Publicidad
Neurocientíficos descubren que la cafeína además de producir mejoras cognitivas incrementa la memoria a largo plazo 11 publicación del Convenio con el Centro Interdisciplinario de Neurociencias Valparaíso

Neurocientíficos descubren que la cafeína además de producir mejoras cognitivas incrementa la memoria a largo plazo

Publicidad

La cafeína es una sustancia psicoactiva de sabor amargo que también se encuentra en el té, bebidas energizantes y hierba mate. En humanos, la cafeína produce mejoras cognitivas como el incremento del estado de vigilia, mayor velocidad de procesamiento y capacidad de atención. Científicos de la Universidad de Johns Hopkins, confirmaron, ahora, que esta bebida, además, mejora la memoria a largo plazo.


El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, con un consumo diario mundial estimado en 2.250.000.000 tazas de café. Es una infusión preparada a partir de granos tostados del cafeto, un género de plantas nativo de África y Asia. Esta bebida se ingiere tanto por su sabor como por su efecto estimulante del sistema nervioso, el cual se debe a su contenido de cafeína, aunque esta es solamente una de más de 1.000 componentes químicos de esta bebida.

La cafeína es una sustancia psicoactiva de sabor amargo que también se encuentra en el té, bebidas energizantes y hierba mate. En humanos, la cafeína produce mejoras cognitivas como el incremento del estado de vigilia, mayor velocidad de procesamiento y capacidad de atención. Por lo anterior, es consumida en forma habitual por mucha gente durante el trabajo y el estudio.

¿Pero qué efectos tiene la cafeína en la memoria a largo plazo?

Daniel Borota y otros científicos de la Universidad de Johns Hopkins buscaron responder esta pregunta mediante un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience.

Los investigadores administraron cafeína a los participantes del experimento después del proceso de aprendizaje, para aislar el efecto de la cafeína en la memoria a largo plazo de las mejoras cognitivas anteriormente mencionadas. El experimento constó de dos fases: En la primera fase (fase de codificación) se le presentaron imágenes de objetos a los sujetos. Finalizada esta fase, se les administró 200 mg de cafeína, equivalente a dos tazas de café, aproximadamente. Veinticuatro horas más tarde, en la segunda fase (fase de reconocimiento), se les presentó imágenes que debían categorizar en tres tipos: Imágenes antiguas (ya vistas el día anterior), imágenes nuevas e imágenes similares a las del día anterior.

Los investigadores observaron un desempeño similar entre los que consumieron y los que no consumieron cafeína al momento de identificar las imágenes antiguas y nuevas; pero observaron un mejor desempeño en la discriminación de imágenes similares en los sujetos que habían consumido cafeína, lo cual sugiere que la cafeína mejora la memoria a largo plazo. Una explicación alternativa al fenómeno observado podría ser que la cafeína estaría mejorando el proceso de recordar, en oposición a mejorar el proceso de almacenar memorias. Para descartar esta posibilidad, los investigadores contrastaron el desempeño de los participantes que consumieron cafeína una vez terminada la fase de codificación, con participantes que consumieron solo una hora antes de la fase de reconocimiento. Se observó que los participantes que consumieron solo una hora antes de la fase de reconocimiento tuvieron un rendimiento inferior a los que consumieron una vez finalizada la fase de codificación, lo que muestra que la cafeína mejora la capacidad de almacenar memorias y no de recordar.

Si bien la creencia popular de que el café mejora el desempeño en el trabajo y estudio está bastante difundida, Daniel Borota y sus colaboradores mostraron en su investigación que la cafeína, además de las ya conocidas mejoras cognitivas, incrementa la memoria a largo plazo.

Esto de ninguna manera sugiere que debería incrementarse la ingesta diaria de cafeína de manera indiscriminada, ya que el estudio también mostró que a mayores dosis el desempeño de la memoria a largo plazo decae. Por otro lado, si bien la cafeína tiene efectos positivos como reducción de la fatiga, del riesgo de desarrollar Parkinson y diabetes tipo 2, además de las mejoras cognitivas ya mencionadas; también se ha asociado a efectos negativos como aumento de la presión sanguínea, reducción del control motor fino, ansiedad, insomnio, aumento de la secreción de cortisol y problemas gástricos.

Link del artículo original:

http://www.nature.com/neuro/journal/v17/n2/full/nn.3623.html

 

 

 

Publicidad

Tendencias