Repondrán obras durante los meses de junio y julio
De la mano de Gustavo Meza, Teatro Imagen jugó un papel relevante durante la resistencia cultural en los 70 y 80. Antes de que se hablara de generación de audiencias, esta fundación de dedicó a la difusión del teatro, a la docencia y en especial formación de profesionales del teatro con puntos de vistas críticos. Hoy celebra su trayectoria con la reposición de varios de sus mejores montajes en las Salas Mori e Imagen.
Cuarenta años cumple la legendaria compañía de artes escénicas, Teatro Imagen. Agrupación profesional independiente que ha desarrollado una labor ininterrumpida en la creación, experimentación, docencia y difusión teatral.
Las raíces del Teatro Imagen (TIM), fundada en 1974 están en el Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH), que fallece de muerte violenta en 1973; al igual que el Teatro de la Universidad de Concepción (TUC).
Según la compañía, tras Golpe Militar «que significó un corto-circuito en el desarrollo cultural del país», el teatro cumplió en la misión de «mantener viva la evidencia de que al alma de un país no se puede detener». Y el «el alma de un país es el arte y el arte hecho carne e imagen a semejanza del hombre se llama Teatro».
A comienzos de 1974, toda una generación de dramaturgos, directores, actores, escenógrafos, profesores (y espectadores) había abandonado el país. Sin embargo, Teatro Imagen se quedó en Chile y formó parte esencial de la resistencia cultural al régimen militar.
De la mano de sus fundadores Tennyson Ferrada, Jael Unger y Gustavo Meza, Teatro Imagen, tomó la decisión de insistir en creación y la difusión del teatro, muchos antes de que se hablara de la creación de audiencias, cuando hacer teatro era una forma de comunicar lo que en los medios oficiales se silenciaba. Desde esa óptica, el TIM se erigió como un medios de comunicación más.
Gustavo Meza
La actriz Elsa Poblete, esposa de Gustavo Meza, y quien lleva más de 20 años en la fundación, cuenta que en sus comienzos el Teatro Imagen sobrevivió al alero de la Embajada de Francia. «Ahí en la embajada, Gustavo siguió haciendo clases, continuó con su labor de rescatar el teatro y fue la inspiración para muchos de sus alumnos que luego se integraron al equipo».
Pedro de la Barra decía, “si se van los dramaturgos y los actores, habrá que convencer a las piedras para que hagan teatro”.
Esta frase hacía alusión al mito andino, que dice que los incas ante la derrota inminente que sufrirían por parte del ejército Chanca, transforma las piedras en guerreros, a los que denomina “pururaucas”, ganando así la guerra.
El mito Inca se tradujo en la creación de toda una nueva generación de teatristas que comenzaron a autoabastecerse para mantener en pie el proyecto, que más que de entretención, constituyó un proyecto intelectual, de rescate y profundización de la cultura.
Obra «Lo crudo, lo cocido y lo podrido», en su versión original y reposición
«El gran legado de Teatro Imagen para las nuevas generaciones es la sistematización, la metodología de la enseñanza, que ha formado actores y dramaturgos con puntos de vistas críticos tanto en regiones como en el extranjero», añade la actriz.
Durante los 480 meses de vida que tiene el TIM se han realizado 60 montajes, convocado a trabajar a más de 150 actores, dado vida a 8 nuevas salas de teatro; se han llevado a cabo 76 giras a través de todo el país, montado obras en Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay,Venezuela, Cuba, México, Perú, EEUU y Canadá. Se han recibido también 30 premios en Chile y 6 en el extranjero.
1. Murmuraciones acerca de la muerte de un Juez. Sala Imagen. Loreto 400. Desde el 1 de junio al 22 de julio.
2. La Reina Isabel cantaba rancheras. Sala Mori , Parque Aracuco. Desde el 6 al 22 de junio.
3. Cartas de Jenny. Sala Mori Bellavista. Desde el 26 de junio al 13 de julio.
4. Hamlet. Sala Mori, Parque Arauco. Desde el 27 de junio al 12 de julio
