El viernes Mostradoc estrenó el film de Cristóbal Durán. Se trata de la exhibición del undécimo capítulo de «Mostradoc: Territorio del cine chileno». Escrita por Romy Valenta, la cinta filmada en Niebla, en el hermoso sector costero de Valdivia, con música de Alejandro Contreras, la cinta carece de todo tipo de diálogo y está dotada de giros dramáticos, especialmente en la conclusión, que sin duda sorprende al espectador.
«Mostradoc», el primer programa de cine de la TV digital, presentó el viernes en su undécimo capítulo “Anhedonia”, un cortometraje de ficción que retrata a un hombre que ha perdido el interés en todo.
El título de la obra refiere a la incapacidad para experimentar placer, y la pérdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades. La película retrata a un hombre vive en completa soledad, cuya única compañía es la muerte y el pasado. “Cuando cree que lo ha perdido todo, su mente vuelve a quebrarse, sumiéndolo en un clímax de desesperación”, indica la reseña del film de ocho minutos en el sitio Cinechile.cl.
Un hombre que llora con un polerón ensangrentado, que contempla el paisaje del sur de Chile en silencio, que en una cama de dos plazas estira su mano buscando a alguien que no está: todo eso es “Anhedonia”, que cuenta con una lúcida actuación a cargo de Iván Soto.
Escrita por Romy Valenta, la cinta filmada en Niebla, en el hermoso sector costero de Valdivia, con música de Alejandro Contreras, la cinta carece de todo tipo de diálogo y está dotada de giros dramáticos, especialmente en la conclusión, que sin duda sorprende al espectador.
«Un día un amigo me comentó de esto, que no es una enfermedad, sino más bien un síntoma, lo que se acercaba un poco a lo que yo andaba buscando”, explica Durán en el programa, entrevistado por el conductor de Mostradoc, Fernando Caro, al ser consultado sobre el génesis del film.
“Lo investigué y correspondía al estado que yo necesitaba que estuviese mi personaje”, con lo cual el término se transformó en la inspiración de la actuación de Soto, añade.
El director reveló que la historia está basada en una vivencia personal. “Yo estaba con una depresión muy fuerte y ahí descubrí cómo se siente esto. Por eso me fue muy fácil transmitirle al actor lo que necesitaba”, revela.
El cineasta también contó que desde el principio tuvo claro cuáles eran los distintos cortes de la película y cómo sería su (sorpresivo) final. Para el manejo del logrado suspenso “fui entregando pequeñas pistas”, como al comienzo, “mostrando el universo dramático, oscuro e invernal”, y jugando también con elementos distractores, como una bicicleta de niño que se observa tirada en un patio.
Un hecho delictual de la vida real –a Durán le entraron a robar cuando estaba realizando su primer largometraje documental y perdió todo el material, lo que lo afectó enormemente- generó una ola de solidaridad de su gremio que terminó transformada en este corto. “Eso me ayudó mucho, porque estaba muy bajoneado y pude volver a las pistas”.
La película fue estrenada en el Festival de Cine de Valdivia 2014.
