Este libro fue escrito por la licenciada en estética Pola Ñuñez Riveros, miembro fundador con Mariana Hales de este magazine cultural. Su publicación (Ediciones Universidad Finis Terrae) se produce de manera póstuma. Pola tuvo una vida intensa, rodeada de libros y su partida fue intempestiva. En esta presentación, Arturo Infante, presidente de la Cámara Chilena del Libro, reconoce en este manual una obra perfecta.
Con motivo del lanzamiento del manual «De una idea a un libro: Consejos para escritores y editores», de la licenciada en Estética de PUC y editora, Pola Ñúñez, que se realizó en la facultad de Literatura de la Universidad Finis Terrae, donde Pola era docente, el Presidente de la Cámara Chilena del Libro, Arturo Infante, accedió a presentar el libro en condiciones sensibles. Se trataba de un texto póstumo; la joven editora tuvo una partida inesperada que sorprendió al mundo de los libros y por supuesto a su familia, amigos y alumnos.
Antes, y como se tratara de un acto de inconsciente vaticinio, Pola, quien además fue parte esencial en el nacimiento de este proyecto de difusión cultural de El Mostrador, dejó escrito un muy completo manual, el ABC de la edición, en donde no sólo estampó las claves técnicas de una edición rigurosa y un completo detalle de la cadena editorial, sino que depositó también en él sus reflexiones profesionales, acumuladas a lo largo de su intensa vida laboral. Un libro, que hoy, se recibe como su legado.
En este artículo, Cultura+Ciudad, en un acto de homenaje a su calidad humana y a su invaluable contribución al surgimiento de este magazine cultural, reproduce íntegramente la presentación de Infante, quien como pocos tuvo la suerte de conocerla en sus comienzos como editora de Sudamericana y de percibir, con toda claridad, sus potencialidades.
Está claro que presentar este libro no es fácil. Si algo no estaba en lo previsible era hacerlo en estas circunstancias. Sabía de su existencia por Pola, pero nunca había tenido oportunidad de leerlo hasta que me lo enviaron para esta presentación. Conocí a su autora en los noventa cuando recién egresada de la universidad llegó a trabajar a la Editorial Sudamericana, que yo dirigía por ese entonces.
Pertenecía a una pléyade de licenciadas en literatura y estética, que habían tomado la opción de dedicarse a la edición de textos. Una a una iban llegando a la editorial que por ese entonces tenía una febril producción de libros. Por aquellos años nadie imaginaba la existencia de magister, diplomados o escuelas de edición. Era oficio del medievo y debían aprender y sortear lo mejor y peor de los viejos maestros, Germán Marín y Jorgelina, e inevitablemente de mí, que oficiaba de director de esa orquesta de cristal. Pola Núñez , Adelaida Neira y Mariela Arguelles, todas ellas iban a ser reinas. Lo fueron, se coronaron como profesionales de lo que querían ser, hasta hoy siguen brillando.
Lo difícil de presentar este libro es tratar de sacarle el cuerpo a la congoja de la ausencia. Una contradicción con lo que significa el motivo que nos convoca, puesto que un libro es pura presencia. En el esfuerzo por eludir el dolor y asumir la presencia, pensé que lo mejor que podía hacer para presentar este libro era suponer que Pola me pedía que le hiciera una lectura crítica, como muchas veces lo hicimos sobre tantos originales ajenos, que enjuiciábamos cruda y descarnadamente. Claro, ahora el juego era con público, entonces las reglas cambiaban y la crítica sería con licencia para usar la batería de eufemismos que todo editor porta en sus bolsillos cuando quiere que el autor criticado no le corte el rostro en un pasillo.
Pero mi intento fracasó por el lado menos pensado. Sin indulgencia alguna debo decirle a la autora Pola Núñez Riveros que De una idea a un libro, estos consejos para nuevos editores y escritores, es una obra perfecta. Porque cumple con todo lo que se propone y lo hace con singular talento didáctico. Le explica el ABC del mundo de la edición en forma integral al más ignaro en la materia y, a la vez, le da luces hasta a quienes presumen de sabiondos.
Toda la línea de conocimiento en torno a la publicación de un libro está aquí recorrida a cabalidad. No ha quedado nada en la omisión, ni detalles. Nada sobra, nada falta. La cadena completa , las editoriales, el mercado, el futuro del libro, todo lo que necesita conocer cualquier persona que quiera aventurar o sobrevivir en el mundo editorial. Porque, podría leerse como una introducción al mundo del libro, pero también como un manual de sobrevivencia editorial.
Todos vemos cómo florecen editoriales cada día, casi todos los estudiantes de un curso de edición quiere poner una, pero también somos testigos de cuántas desaparecen por el camino. Creo que muchos editores pueden cambiar su destino después de leer este libro.
Son tantos los que no tienen idea, ni de lo que es, ni de la importancia decisiva de un escandallo- evaluación y presupuesto económico de un libro- el mejor reaseguro del fracaso económico de un emprendimiento editorial. Tampoco conocen los protocolos que deben seguirse para evitar los errores y horrores que desvalorizan el resultado final. O la importancia del briefing, depositario de las ideas fuerza y los argumentos de seducción al lector, que luego serán decisivos para el posicionamiento y la llegada al destinatario. Efectivamente, uno puede fracasar con un libro o dos pero al tercero se acabó la editorial. La simple minimización de riesgos, absolutamente evitables, te alarga la vida de editor.
Pola sabía mejor que nadie que este oficio se desarrolla trabajando, poniéndolo en práctica cada día y que no se aprende en universidades ni en manuales. Pero a la vez era profesora y por eso también sabía cómo el conocimiento aprendido en las aulas y los buenos manuales te llevan más rápido a la perfección del oficio.
Nadie puede ser un buen editor si no conoce al dedillo la gramática de su lengua, pero tampoco si es un ignorante, si no tiene muchas lecturas en el cuerpo, mucha novelas, clásicos, poesía. Menos, si no se ubica en la historia, en la mitología, en la política y en todas las manifestaciones culturales. Ser un buen editor es mucho más que tener atención y habilidad para ver erratas y errores, con el manual de cortapalos RAE al lado.
Pola Núñez portaba muchas lecturas, también aprendió mucho del oficio cotidiano y todo los vuelca en estas páginas, generosamente, hasta la última gota de su conocimiento adquirido por años en empresas exigentes y con el manejo de grandes autores. Una experiencia extraída de distintas etapas de su vida profesional, desde la corrección de pruebas hasta el marketing.
El libro que nos deja es una formidable oportunidad para los editores incipientes, para que no se pillen los dedos antes de tiempo. Concluye con el libro electrónico, sus amenazas, oportunidades, posibilidades de predominio. Este nuevo soporte que alterará la estructura de la cadena del libro y romperá, modificará o hará desaparecer a varios de sus eslabones. Pero si hay uno que sobrevivirá por sobre los otros será el de la edición de los textos y la labor del editor. En ese sentido este libro también es perfecto pues apunta al futuro, a la formación del que será el eslabón menos sustituible en esta nueva dimensión de la lectura.
He creído ver a Pola muchas veces a lo largo de este libro. Su modestia, cuando confiesa la vergüenza que le provocaban las erratas, la humildad, en sus palabras del capítulo de conclusión, la mesura, en la ponderación de los factores que inciden en el resultado de un libro, su inteligencia, en la claridad y economía de lenguaje, la agudeza para explicar como invisibilizarse y empatizar con el autor, para que te permita hacer tu trabajo.
Me ha recordado también su delicadeza etérea, el bello objeto material de este manual. Tal cual ella fue, breve, pero dos veces buena.