Ante el anuncio de la celebración de los 50 años de la banda, en un concierto gratuito financiado por el Consejo de la Cultura y las Artes, despertaron las diferencias que suscitó la división de Quilapayún en dos grupos que actualmente están activos. El líder de la facción europea respondió a la coyuntura y mostró su descontento por la parcialidad del CNCA al favorecer a la agrupación que reside en Chile. “Si la ministra quiere honrar la historia y la trayectoria del Quilapayún que envíe todos esos dineros, a nombre del Quilapayún, a los damnificados del Norte de Chile”, afirma.
La legendaria banda chilena desde 2003 se encuentra dividida en dos facciones, una liderada por Rodolfo Parada, quien reside en Francia, y otra reunida por Eduardo Carrasco, ex miembro de Quilapayún que vive en Chile. La semana pasada el CNCA anunció la realización de un concierto en homenaje a los 50 años de trayectoria de la agrupación, instancia que contará con el financiamiento del Consejo y se materializará en un megaevento en la Plaza de la Constitución el próximo 25 de abril.
La polémica se encendió luego de que se publicara una carta abierta firmada por Rodolfo Parada y Patricio Wang, dirigida a la ministra de Cultura Claudia Barattini. La misiva llamaba a la autoridad a hacerse cargo de una situación en la que el Consejo mostraba una postura parcial frente al grupo públicamente dividido.
“La parcialidad manifestada frente al conflicto entre los dos grupos, empaña lo que podría haber sido un gesto más que honorable y viene a inscribirse en un contexto de privilegios y favoritismo que nuestro país hoy día aborrece”, escribió Parada.
Frente a esto Claudia Barattini se hizo a un lado, afirmando que el conflicto entre ambos grupos “no nos compete y nunca hemos recibido una propuesta de otro grupo de apoyo a la gira de la que ellos hablan que van a hacer a fin de año, y por lo tanto lo que evaluamos son las propuestas que nos hacen y esa propuesta, nos llegó, nos pareció relevante culturalmente y por lo tanto la hemos apoyado».
La idea de realizar este evento de carácter gratuito fue propuesta por Carrasco a las autoridades culturales, quienes abordaron el proyecto en conjunto, con aportes económicos y en la producción. Esto, bajo la premisa de la importancia histórica de la agrupación, que es parte del patrimonio cultural de Chile.
Bajo este panorama, Rodolfo Parada responde a la ministra e insiste que “hay una voluntad deliberada de favorecer al otro grupo. Y lo hace invirtiendo sumas considerables. Es inaceptable y muy criticable. Por eso levantamos nuestra voz. Que ella quiera rendir homenaje a artistas ‘que son parte de la historia musical y política de Chile’ como dice, bienvenido. Ojalá muchos otros sean objeto de su atención. Pero aquí se trata de privilegiar a un grupo por sobre otro”.
En este sentido, señala que hoy el Consejo ya no se encuentra al margen de la disputa que desde 2003 ha dividido a ex miembros del conjunto, como afirmó la ministra. El apoyo público del CNCA a la facción liderada por Eduardo Carrasco constituye, a ojos de Parada, una ruptura en la neutralidad de la institución, que significa “una intervención ministerial directa en un conflicto de intereses entre privados, que favorece notoriamente a una de las partes”.
El director artístico del Quilapayún europeo se cuestiona el motivo de este apoyo desequilibrado por parte de la ministra y evidencia una relación que va más allá de la importancia política-histórica que la autoridad reconoce en la banda.
“Uno tendría el derecho a preguntarse si hay mallas relacionales que la han conducido al error. En todo caso, nosotros constatamos que el productor del evento anunciado es el empresario Alfredo Troncoso, Macondo, el mismo que indujo y financió el reagrupamiento de los ex miembros de Carrasco el 2003”, sentencia Parada.
Respecto a la posibilidad de apoyar la gira de la otra división de Quilapayún, Barattini sostuvo que «si surgen otras propuestas siempre nosotros estamos abiertos a evaluarla y apoyarla en la medida de que sean gratuitas, masivas, ciudadanas, que tengan relevancia cultural y que nosotros tengamos disponibilidad presupuestaria para poder apoyar».
Como respuesta a esto Parada es enfático: “No estamos pidiendo plata. Reaccionamos ante un error manifiesto y defendemos la dignidad de nuestro grupo. Por eso, lo primero que mencionamos en nuestra carta fue que el Gobierno tenía que preservar su neutralidad, no subvencionando a ninguno de los dos grupos”.
“Si la ministra quiere honrar la historia y la trayectoria del Quilapayún que envíe todos esos dineros, a nombre del Quilapayún, a los damnificados del Norte de Chile. Finalmente se trata del dinero de todos los contribuyentes, que se tienen que gastar bien”, agrega Parada.