El instituto Ítalo-Latinoamericano, en colaboración con la embajada de Chile en Italia, inaugurarán este 15 de enero, en las ex Escuderías del Palacio Santacroce, en Roma, la muestra Italia & Chile, artistas emergentes cuyo curador es el poeta nacional Antonio Arévalo. Incluye fotografía, pintura, video e instalación.
El 15 de enero se inaugurará en la galería del Instituto Ítalo-Latinoamericano, ex Escuderías del Palacio Santacroce, en Roma, la exposición Italia & Chile, artistas emergentes cuyo curador es el poeta chileno Antonio Arévalo.
Chilenos e italianos, nacidos al final de los años setenta, en el marco de la divulgación y promoción de culturas emergentes, integran el selecto grupo de artistas que pretende iniciar un intenso intercambio cultural entre ambas naciones.
"Patricia Rivadeneira, que es la agregada cultural en Italia, logró desempolvar una ley de reciprocidad cultural entre ese país y Chile que, hasta este momento, no se había realizado. Con este interés de ambas partes, logramos reunir recursos de los dos países para poder hacer esta exposición, donde involucro a 12 artistas chilenos y 12 artistas italianos", comenta Arévalo, radicado hoy en Italia.
– ¿Cómo se origina esta suerte de intercambio cultural entre Chile e Italia?
-Vine a Chile en el 2001, auspiciado por el Ministerio de Educación, a realizar una exposición de pintura y fotografía con artistas italianos que trabajaban con las nuevas tecnologías. Se denominaba Made in Roma. Doce artistas incluían esta exposición, que tuvo bastante éxito y que significó mi regreso al país, porque desde 1993 que no venía.
Regresando a Roma, Chile me nombró comisario en la penúltima bienal de Venecia y obtuve una mención de honor por parte del jurado internacional. En Chile, propuse la misma exposición, pero esta vez con artistas chilenos en Italia.
– ¿Se mantendrán los artistas originarios en esta nueva exposición?
– No, porque traté de darle un lectura distinta a la obra. Como yo conocía a los artistas chilenos, busqué a 12 artistas emergentes nacionales. Quería llevar, entonces, una panorámica mejor, más completa. Muchos de los artistas chilenos viajan y la idea es que logren contactarse con la crítica local, con las fundaciones de arte que hay en Italia y que logren entender que existe la posibilidad de irse a una residencia y de poder armar "links" con algunas galerías.
– ¿Qué posibilidades existen que esta muestra se presente en nuestro país?
– El director del Instituto Italiano de Cultura nos propuso traer la exposición desde Roma a Chile. Se está buscando la fecha, pero está confirmado. Hay un gran interés por parte de Italia, sobre todo de la municipalidad de Roma, ya que tenemos un alcalde romano que creció en los años ’70 y ’80 con todo este grupo de exilio, desde los Inti Illimani a José Antonio Viera Gallo e Insulza. Y es esa generación la que está reforzando estos contactos culturales tan fuertes con Chile.
– ¿Con qué parámetros se seleccionaron a los artistas?
– Sobre todo, vi materiales y elegí a través de lo que había visto más maduro, lo que enriquecía de alguna forma la exposición. Esta es una muestra que planeé hace como un año y medio y, en el tiempo, estos mismos artistas me han dado una respuesta. Muchos de ellos han salido fuera de Chile con sus trabajos, por lo que se ha ratificado un poco mi fe en ellos. Los tiempos están maduros para apostar por algunos.
– ¿Qué le parece el actual momento cultural del país?
– El año que pasó me sorprendió bastante, pero no muy gratamente. Es más bien anecdótico lo que se habla de cultura y en eso tienen culpa los periodistas. Si no es un escándalo, los medios no publican nada.
– ¿Se enteró de la obra que exhibía a una enano en una galería de arte en el Parque Arauco?
– Vi la obra y creo que en el contexto de ese concurso es lo mejor que había. Era lo más inteligente. En Chile existe una muy mala memoria. Ya nadie se acuerda cuando Raúl Zurita se cortó la cara o entregó fotografías de su masturbación. Creo que hay una necesidad urgente de documentar, de crear memoria. Un pueblo sin memoria no existe.
– ¿Hay programas culturales de calidad en Chile?
– En Italia no veo televisión chilena y aquí, cuando lo hago, la apago de inmediato porque no la soporto. He visto La belleza pensar, que me parece extraordinario, porque Cristián Warnken es una persona extraordinaria. Es un poeta y se devora libros de la mañana a la noche. El resto de los programas en Chile son pelientos. También estoy impresionado con los diarios, que hoy sacan una pelea familiar, escándalos, sólo tonteras. La televisión funciona un poco de la misma manera. Es muy mala.
– ¿Qué le parece la gestión del ministro de Cultura?
– Creo que hacía mucha falta. Un ministro de la Cultura puede ser muy importante para este país, porque hasta ahora había una suerte de locura, demasiados centros distintos.
– ¿Chile es una país decaído en materia artística?
– Creo que no. Tenemos un grupo como La Troppa, que posee un nivel extraordinario. Tenemos escritores que están llenado el mercado en todo el mundo, el cine se está abriendo. Hay material, pero este es un país extraño que ha creado una serie de excéntricos, que son Matta, Raúl Ruiz, Alejandro Jodorowski. No se cuánta gente de Bolivia tiene esta calidad, por ejemplo.
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