En la ceremonia de matrimonio de la cantante norteamericana Madonna y el director de cine británico Guy Ritchie, recibirán cada uno un rollo de papel higiénico como talismán para que su matrimonio sea longevo y sólido.
La reverenda Susan Brown, quien oficiará el próximo viernes el enlace en la pequeña ciudad escocesa de Dornoch, obsequiará a la «material girl», de 42 años, y a su flamante esposo, de 32, con el extraño regalo.
Así lo manda la tradición que ha impuesto la revenda Brown por considerar que «el papel higiénico es largo y fuerte, que es lo que espero de su matrimonio».
Brown, de 41 años, además de ser una de las pocas mujeres que tienen el cargo de reverenda de la iglesia anglicana, es considerada «moderna» por sus parroquianos, lo que, ciertamente, no desentona con la pareja que unirá en matrimonio.
«El otro día estaba hablando con la madre de una novia que casé hace cierto tiempo y me dijo que su hija todavía conserva los rollos de papel higiénico», declaró con entusiasmo Brown a la prensa.
Lejos de Hollywood y de la ruidosa ciudad de Londres, donde la cantante acaba de comprar una mansión en el barrio de moda de Notting Hill, la boda se celebrará en el bucólico paisaje escocés.
Los detalles
Aunque todavía no está claro si la pareja se casará en la catedral de Dornoch o en el cercano castillo de Skibo, está previsto que el hijo de Madonna y Ritchie, Rocco, de menos de un año, sea bautizado el mismo viernes en dicho templo religioso.
Sea como fuere, la catedral de Dornoch atraerá sin duda ese día a un numeroso público deseoso de presenciar la boda de la famosa pareja y los no menos famosos invitados que se cree que asistirán.
Después de la ceremonia del enlace, el matrimonio y sus invitados se reunirán en un banquete en el castillo de Skibo, que, con 21 habitaciones, ofrecerá a sus huéspedes los manjares y las mejores bebidas de Escocia.
Construido a finales del siglo XIX por el escocés Andrew Carnegie, quien hizo fortuna en Estados Unidos, el castillo de Skibo ofrecerá a los recién casados y a sus invitados un ambiente campestre y una atmósfera relajada.
Después del banquete, comenzará una fiesta con música y bailes tradicionales escoceses, en la que se derramará el whisky de la tierra hasta la madrugada.
Madonna y Ritchie dormirán en una de las suites del castillo, al que está prohibida la entrada a los menores de edad, lo que, a menos que se haga una excepción, impedirá que los dos hijos de la cantante, Lourdes y Rocco, estén presentes en el acontecimiento familiar.
La ceremonia y la fiesta que seguirá contrastarán sin duda con la primera vez que Madonna se casó, concretamente con el actor Sean Penn, en 1985, en Malibú, California.
La multitud de curiosos y el ensordecedor ruido de helicópteros que sobrevolaban el lugar en esa ocasión estuvieron a punto de echarlo todo a perder, ya que consiguieron crispar los nervios de los novios y de sus invitados.
EFE