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Taller de stop motion: Moldear sueños con niños de Lebu, Elicura y Hualpén Iniciativa se realiza cada año dentro del Ficil Bio Bio

Taller de stop motion: Moldear sueños con niños de Lebu, Elicura y Hualpén

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La actividad se ha transformado en tradición para el Festival Internacional de Cine de Lebu con el objetivo de integrar a la comunidad e invitarla a ser parte del encuentro. Los talleres buscan motivar a los niños de la región del Bio Bio a trabajar con sus manos y armar íntegramente un cortometraje en la técnica de stop motion o cuadro a cuadro, para culminar con la exhibición de los productos.


No se necesita más que plasticina y una cámara fotográfica para que los niños puedan echar a volar su imaginación y confeccionar un estudio de stop motion en su comunidad. Tomando como punto de origen la riqueza que existe en las mentes de los infantes, la realizadora Pamela Barrios trabaja con niños por medio de un taller en la técnica stop motion, cuyo fin es la realización y proyección de un cortometraje.

La actividad es parte del Festival Internacional de Cine de Lebu (Ficil Bio Bio), que se realiza hasta mañana. Los niños se empoderan de las herramientas que se les entregan y vierten sus ideas y recuerdos en la conformación de una historia que los represente. En sus manos están todas las tareas, deben confeccionar los personajes con plasticina, construir los escenarios y aprender a usar una cámara para capturar cada cuadro del cortometraje.

Hace once años que el Ficil Bio Bio realiza este taller enfocado en niños de la región para invitarlos a trabajar con la técnica de stop motion, la cual consiste en la realización de películas en formato cuadro a cuadro. La continuidad se logra tomando fotografías de cada movimiento, para luego editarlas linealmente y obtener un resultado fluido de las escenas.

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Moldeando sueños

En un comienzo, el taller era realizado a los niños de Lebu por Vivianne Barry, realizadora y productora de cine de animación. Luego la responsabilidad pasó a Barrios, que participa por quinto año en la iniciativa. El undécimo taller “Moldeando Sueños” de este año integró la comuna de Hualpén con un llamado exclusivo a niños en riesgo social. Además se realizó en el valle de Elicura y se está realizando en Lebu hasta el viernes 19 de febrero.

Claudia Pino, directora del Ficil Bio Bio, lo explica. “Este año quisimos crecer en el taller de niños, porque es parte de nuestro objetivo la formación de audiencias y fomentar las actividades de niños. Entonces aumentamos ese taller en Hualpén con niños en riesgo social también”.

Cada taller tiene un resultado distinto y que es fruto de las realidades de cada comunidad, por lo que todas sus versiones constituyen un nuevo desafío. “Cada niño y cada taller son historias muy distintas y eso es súper lindo porque uno va viendo lo que los niños están pensando y qué es lo que quieren contar, según su inocencia y según el lugar del que vienen”, agrega Pino.

El Festival Internacional de Cine de Lebu se plantea con la misión de ser agentes descentralizadores que lleven el mundo cinematográfico a regiones donde los ciclos nunca llegan. En este sentido, el acercamiento a la comunidad se realiza por medio de las funciones gratuitas y de este único taller, que se empieza a realizar dos semanas antes que comience el Ficil Bio Bio.lebu4

Rescatar la visión de los niños

En la comunidad indígena “Juan Caniuman”, del valle de Elicura, se realizó el taller desde el 6 al 12 de febrero con un resultado mágico. Cuando Barrios llegó a la comunidad mapuche no esperaba encontrar un grupo de niños tan interesados en trabajar por su propia cultura.

Dentro de una jornada de discusión las ideas rápidamente se fueron direccionando a la representación de la historia indígena. Los propios niños querían dar a conocer su cultura, tomando temas contingentes  como los problemas con el agua y las forestales, que actualmente aquejan a los mapuche.

Desde el mito de las serpientes Tren tren y Cai cai vilú, los participantes quisieron contar una historia desde su perspectiva, de la que son parte y están profundamente informados. El resultado fue un cortometraje que narraba el origen de la invasión del territorio indígena, hasta la realidad actual del pueblo. La cinta fue proyectada antes de la película «Olvidados», de Carlos Bolado, el pasado sábado, en el lago Lanalhue, Cañete.

La tallerista comenta que “los chicos no lo habían visto (el cortometraje) y quedaron súper contentos, quedaron súper motivados y entusiasmados”. Además agrega que es diferente trabajar con niños de ciudad, que con aquéllos que viven en comunidades rurales, ya que las realidades son distintas.

Esta iniciativa dejó en evidencia la necesidad de acercar a los sectores que no tienen la posibilidad de acudir a la ciudad. Barrios se manifiesta contenta con el resultado y saca cuentas positivas. “Ahora que están los contactos y se vio que funciona bien, me imagino que va a ser más fácil hacerlo”, señala.

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Trabajo prolongado

El sueño es proyectar el taller durante todo el año, condición que materializa el objetivo del Ficil Bio Bio de integrar a la comunidad. Un trabajo constante y prolongado constituiría un aporte para llevar realmente al festival fuera del centro urbanizado. Es por esto que Pino asegura querer “seguir haciendo talleres durante el año en diferentes otros lugares, porque a los niños además les genera una felicidad, que lo vemos después cuando escuchamos lo que dicen y cuando vemos su corto”.

La vinculación con el medio en que se realiza el festival va de la mano con las actividades concretas en las el cine llega a la calle o al campo, y donde se forma a una audiencia para ser parte del encuentro. La labor educativa es parte de la integración que se quiere realizar en una iniciativa única del circuito del cine nacional.

“Hacer los talleres en Hualpén y Elicura tuvo súper buena recepción, ya sea para la gente de la Enap que fueron los que financiaron el taller en Hualpén y los mismos chicos. Y vimos que resultó bien. Y lo de Elicura fue genial, entonces yo creo que se va a seguir haciendo y sería interesante que así fuera”, comenta Barrios.

“Los niños y adolescentes son el futuro, entonces si uno les enseña herramientas creativas, en donde puedan comunicar ideas, siempre va a ser algo positivo”, concluye la artífice del taller.

 

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