¿Se imaginan tener la posibilidad de conectarse a un computador y descargar directamente en tu cerebro el programa titulado “Pelé” y en unas pocas horas terminar jugando fútbol como “El Rey”? Bueno, todo esto podría ser posible algún día, no necesariamente lejano. Científicos de la U. de Washington, en Estados Unidos, lograron transmitir de forma exitosa información entre dos cerebros humanos mediante una interfase computacional, sin necesidad de algún tipo de lenguaje oral o escrito.
La comunicación entre las personas siempre ha tenido sus limitantes. Desde la prehistoria, la necesidad de transmitir ideas y conocimientos promovió, principalmente, el desarrollo de un lenguaje, que fue enriqueciéndose de generación en generación. Luego, con la aparición de la escritura, las ideas comenzaron a adquirir un carácter más permanente, pudiendo ser transmitidas con mayor precisión, sumado a esto, la invención de la imprenta permitió que la información se distribuyera por el mundo a una velocidad nunca antes vista.
En la actualidad contamos con un universo de mecanismos para transmitir información de forma casi instantánea, literalmente a todo el mundo. La educación, la medicina, las ciencias, el entretenimiento, todo está disponible a un click. Podemos aprender lo que queramos sobre cualquier cosa que nos propongamos, pero aún tenemos limitantes, ya que siempre hay algo que uno quisiera saber hacer y que por múltiples razones no ha podido aprender. Tocar perfectamente un instrumento musical, ser un experto de las artes marciales, conducir un submarino nuclear, cosas cotidianas, que en algunos casos necesitaríamos una vida entera, siendo entrenados por varios maestros, para poder aprender.
¿Se imaginan tener la posibilidad de conectarse a un computador y descargar directamente en tu cerebro el programa titulado “Pelé”? y en unas pocas horas terminar jugando fútbol como “El Rey”?, suena bonito, algo parecido como lo que sucede en la película The Matrix, cuando a Neo le cargan el programa de jiu jitsu y lucha a la perfección contra Morpheus. Bueno, todo esto podría ser posible algún día, no necesariamente lejano…
El científico Rajesh Rao, junto a un grupo de investigadores de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, se hizo la pregunta ¿Puede la información que está almacenada en el cerebro ser transferida directamente en forma de código neural, pasando por alto el lenguaje? Para tratar de responder esta interrogante, propusieron un experimento en el que se podían enlazar los cerebros de dos individuos, por medio de una interfase computacional. En este proceso, uno de los individuos actuaría como emisor de una señal, relacionada con la realización de una tarea, mientras el segundo individuo, actuaría como receptor de la señal, efectuando esa tarea específica, a distancia.
¿Cómo lo lograron?
En la publicación de Noviembre de 2014, los investigadores reportan el uso de dos técnicas bastantes conocidas, que son utilizadas para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades y condiciones relacionadas con el cerebro. La primera técnica es el electroencefalograma (EEG), utilizada para el diagnóstico de condiciones como la epilepsia, la esquizofrenia o la evaluación del estado del cerebro después de sufrir un accidente. La segunda técnica es conocida como estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) y tiene múltiples usos en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y la epilepsia.
La EEG permite registrar la actividad de distintas regiones del cerebro y visualizarla en forma de oscilaciones de un campo eléctrico, siendo estas ondas representativas de la actividad de estas regiones en diferentes estados y al realizar distintas tareas. Es por medio del EEG que el grupo de Rajesh, “grabó” la actividad cerebral de la región del cerebro que controla la actividad motora del dedo índice de la mano dominante del individuo emisor, mientras se le solicitaba que se imaginara que movía ese dedo, pero sin hacerlo. La información obtenida fue digitalizada y codificada para ser enviada por medio de internet a un computador ubicado en otro edificio, donde se encontraba el individuo receptor.
El individuo receptor es quien se expone a los efectos de la segunda técnica, la TMS. Una vez que la información es recibida por el computador del segundo edificio, ésta es decodificada y se genera un pulso electromagnético aplicado directamente en la región específica donde se encuentra la corteza motora del cerebro del individuo receptor. Como esta zona está encargada de controlar la mano dominante del individuo, esta estimulación cerebral provoca la contracción de la musculatura que controla el dedo índice de la mano del sujeto receptor.
En estos experimentos participaron tres parejas de individuos y, en cada caso, ambos tenían que cooperar, ya que sin conocerse ni hablarse, debían superar una prueba en la que se utilizó un videojuego. El objetivo del videojuego era disparar un cañón en el momento preciso, con el fin de destruir un misil que viajaba desde un barco hasta una ciudad. El individuo emisor, tenía que mover un cursor en una pantalla, imaginándose que movía su dedo índice. Si el cursor era accionado exitosamente, provocaba el disparo del cañón.
Por su parte, el individuo receptor, que no tenía una pantalla que le permitiera visualizar el juego, tenía su mano sobre el botón de un “mouse”. Si la estimulación en la región de su cerebro que controla su dedo era exitosa, el receptor presionaba el botón del mouse en el momento preciso destruyendo así el misil (que era incapaz de ver). Es importante destacar que la estimulación por medio del TMS es inocua si se utiliza en sesiones cortas y que el receptor no percibe el momento en el que se produce, por lo que el movimiento de su dedo índice es totalmente involuntario.
Los resultados de estos experimentos fueron sorprendentes. A pesar que se produjeron errores, hubo un alto nivel de aciertos en la respuesta de los participantes. Los errores producidos no fueron provocados por los receptores, sino que fueron producidos por los emisores.
Si bien es cierto que aún está lejos la posibilidad de cargar en tu cerebro un programa que te permita hacer las cosas que se describen al comienzo de este artículo, esta sería la primera vez que se logra transmitir información entre dos cerebros humanos sin necesidad de algún tipo de lenguaje oral o escrito, de forma exitosa. La tecnología TMS puede ser aplicada a cualquier área del cerebro, permitiendo la estimulación de no solo regiones motoras, sino que también de otras áreas dedicadas al proceso sensorial e incluso emocional. ¿Imaginas poder transmitir un sentimiento tan fielmente que otra persona sienta lo mismo que tú?
Las posibilidades son abismantes y una tecnología que te permita controlar el cuerpo de otra persona puede llegar a tener usos muy positivos, sin embargo, también negativos.
… bienvenido a la MATRIX.
Para acceder al artículo original: http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0111332#pone-0111332-g008
Para saber más sobre electroencefalogramas: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003931.htm
Para saber más sobre estimulación magnética transcraneal:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272009000600009