El músico nacional lanza, tras cuatro años de minuciosa preparación, su segundo álbum solista, "Machi": 14 temas que navegan entre la experimentación musical y las referencias a la espiritualidad mapuche junto a un único y gran protagonista, el bajo.
Dos años tuvo que esperar Jorge Campos para tener entre sus manos a "Machi", el bajo doble especialmente construido por la empresa alemana Warwick, especialista en instrumentos de cuerda, en base a un prototipo creado por el propio músico. Junto a él y sus otros dos bajos, Jorge Campos dio vida a este álbum bautizado con el mismo vocablo que dio carácter a su instrumento, en clara alusión a la influencia de la espiritualidad indígena que gatilló la creación de este trabajo.
"Para mí este disco es como mi opera prima, estoy super contento con todo lo que he volcado ahí", señala Jorge Campos en relación a Machi, su segundo álbum solista luego de La magia necesaria de 1995.
"Este bajo con doble cuerda, que es casi una guitarra, muy cercana al guitarrón chileno, nace de mi necesidad de experimentar musicalmente. De super chico empecé a hacer música como medio experimental, es un interés de siempre. A los 18 años ya tenía un grupo en la [Universidad] Católica. A lo mejor después la cuestión histórica me determinó por otros caminos, pero con Fulano también hemos hecho bastante experimentación", relata a El Mostrador el bajista de Santiago del Nuevo Extremo, Congreso y, por cierto, Fulano.
La comparecencia de la transcendencia mapuche en el trabajo de Campos deviene como resultado de un profundo proceso de búsqueda espiritual emprendido por el músico hace años: "Encontré que la primera expresión espiritual de mi tierra es la de los mapuches, es lo más cercano a mí. Con esta cultura fue la primera vez que hubo una cuestión espiritual fuerte, con toda una simbología detrás. Y todo esto está concentrado en la figura de la machi".
"Este bajo -continúa el bajista- fue el medio para homenajear a esa espiritualidad, el instrumento liberó todo lo que yo tenía, fue un proceso super bonito".
El disco, que será distribuido en el extranjero, puntualmente en Estados Unidos y algunos países de Europa, está compuesto por 14 temas que atraviesan diferentes matices del rock progresivo y sinfónico, con algunos guiños al jazz y el folclor chileno. "Alguna vez intenté definir el disco y me sonaba como etno-tecno-metal, pero también está fuertemente influenciado por lo que hecho siempre como músico, tiene mi matriz rockera", puntualiza Campos.
Otro elemento que destaca en Machi es la utilización de voces externas: "Aparece la voz de mi hijo cuando tenía dos años, las grabaciones de la ceremonia donde una machi me bendijo el bajo. Esas voces son sonidos, yo canto mucho en el disco intentando cantos armónicos, en realidad son efectos más que voces".
El complejo resultado -Campos está consciente que su trabajo no es fácilmente digerible ni apto para cualquier oído- es fruto de un complejo proceso: el músico registró una media de 16 pistas de bajo por tema, "y las baterías están en como 20 tracks. También hay tres o cuatro temas con baterías secuenciadas".
Disfrute de un extracto del tema «Horisono».
Una vida junto al bajo
Reconocido como uno de los mejores bajistas del medio, Jorge Campos tuvo su primer encuentro con las cuatro cuerdas a los 12 años. Al poco tiempo ingresó al Conservatorio a estudiar contrabajo, consagrando toda una vida -hoy tiene 43 años- a su pasión por la música.
"Yo no sé por qué el bajo me atrajo tanto, pero supongo que tiene que ver con una cuestión que es bien de acá, de Chile y que tienen los mapuches; es algo como medio telúrico, de sonoridades con más peso. Lo telúrico, lo más profundo, hay varias cosas ahí que se conjugan", explica Campos.
El bajista se siente satisfecho de las posibilidades de experimentación que ha tenido en su carrera de músico -"a mí me tocó la época donde se descubrió el bajo eléctrico, donde aparecieron varios tipos que lo sacaron de ese rol secundario que tenía", dice- y reconoce como único maestro a Jaco Pastorius, ex integrante de Weather Report, grupo donde compartió crédito con Pat Metheny.
Su virtuosismo lo llevó a realizar el primer video de una clínica de bajo en español, que fue distribuido a toda Latinoamérica y que el próximo año se exportará, junto con el disco, al mercado anglosajón.
El próximo 5 de enero, Jorge Campos presentará en vivo a Machi, en la sala de la SCD. El músico ya se encuentra ensayando con una banda que reunió especialmente para la ocasión: Marcelo Concha, bajista de Sol y Lluvia, Ricardo Henríquez, en bajo, Roberto Martínez en batería, Carlos Vassily en batería y Giorgio Aras en percusión.
Durante los meses de verano tiene también planeado presentar el disco en Temuco, Pucón y Concepción. Pese a lo apretado de la agenda, Campos continúa las actuaciones junto a la banda donde se inició profesionalmente: Santiago del Nuevo Extremo. Para enero tienen cinco fechas en Santiago y la quinta región.
"Con Congreso tenemos harta música nueva -cuenta el músico sobre sus otros proyectos-, estamos medio mareados con tanta cosa que hay, estamos tratando de llegar a un concepto de disco que satisfaga a todos. Y con Fulano… nunca se sabe lo que puede pasar. Nos podemos llamar el fin de semana y el lunes ya estamos ensayando".