tapia volvieron a interactuar, específicamente para seleccionar los temas y la imagen que tendría este álbum. Material de propiedad de Jorge González y del propio sello fue reescuchado por los músicos, quienes finalmente optaron por 11 temas interpretados durante diversas presentaciones en Chile.



Y aunque los ex Prisioneros descartan cualquier tipo de reunión y nadie afirma que estos encuentros fueron del todo placenteros, algo del antiguo espíritu del grupo se respira en este trabajo. No es casual que muchas canciones duren más de ocho minutos y que no aparezca la imagen del grupo en la carátula. Las siempre irónicas intervenciones de Jorge y la simpleza (y frescura) musical de muchas interpretaciones son la tónica del disco. Mención aparte merece la interpretación de "Sexo" -registrada en Temuco en 1986-, donde González se burla de la fiebre por Soda Stereo de aquellos años y de la nula presencia de Los Prisioneros en la prensa nacional.



Mezclado por el propio Jorge González y remasterizado por Atom Heart ( el mismo músico alemán con quien González realizó el abortado proyecto Gonzalo Martínez y las Congas pensantes) el disco será editado además en Colombia, México, Venezuela y Estados Unidos. Lo que grafica el interés que aún despierta la banda en gran parte del público, un interés que el mercado y los músicos obviamente no pueden ni deben desaprovechar.

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