Esas grabaciones, que llevan por nombre el número de la casa de Jorge González, quedaron escondidas por mucho tiempo, y circularon subterráneamente entre fans por varios años, bajo ese nombre en cassette. Una parte de estos temas se conocieron en 1996 con la edición del compilado con rarezas “Ni por la razón, ni por la fuera”, y el otro resto quedó en conocimiento medianamente público con Internet. El sonido del “disco” es una especie de continuación de la búsqueda sónica de “La cultura de la basura”.