
Mostradoc: «El sapo», el corto documental que retrata a un “sapo de micros” de Valparaíso
Hoy a las 12:00 se estrena «El sapo», un cortometraje documental realizado por Patricio Vial y Cristián Vidal López. Se trata de la exhibición del décimo capítulo de «Mostradoc: Territorio del cine chileno».
«Mostradoc», el primer programa de cine de la TV digital, presenta hoy en su décimo capítulo “El sapo”, un cortometraje documental dedicado al oficio del “sapo de micros”, en este caso en Valparaíso.
Tal como señala la reseña del film de ocho minutos en el sitio Cinechile.cl, su protagonista es un personaje casi extinto en la ciudad, que quizás no por mucho tiempo siga viviendo en algunas regiones del país.

“Un trabajo autodidacta que regula los tiempos de frecuencia entre los microbuses y se desenvuelve como un profesional en medio de la vertiginosa calle, frente a un paradero, reloj y cuadernillo en mano, arriesgado cada minuto su integridad física por cincuenta o cien pesos, que al final del día son su sueldo diario”.
El vaquero urbano
En este caso, el corto muestra a un personaje singular, Tito Francisco Quitral, uno de estos trabajadores informales que labora en plena calle, vestido de vaquero.
Parado literalmente en mitad de la calle y arriesgando la vida, el protagonista va contando monedas, anotando la hora en una planilla donde va controlando el paso de los buses a los cuales va gritando números, cantando temas románticos, con el deber de no perder jamás la atención porque el perjudicado sería el próximo chofer y así él mismo. También contando su ganancia al final de la jornada.

Es un film que nació en un taller de documentales que realizó en el puerto el cineasta ruso Viktor Kossakovsky.
«A medida que el taller fue avanzando, nos dijo que buscáramos personajes», explica el realizador. “Ahí conocí al codirector, Patricio Vial, que ahora vive en España, y con él fuimos en busca de uno”.
En el programa, Vidal, entrevistado por el conductor de Mostradoc, Fernando Caro, explicó que Quitral les llamó la atención por el look y también su personalidad, “siempre dispuesto y alegre”.
«Lo grabamos como en tres días, quisimos retratarlo de manera observacional, sin entrevista ni influyendo en su quehacer”, explica Vidal.
“Íbamos a almorzar con él y ahí nos fuimos enterando de otras cosas que no se ven en el documental, pero sí se reflejan en su ánimo», continúa el cineasta. “Como que trabaja hace veinte años en lo mismo, se levanta todos los días a las cuatro de la mañana y trabaja hasta las dos de la tarde. Y otras cosas más personales, familiares”.
Encuadro reducido
Una de las cosas que destaca la obra es un encuadre reducido. Según Vidal, esta opción estética se debe a una decisión tomada en el taller.
“También quisimos mostrar Valparaíso de una manera diferente. Nos preguntamos cuál era la mejor forma de retratar la ciudad, que fuera única. Una de sus características es su verticalidad, la gente baja de los cerros al mar, por así decirlo”. El encuadre permitía resaltar sus escaleras y calles empinadas, sin dejar de centrarse en el personaje.
La obra es un registro histórico de un oficio que, como admite el director, es invisible y mucha gente menosprecia. “Está, pero siempre en el borde, en el margen. Nosotros, al poner una mirada en él, como que surgió”.
Estrenado en el Festival de Documentales de Santiago (FIDOCS) 2014. Ese año ganó la categoría de Mejor Cortometraje Nacional en el Festival de Cine Chileno FECICH 2014 y en el Festival de Cine de Quilpué, y como Mejor Documental Regional en el Festival de Cine de La Serena 2015, entre otros.