Gepe: “Hay que ejercitar la sensibilidad y dejar el prejuicio”

Como el libro infantil de Marcela Paz, podría decirse que en este 2013 Gepe trepó por Chile tocando en vivo. Partió en el Festival de Olmué y luego fue de punta a cabo, tocando en ciudades desde Iquique hasta Coyhaique. Asimismo se plantó en grandes escenarios, como la versión local de Lollapalooza, el festival Vive Latino en México, el SXSW de Austin (Texas, EE.UU.) y el Frontera, que se realizó en el Club Hípico.

Esa intensa experiencia de tocar en vivo fue algo inédito para el músico. En el programa Radiópolis de Radio Universidad de Chile la resumió así: “Cuando (…) las primeras filas están cantando con el alma, hasta más fuerte que yo, es una experiencia que no había tenido antes. Quizás yo no me había dado cuenta que la cuestión era tan fuerte. Y para un artista que hace canciones, eso es lo máximo”.

En todo ese ajetreo de presentaciones, cargó con la mochila de su nuevo disco, GP (Quemasucabeza, 2013), una placa con una sonoridad que mezcla lo latinoamericano, (especialmente la música andina) con las buenas armas de un pop elaborado, predominantemente alegre o festiva que melancólica o intimista, con letras simples y términos chilenos que rehúyen de la elaboración poética para decir las cosas como son, o más bien como le parecen o siente. De ahí expresiones como “Bacán tu casa…” o críticas sociales en sordina como “cuando este país deje de mentirse así…”

Foto: Claudia Valenzuela

Quizás este es el año en que a Gepe se le ve más suelto de cuerpo y alegre, en que dio un paso adelante librándose de las etiquetas que encierran o prejuician a un artista y a su música. Y como cierre de temporada hoy a las 21:00 hrs. en el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins tocará en vivo junto a su banda, integrada por Christiane Drapela, Manuela Baldovino y Ariel Altamirano (DJ DeMentira), además del cuerpo de baile que lidera Yeimy Navarro. Además el show contempla la banda invitada Dorian (España). Un recital para todo espectador, en el que los niños menores de 10 años entran gratis.

Hay, pareciera, una especie de desinhibición, de ir más suelto por la vida con tu nuevo disco. Algo que por ejemplo se nota en tus letras, que más parecen salidas de la guata o del corazón y que pareciera ya no te importan que sean “poéticas o muy inteligentes”, lo cual se condice con la vocación pop del disco. ¿Qué opinas de esto?

Esta nueva forma de hacer mi música responde a un impulso natural que tiene que ver con trabajar con un lenguaje más extrovertido, claro y simple. Es algo que quiero hacer porque lo siento así. No tengo otra explicación, no es parte de un plan ni nada parecido. De todas formas, creo que mi música siempre ha ido mutando sin parar, lo que pasa es que ahora está más visible. Creo que un año no tiene que parecerse al anterior, si fuese así me demoraría mucho más en sacar discos o no lo sacaría definitivamente; todavía estaría pegado en «Gepinto».

¿La vocación pop del disco GP fue algo premeditado o es algo que salió así y tiene que ver con tu evolución musical?

Opción 2, aunque sin duda hay un momento en que el impulso pasa por un filtro racional importante que te permite proyectar, pero lo esencial es respetar el impulso esencial, eso es para mí un trabajo honesto, lo que yo intento hacer.

Llama la atención en el disco esa sonoridad que mezcla lo latinoamericano, especialmente la música andina carnavalesca, con las armas de un pop elaborado. ¿Qué es lo más te fascina de la música andina, qué descubriste en ella? ¿Piensas que es una música que se le debiese prestar más oídos?

Lo que me fascina de la música andina es que es muy simple, sintética, fuerte y colectiva, por lo tanto casi anónima y no me importa que la escuche más gente, o sea no es mi misión hacer que la escuche más gente, no me siento en una carrera o misión por rescatar las raíces de nuestra música. Yo la música de raíz folclórica la utilizo porque me gusta mucho y no siento que hay ninguna diferencia entre este estilo de música y el rock and roll o el soul o el metal.

En “Bomba Chaya” dices: “Traigo lo que gané en la lucha, lo que perdí lo dejé atrás…”. ¿Qué has ganado en esta lucha musical en todo este tiempo desde tus orígenes con Taller Dejao o en tu carrera en solitario que comenzó con 5×5 hasta hoy con GP, y qué has dejado atrás?

He adquirido los conocimientos musicales necesarios para crear un lenguaje musical propio y lo que perdí lo dejé atrás.

¿Cómo es esto de pasar de ser un músico indie, referente de la escena alternativa, a llegar a pararte en la Quinta Vergara en el próximo Festival de Viña? Parece que es algo que siempre deseaste, a pesar de tu origen “alternativo”

No paso de ser un alternativo a un pop apto para el festival. Soy lo que soy desde el primer momento hasta ahora y así mismo estoy yendo al Festival de Viña. No he traicionado ninguno de mis valores «indies». Por lo mismo, estoy muy orgulloso de que me hayan invitado a participar de este Festival de tan alto estándar sin haber cambiado nada en mi forma de trabajo.

Alguna vez dijiste que “dentro del pop los músicos son más diseñadores que músicos. El pop no es música. Que el pop no es arte sino una mezcla de diseño y publicidad”. ¿Tu último disco sería eso: una mezcla de diseño y publicidad que no da para calificar como artístico?

Exacto.

De todas las etiquetas que los periodistas o críticos musicales le ponen a tu música y estilo, ¿qué o cuál es la que más detestas?

La verdad es que no siento aprensión por ninguna en particular, pero sí creo que todas sirven en cuanto a que responden al contexto en que fueron publicadas.

¿Qué es a tu juicio lo más grande que ha dado la música chilena hasta el momento?

Tobías Alcayota.

GP es un disco preponderantemente alegre y con algunos pasajes más intimistas o melancólicos si se quiere. ¿Esto tiene que ver con lo que pasa contigo en este momento o fue una selección con ese carácter de todos los temas que compusiste para la placa?

La melancolía musical aparece naturalmente en mi música, entonces la respeto y la dejo entrar. Por otro lado la alegría quiero que se transforme en la posibilidad de un futuro mejor y de una estabilidad espiritual.

Hace poco en Pulsar estuvo de visita Santi Carrillo, director de la revista Rockdelux, quien dijo que “el pop chileno le dio la espalda al tema sociopolítico”. ¿Estás de acuerdo con esto y por qué?

Yo creo que le dio la espalda a lo que se entendía como no darle la espalda al tema. Creo que se hace cargo de manera natural de lo que somos hoy.

Este año en una entrevista televisiva dijiste que prefería decir las cosas claras a ser un poeta loco que nadie entiende. ¿Qué cosas claras crees que es necesario decir hoy en día?

Que no es necesario ser poeta para hacer poesía. Que no es necesario comer carne para alimentarse bien. Que hay que ejercitar la sensibilidad y dejar el prejuicio.

Hay gente que reniega de Gepe o le cargó porque ahora es masivo, más popero, ¿qué opinión te merece esa crítica?

Que está bien, lo respeto. Alguna vez fui así con los grupos que me gustaban.

¿Estás consciente de que tu música le gusta a los niños? ¿Los has tenido en mente a la hora de componer más de alguna canción? ¿Qué tan niño te sientes?

No tengo a nadie en particular en mente cuando hago música, solo pienso en que sea verdad lo que estoy diciendo. No me siento niño.

Empezaste como baterista y la cambiaste por la guitarra. ¿Echas de menos tocar la batería?

No hecho de menos ni de más ningún instrumento en particular, pero si tuviera que quedarme con uno sería con lo que la computadora puede entregar como instrumento musical.

En “Fruta y té” dices: “Cuando mi país te elija como reina, cuando este país deje de mentirse así”. Suena tan contingente (a propósito de la “nueva reina” electa el domingo). ¿A qué te refieres en concreto con “cuando este país deje de mentirse así”?

Porque las más lindas no son famosas.

¿Crees que se debería enseñar de mejor manera música en los colegios, que se debería darle mucha mayor importancia e incluso tiempo?

Creo que por supuesto debería haber horas suficientes asignadas para música, pero sobre todo creo que la educación musical debería tener más que ver con adquirir conocimientos sobre apreciación musical más que con saber guitarrear o tocar el triángulo o la flauta dulce.

“Con un solo zapato no se puede caminar”, dices, mandándole un recado a algunos amigos de infancia. Ampliando el sentido de ese estribillo, ¿hacia dónde va el mensaje?

Tiene que ver con decir que las personas y los lugares que siempre han estado con nosotros desde el principio son los más esenciales en la vida de una persona.

¿Cuáles son tus referencias musicales eternas y qué música estás escuchando por estos días?, ¿algún libro en tu velador?

Las referencias eternas: el folclore, los mixtapes de Soundcloud, Eduardo Mateo, Talk Talk, Sonic Youth, Violeta Parra, Animal Collective y William Basinski. La revista que siempre tengo cerca, sobre todo en el baño, es la Wire.

¿Qué es lo malo y bueno de ser Gepe y no Daniel Riveros?

Lo malo no sé, lo bueno es que puedo trabajar de Gepe y puedo vivir de eso.

Por último, ¿has ensayado algún mantra, o embrujo o terapia para dominar al Monstruo de la Quinta Vergara?

Hasta ahora no tengo uno especial para esa fecha, pero siempre he tenido uno que uso bastante seguido, pero es secreto.