La banda, nacida en el 2008, ha cosechado, desde esa fecha hasta ahora, numerosos elogios que la han elevado, según medios especializados, a la categoría de revelación musical. La agrupación, que incorpora sonidos del rock latino, el folk, el jazz y el rock clásico a sus composiciones, adoptó su nombre de Aniceto Hevia, el personaje de la célebre novela de Manuel Rojas, Hijo de ladrón.
Para Aniceto Hevia, el personaje de Hijo de ladrón, la obra cumbre de Manuel Rojas, la vida no es una cuestión sencilla. Su madre muere y su padre, apodado el «Gallego», es encerrado por antisocial y delincuente. De esa experiencia cultiva una sicología taciturna, profunda y sabia, como si, de alguna manera, la abrumadora realidad Aniceto la lograra domar.
Esta forma que tiene el célebre personaje de mirar la vida, motivó el 2008 a dos jóvenes egresados del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Iván Toledo y Marcelle Orellana, a dar un giro en la música progresiva y experimental que estaban creando en esa época, para fundar una sonoridad propia con raíces en el rock y una fuerte carga surrealista en sus letras. Se inspiraron en el personaje principal de la obra de Manuel Rojas y dieron vida así a Aniceto, la banda revelación del puerto.
«Nos interesó lo que este personaje pensaba de la vida, que consiste en andar siempre por una especie de lado B, de tratar de estar ajeno a lo que te impone la sociedad contemporánea, como en un caminar periférico y de aventura también, que nos pareció muy coherente con lo que decimos en nuestras canciones», explica Iván, guitarrista y compositor del grupo.
Tal como el propio Manuel Rojas solía decir que «el escritor es hijo de su experiencia y un escritor sin experiencia es un ente inconcebible», los miembros de Aniceto aprovechan la sonoridad de la composición, que trabajan entre todos a modo de taller, y le incorporan las experiencias contemporáneas, del hombre y la mujer común, las suyas, para dar forma a un texto que se aleje de la vacuidad moderna.
«Al momento de hacer una canción, no pensamos en la vida del personaje, ni estamos citando el libro en forma textual. Nosotros tenemos una vida creativa independiente, nos sentimos emparentados con Manuel Rojas, pero nuestras canciones tienen motores muy distintos. Es como una persona caminando por la ciudad y cómo ve esa persona las cosas que pasan, cómo se plantea los problemas personales. Un hombre instaurado en el XXI, en un país como Chile, intentando hacer música sin seguir los cánones que te exigen los grupos económicos y evitar así convertirse en una ovejita que siga la corriente», cuenta el compositor,
«Pero nosotros no somos un grupo contestatario», aclara Toledo. «Nuestras letras no hablan contra el sistema directamente, sino que de personas que se enfrentan al sistema día a día, que se plantean incógnitas sobre cuál es el verdadero significado de la vida»
Tampoco se trata, explica Toledo, de pretender ser referentes morales de algo. «La revolución no está en tu ombligo, deja de mirártelo», remarca el guitarrista, citando la letra de una de sus canciones.
A partir del año 2010, la música de Aniceto comienza a difundirse en diversos medios de Valparaíso. Durante 2011 y 2012 realizaron numerosos conciertos en Santiago, Valparaíso, la Región del Maule y La Serena. En 2012 Aniceto grabó Sobre Un Trampolín y su single «Lanzallamas» fue seleccionado finalista en el concurso de composición Luis Advis, organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes.
En el 2013 la banda hizo el lanzamiento del disco Trampolín, que fue grabado en el estudio Santuario Sónico por el ingeniero Juan Pablo Quezada y producido por los integrantes de la banda bajo la dirección de Toledo.
El disco cuenta con 11 canciones que emergen desde las calles del puerto de Valparaíso para mostrar paisajes íntimos y alternativos, con versos sutiles e introspectivos, con una gran agudeza melódica, y con una ecléctica fuerza rockera.
El lenguaje de cada canción se basa en los timbres característicos de la música rock, pero en cada una de ellas encontramos variadas influencias que van desde el rock latino, el folk, el jazz y el rock clásico.
Con un potente comienzo de año, que los llevó a tocar en la décima versión Rocódromo del Teatro Municipal de Valparaíso, en la Expo Patagonia en Puerto Montt y en el ciclo Temporadas Culturales de la Fundación Jardín Botánico Nacional, el grupo de rock porteño se alista para desembarcar en Santiago con motivo del Día Internacional del Libro.
Bajo el título del concierto de «Valparaíso a San Joaquín», Aniceto se prepara para tocar el próximo 26 de abril en el Teatro San Joaquín, dependiente de la Corporación Cultural de la comuna, que designó a abril como el mes del libro.
«Estamos contentos de tocar en este gran teatro. Repasaremos nuestro disco Sobre un trampolín, pero también tendremos algunas sorpresas, como es una sección acústica, que también forma parte de la sonoridad particular de nuestra banda», concluye.
Aniceto está formado, además de Marcelle Orellana en voz e Iván Toledo en guitarra, por Rodrigo Quiroz en bajo, y Andrés Ibáñez en batería.
La actividad es a las 20:oo horas y la entrada es liberada.