REM clausuró en la madrugada del domingo con una gran presentación la segunda jornada del festival, marcada por la música alternativa de las bandas extranjeras.
En su recital, REM recorrió todas las fases de su carrera, que arrancó a comienzos de los años ochenta, y mostró una productiva mezcla de madurez musical e imaginación juvenil.
Michael Stipe reiteró en cada canción su total dominio del escenario. El vocalista llegó a interrumpir el concierto para mostrar su aprecio por Brasil tomando una caipirinha.
El público aplaudió canciones como «What’s The Frequency, Kenneth?», «Stand» y «Man On The Moon» pero sólo se entregó totalmente cuando la banda hizo sonar sus temas más conocidos, como «Losing My Religion», «The One I Love» e «It’s The End Of The World As We Know It».
Frente a un escenario luminoso, que mostraba figuras tan variadas como lo pueden ser una taza, un delfín y una banana, el grupo tocó por primera vez en un concierto dos canciones que estarán en su próximo disco: «She Just Wants to Be» y «The Lifting».
Beck agregó imaginación al gigantesco escenario principal del festival, al que llevó su fusión entre música electrónica e instrumentos tradicionales del rock.
El músico, admirador de la Bossa Nova, interpretó canciones como «Tropicalia», «Loser» y «Devil’s Haircut», reverenciadas en el mundo alternativo pero que no conquistaron a la platea carioca.
Foo Fighters, banda liderada por el ex batería de Nirvana, David Ghrol, interpretó todos sus éxitos, pero no alcanzó alto vuelo musical. Sin embargo, sus canciones más populares, como «Learn To Fly», «Big Me», «I’ll Stick Around» y «Everlong», agitaron a muchos de los presentes.
La nostalgia se apoderó de los seguidores de Nirvana cuando Ghrol recordó con muy buena técnica sus tiempos como batería del grupo.
La mayoría de los presentes se entregó a la música de Barao Vermelho, una de las más importantes bandas de la historia del rock brasileño. Gracias a la enorme cantidad de canciones famosas acumuladas en sus discos en las dos últimas décadas, Barao Vermelho se dio el lujo de ofrecer una presentación repleta de éxitos del primero al último tema.
Pese a que fue la tercera de seis bandas en presentarse, el grupo construyó con canciones como «Pro dia nascer feliz», «Pense e dance» y «Bete Balanzo» el puente más sólido con la audiencia en toda la jornada.
El otro momento de mayor conexión entre el escenario y la platea lo logró la roquera brasileña Cássia Eller, quien abrió la jornada aún bajo la claridad del sol y dejó patente la fuerza de su voz.
La irreverente Eller, que no tuvo empacho en alzarse la blusa para mostrar sus senos al público, interpretó éxitos de otros autores brasileños, como «Segundo sol», de Nando Reis, y extranjeros, como «Come Together», de los Beatles y «Smells Like Teen Spirit», de Nirvana.
A Eller le sucedió en el escenario principal del Rock in Rio la cantante carioca Fernanda Abreu, que por momentos rompió la tibieza de la audiencia con su ritmo bailable.
EFE